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domingo, 8 de diciembre de 2013

Argentina, Las protestas policiales por mejoras salariales se extienden por el país

La ola de saqueos y violencia que se levantó el martes pasado en Córdoba a partir de una huelga policial en reclamo de mejoras salariales se extendió ayer por otras seis provincias.
Foto: Diario El Ancasti
Pero fue en Catamarca donde se concentró el foco de mayor tensión: en la Casa de Gobierno se enfrentaron los efectivos policiales con personal de la Gendarmería y Prefectura Naval, con un saldo de cuatro personas heridas con balas de goma. Las otras provincias en las que hubo acuartelamientos y revueltas policiales fueron: San Juan, Neuquén, Chubut, Río Negro y La Rioja.
Tras no lograr un acuerdo con la cúpula policial local, la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, solicitó a la Casa Rosada el envío de más gendarmes para reforzar la seguridad y evitar que se propaguen los saqueos, que se produjeron en comercios de la peatonal Rivadavia y en barrios periféricos. También hubo saqueos a diversos supermercados y desborde en San Juan, donde la situación se agravó al caer la tarde.
La policía de otras cinco provincias se mantuvo ayer en pie de protestas. El conflicto está aún latente en Neuquén, Chubut y San Juan. En Río Negro se accedió a una tregua y en La Rioja, tras el acuartelamiento de anteanoche, se acordó un aumento escalonado que llevará el sueldo básico a 9998 pesos a partir de abril de 2014.
En San Juan, los policías y sus familiares protestaron en el Comando Radioeléctrico. Ellos usaron las redes sociales para marcar las convocatorias. Por temor a un acuartelamiento de las fuerzas y a que la medida se extendiera, el transporte público no brindó servicios durante la noche.
Sin policías en las calles, hubo anoche saqueos en dos sucursales de los supermercados Changomás y Átomo. El vicegobernador Sergio Uñac iba anoche a dar un mensaje a través de los canales provinciales.
En Neuquén, los policías autoconvocados mantenían anoche su protesta en la jefatura de la fuerza al fracasar la negociación con funcionarios del gobierno de Jorge Sapag. Exigen que el salario básico alcance los 12.000 pesos mensuales.

La Policía protegía ayer un supermercado en Bariloche./TRILCE REYES
Ayer por la madrugada un grupo de unas 80 personas intentó saquear el supermercado Diarco de Bariloche. La policía local logró esta vez contener el robo, pero en las horas siguientes se registraron numerosos hechos de violencia y nuevos intentos de atraco en comercios cercanos.
Ese supermercado se encuentra en el Barrio 2 de abril dentro del llamado El Alto, en el que viven unas 40 mil personas en la pobreza. El Alto fue el epicentro de los saqueos de diciembre del 2012 que terminaron con la salida obligada, por expreso pedido de la presidenta Cristina Kirchner, del intendente peronista Omar Goye.
A la 1 de la mañana, alrededor de 15 personas se dirigieron hasta el supermercado. Con el paso de los minutos se les sumaron varias decenas más, jóvenes la mayoría de ellos. El grupo fue repelido por un equipo del COER (Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate) una fuerza de élite de la Policía provincial rionegrina.
En respuesta, los saqueadores luego atacaron con piedras e incluso bombas molotov la subcomisaría 77, cercana al lugar.
"Estábamos preparados sabiendo que esto lamentablemente pasó a formar parte de la agenda delictiva del país. Son delincuentes comunes, no hay problemas sociales ni de hambre detrás de estos sujetos", señaló por la tarde el Jefe de la Policía de Río Negro, Fabián Gatti, en conferencia de prensa.
Según dio a conocer Gatti, desde hace veinte días que la Policía se encuentra trabajando en labores de inteligencia en los barrios humildes, para prevenir estallidos sociales en las cercanías de las fiestas de Fin de Año.
Según el uniformado, los saqueadores se vieron sorprendidos por la acción policial, ya que no se imaginaban tener que enfrentar resistencia a esa hora de la noche.
"La idea no es esperar, es ir a buscarlos", advirtió el funcionario, sembrando la controversia en una sociedad bastante polarizada. El gobierno de Alberto Weretilneck, un kirchnerista que proviene del Frente Grande, dispuso ayer un excepcional esquema de seguridad en las principales ciudades de Río Negro.
Tomando en cuenta sus antecedentes, la provincia pondrá, hasta fines de diciembre, decenas de policías policías extra en las calles de Bariloche. Mientras una guardia del COER permanecerá en estado de alerta.
Los efectivos no necesitaron por el momento apelar a la Gendarmería Nacional, como sucedió el año pasado. De todos modos, no hubiera servido de nada. Fuentes locales aseguraron, al diario argentino Clarín, que unos cien gendarmes que estaban apostados en la zona ahora realizan labores preventivas en zonas sensibles del Gran Buenos Aires. No deja de resultar llamativo que en 2012 la Policía también tenía conocimiento de posibles ataques a los hipermercados en El Alto, y a pesar de eso terminaron sobrepasados por la acción de un número similar de saqueadores.
Por otra parte, el director de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas de la Argentina, Miguel Calvete, pidió hoy a las autoridades poner "los recursos humanos de las fuerzas de seguridad en las zonas" donde pueden registrarse saqueos de comercios .
Además, Calvete consideró que los ataques a locales comerciales son realizados por "grupos organizados" y no por gente que va "a pedir alimentos en forma espontánea".
En otro incidente, durante el saqueo a un supermercado chino en Villa Constitución, 50 kilómetros al sur de Rosario, cuatro personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, con disparos de arma de fuego.
Este hecho violento disparó una espiral de pánico en esta localidad, que llevó a los comercios a cerrar sus puertas ante el temor de que los robos se repitieran. Anoche la policía había decidido reforzar la custodia de los locales, luego de que trascendieran fuertes rumores de que volverían los saqueos.
En algunas provincias de Argentina crece el temor a que suceda lo mismo que en Córdoba y en las provincias afectadas el viernes por la huelga de policías. Las tiendas y comercios cerraron sus puertas, mientras las autoridades nacionales ordenaron el traslado de miembros de la Gendarmería reforzar la seguridad.
En la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país y donde se encuentran los mayores asentamientos de infraviviendas, el Gobernador oficialista Daniel Scioli optó por adelantar la paga extra navideña a los 550.000 empleados públicos para evitar desbordes sociales. El responsable de Seguridad de la provincia, Alejandro Granados, indicó el viernes que "hay grupos en las redes convocando a saqueos de fin de año".
El director del diario cordobés La Voz del Interior, Carlos Jornet, comentó para el diario El País, "que además de la inflación, el país está viviendo una degradación moral. Hay gente que llega a duras penas a fin de mes, que no cree en los partidos políticos, que considera que no se reparten de forma equitativa los subsidios. Y por eso saquean sin conciencia de culpa y a cara descubierta".

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