Dentro de los próximos diez años armonizarán su política monetaria y fiscal, fundarán un Banco Central común y unirán las monedas existentes en una sola. La unidad monetaria permitirá ampliar considerablemente la cooperación de los cinco países, que actualmente se materializa en el desarrollo de un mercado común y una unión aduanera, medidas establecidas por un acuerdo previo.
Los países de la Comunidad del África Oriental (EAC), con el plan recién firmado, buscan prepararse mejor para la exploración conjunta de los recursos de hidrocarburos (exploración de petróleo y gas) disponibles y luchar para que la región, en la que viven unos 135 millones de personas, no precise de la ayuda de los organismos internacionales.
En ese aspecto, varios países africanos
están revisando los términos de los contratos firmados con las empresas
chinas por los gobiernos predecesores. Esto se da mientras China se
perfila como el mayor importador mundial de crudo, pudiendo desbancar a EE.UU. en octubre de este año.
En Níger, los funcionarios del Gobierno han estado analizando cuidadosamente punto por punto el contrato firmado hace varios años con una importante compañía petrolera de China, y están cada vez más convencidos de su falta de eficacia. En el vecino Chad, el Gobierno está cerrando plataformas petroleras chinas y acusa a los trabajadores chinos de causar un gran daño al medio ambiente.
"Esto es todo lo que tenemos", dijo el ministro de Petróleo de Níger, Foumakoye Gado. "Si nuestros recursos naturales se regalan, nunca vamos a salir de esto".
El compromiso sobre el desarrollo económico y la prosperidad depende de nuestra integración", afirmó el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta. "Los hombres de negocios encontrarán más libertad para comerciar e invertir más ampliamente, y los inversionistas extranjeros encontrarán motivos adicionales e irresistibles para emprender un negocio en nuestra región".
Recientemente Kenia lanzó un proyecto de construcción ferroviaria con un costo total de 13.800 millones de dólares. Contrató a compañías chinas para diseñar y construir los ferrocarriles. El mismo país y la vecina Uganda descubrieron grandes yacimientos de petróleo que todavía no son capaces de transportar hacia la costa. A su vez, Tanzania cuenta con importantes reservas de gas natural, pero no dispone de la infraestructura adecuada para compartir el recurso con sus aliados.
Los países optaron por unir sus divisas para evitar que los juegos monetarios de Occidente afecten estos y muchos otros proyectos.
"En una unión monetaria, la ausencia del riesgo vinculado al tipo de cambio proporciona un mayor incentivo para el comercio", explicó a la agencia Reuters Kenneth Kitariko, director de un grupo consultor en materia de inversiones de Uganda. En su opinión, la decisión de unir las monedas podría elevar considerablemente la eficacia de la economía regional, estimada aproximadamente en 85.000 millones de dólares por la suma de los productos internos brutos de los cinco países.
Kenia, Uganda, Tanzania y Ruanda ya presentan sus presupuestos a la vez cada mes de junio, según recoge la agencia Reuters.
Toda África está pendiente de la lucha de Níger, Chad y Gabón con los gigantes petroleros chinos. Los africanos, por supuesto, están agradecidos por la construcción de carreteras, escuelas y hospitales, pero ya no quieren ser observadores pasivos y mirar en silencio cómo se extrae su riqueza natural. "Creo que comienzan a ocurrir cambios en las relaciones entre los países africanos y China", asegura John Doujidingao, un reconocido economista de Chad. "Regresamos a la conciencia de nuestra responsabilidad ante la historia y las futuras generaciones", concluyó, según publica la web RT.
En Níger, los funcionarios del Gobierno han estado analizando cuidadosamente punto por punto el contrato firmado hace varios años con una importante compañía petrolera de China, y están cada vez más convencidos de su falta de eficacia. En el vecino Chad, el Gobierno está cerrando plataformas petroleras chinas y acusa a los trabajadores chinos de causar un gran daño al medio ambiente.
"Esto es todo lo que tenemos", dijo el ministro de Petróleo de Níger, Foumakoye Gado. "Si nuestros recursos naturales se regalan, nunca vamos a salir de esto".
El compromiso sobre el desarrollo económico y la prosperidad depende de nuestra integración", afirmó el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta. "Los hombres de negocios encontrarán más libertad para comerciar e invertir más ampliamente, y los inversionistas extranjeros encontrarán motivos adicionales e irresistibles para emprender un negocio en nuestra región".
Recientemente Kenia lanzó un proyecto de construcción ferroviaria con un costo total de 13.800 millones de dólares. Contrató a compañías chinas para diseñar y construir los ferrocarriles. El mismo país y la vecina Uganda descubrieron grandes yacimientos de petróleo que todavía no son capaces de transportar hacia la costa. A su vez, Tanzania cuenta con importantes reservas de gas natural, pero no dispone de la infraestructura adecuada para compartir el recurso con sus aliados.
Los países optaron por unir sus divisas para evitar que los juegos monetarios de Occidente afecten estos y muchos otros proyectos.
"En una unión monetaria, la ausencia del riesgo vinculado al tipo de cambio proporciona un mayor incentivo para el comercio", explicó a la agencia Reuters Kenneth Kitariko, director de un grupo consultor en materia de inversiones de Uganda. En su opinión, la decisión de unir las monedas podría elevar considerablemente la eficacia de la economía regional, estimada aproximadamente en 85.000 millones de dólares por la suma de los productos internos brutos de los cinco países.
Kenia, Uganda, Tanzania y Ruanda ya presentan sus presupuestos a la vez cada mes de junio, según recoge la agencia Reuters.
Toda África está pendiente de la lucha de Níger, Chad y Gabón con los gigantes petroleros chinos. Los africanos, por supuesto, están agradecidos por la construcción de carreteras, escuelas y hospitales, pero ya no quieren ser observadores pasivos y mirar en silencio cómo se extrae su riqueza natural. "Creo que comienzan a ocurrir cambios en las relaciones entre los países africanos y China", asegura John Doujidingao, un reconocido economista de Chad. "Regresamos a la conciencia de nuestra responsabilidad ante la historia y las futuras generaciones", concluyó, según publica la web RT.
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