Sociedad, Madres que venden o explotan a sus hijas

La explotación sexual de las hijas ha sido centro de atención internacional en los últimos meses.
El pasado mes de octubre una mujer colombiana, identificada como Margarita Zapata Moreno, vendió a 12 de sus 14 hijas cobrando cerca de 300 dólares por la virginidad de las menores tras establecer contactos con hombres, que tenían una "favorable situación económica" de acuerdo con la cadena RCN.
Junto a la presunta responsable de este delito, también enfrenta la justicia un hombre de nombre Tito Cornelio Daza, por abuso de menores, quien aparentemente era asiduo cliente de Zapata Moreno, indicó la edición nocturna de Noticiero Univision.
El caso salió a la luz pública cuando una de sus hijas, de 14 años, quedó embarazada del hombre detenido, un ingeniero de 51 años. La menor se negó a abortar y le contó a las autoridades todo lo que su madre hizo con ella y con sus demás hermanas.La menor de 14 años que resultó embarazada, fue quien contó la dramática historia. Con su hijo en brazos relató a las autoridades los angustiantes momentos por los que atravesó como consecuencia de las actuaciones de su madre.
Margarita Zapata Moreno fue denunciada por una de sus hijas. Testimonios de las víctimas indican que la madre drogaba a las menores y las obligaba a tener relaciones sexuales con los clientes con los que había "cerrado" negocio.
Según las investigaciones de la Policía Judicial, cuando las hijas de Zapata cumplían 12 años su madre vendía la virginidad de las niñas por hasta 400.000 pesos (unos 145 euros). "Duele que una madre haga esto", dijo a periodistas el comandante operativo de la Policía de Bogotá, coronel Carlos Meléndez, quien aseguró que la menor que denunció los abusos contó que once de sus hermanas, hoy mayores de edad, también fueron víctimas de esta prostitución forzada.
En entrevista con Noticiero Univision, Oscar Gómez, director de la Fundación Esperanza, organización que se dedica a la lucha contra el tráfico de menores, explicó que este es un delito internacional con tres claras formas de explotación.
"Establecen tres modalidades de trata: una con fines de explotación sexual, otras con fines de explotación laboral y otra con fines de extracción de órganos".
Margarita Zapata Moreno se encuentra en una prisión de su país y podría enfrentar hasta 20 años de condena.
De acuerdo con la Fundación Esperanza un gran número de niñas, víctimas del tráfico sexual son llevadas a ciudades como Bangkok, Bombay y Nueva Delhi, donde son manipuladas mediante la adicción a las drogas y la violencia. En América Latina, México encabeza la lista de países con mayor tráfico infantil de la región, seguido por Honduras, Guatemala, Perú y Colombia.
Más de 560 personas han sido arrestadas en Colombia relacionadas con este delito trasnacional en lo que va de año, de acuerdo con el reportaje de Noticiero Univision.
Este escándalo ocurre mientras en Grecia sucede otro con una niña que vivía con una pareja de gitanos, quienes se encuentran en una prisión en Grecia, acusados de secuestro de menores y falsificación de documentación de la menor.
Aparentemente la intención de los gitanos era vender la niña a la edad de 12 años para que contrajera matrimonio.
El periódico español ABC expone que los resultado de los rasgos escandinavos de la menor era una especie de inversión a futuro para los gitanos.
Ambos integrantes de la pareja, él de 39 años y ella de 40, rechazan las acusaciones de secuestro en su contra y aseguran que una mujer indigente les entregó a "María" para que la criaran como si fuera propia. La pareja se encuentra detenida a la espera del juicio.
En agosto, la Policía india detuvo a una madre que supuestamente trataba de vender la virginidad de su hija de 13 años por 1.550 dólares en la localidad de Mumbra, cercana a Bombay, en el suroeste de la India, informaron fuentes de la investigación.
El rescate de la pequeña se produjo un domingo por la tarde en una operación policial en la que fueron arrestados la madre y un conductor de rickshaw, triciclo motorizado que hace las veces de taxi, según comentó el inspector de Policía Vikram Garkund.
El abuso que iba a sufrir la niña se descubrió tras ofrecer el conductor de rickshaw, el jueves anterior, a un pasajero, una niña para ser desvirgada sin saber que se trataba de un trabajador social, que avisó a la ONG Harmony Foundation, que a su vez se puso en contacto con un jefe de la Policía.
"Si llamas a la comisaría más cercana no te hacen caso. Hay que llamar a altos cargos para lograr la cooperación de la fuerzas de seguridad", dijo el director de la ONG, Abraham Mathai.
El trabajador social llamó al conductor de rickshaw, quien le pidió 300,000 rupias (4,658 dólares) por la virginidad de la niña y le aseguró que podría conocerla cuando dejase de tener la menstruación, la primera que experimentaba la joven.
"Me dijo que podía que hacer lo que quisiera con la niña", explicó Mathai.
"Este caso es la punta del iceberg. Hay cientos de casos parecidos a este que acaban mal", sentenció Mathai.
En el mes de septiembre la policía brasileña arrestó, en la ciudad de Recife, a una pareja que intentaba vender a su hija de dos años a través de Facebook, informaba la agencia de noticias AFP.
Según la policía local "La madre, de 23 años, dijo que quería el dinero para ir a prostituirse a Europa. Mientras el padre, de 40, no quiso decir nada".

El arresto se logró gracias a una mujer de la ciudad de Campina Grande, en el estado de Paraíba, fronterizo con Pernambuco, quien contacto a la pareja a través de Facebook e inició una negociación, para luego denunciar los hechos a la policía local.

La mujer programó un encuentro con la pareja, a la que le daría unos 680 dólares y una computadora portátil a cambio de la menor y después en diez pagos saldaría 900 dólares más.

El pasado mes de octubre, una pareja china vendió a su hija pequeña para comprar, entre otras cosas de marca un iphone, alegando que tenían ya otros dos hijos.

Para ello pusieron anuncios en internet aceptando dinero a cambio de su hija y si lo recibieron es que porque alguien se lo pago y alguien estaba dispuesto a comprar un bebe de esa forma.
Su disculpa era que querían un futuro mejor para su vástago y eso se lo podrían ofrecer en otra familia con mas recursos.
Ahora enfrentan cargos por tráfico de seres humanos este matrimonio de Shangai, China, luego que las autoridades acusaran a ambos de vender a su hija por 4.900 dólares, dinero que usaron para comprar un iPhone.
Tras la detención, la pareja dijo que decidió dar a luz en el propio domicilio para así encubrir el nacimiento de la niña. Según ha trascendido de su declaración ante la fiscalía, su intención no era la de venderla a cambio de una importante cantidad de dinero, ya que lo que esperaban era que la niña tuviese una mejor vida con una familia económicamente estable para que así le pudiesen facilitar una buena educación.
En otro caso ocurrido en Nairobi, la capital de Kenia, el pasado día 21, Agnes Mueni, una joven keniana de 20 años y con otra hija de apenas cuatro, decidió poner un anuncio en Facebook en el que aseguraba que estaba dispuesta a desprenderse de su bebé recién nacido por la irrisoria cantidad de 1000 chelines (unos 8,5 euros al cambio actual), asegurando que no tenía los medios económicos para mantenerla.
El anuncio llamó la atención de Stella Cherono, una redactora del diario 'Nation', que inmediatamente se puso manos a la obra para llegar al fondo del asunto. En una investigación conjunta junto a otro periódico del mismo grupo mediático, Cherono se puso en contacto con la joven para mostrar su interés por el bebé y poco después la publicación desaparecía de su página de Facebook para dar comienzo con las negociaciones.
En apenas una hora ya se habían puesto de acuerdo y Mueni pidió a la reportera que esa misma noche se desplazara hasta Siani, un suburbio de Nairobi, para cerrar la transacción. Sin embargo, cuando Cherono llegó al lugar acordado, la joven rechazó el precio inicial de 1.000 chelines y exigió más dinero. Entonces empezaron a regatear, como si de una chaqueta se tratara, y finalmente acordaron la venta del bebé por 20.000 chelines (unos 170 euros), una cantidad equivalente a dos veces el sueldo mensual medio en Kenia.