Mundo, 24 de diciembre de 1914: La tregua de Navidad

Un año más llegamos a la fiestas navideñas, y desde este blog queremos desearles a todos nuestros lectores una Feliz Navidad. Que la paz y la alegría llegue a cada uno de sus hogares, y que puedan disfrutar junto a sus seres queridos de estos momentos, independientemente de que sean más o menos afines a estas conmemoraciones.
Hoy les quiero dejar una historia que ocurrió muchos años atrás, la verdad 99 años, mientras Europa sufría la I Guerra Mundial.
La Primera Guerra Mundial trajo muchas sorpresas y casi todas fueron desagradables. Las distintas potencias pensaban que sería una guerra corta, dado el desarrollo que habían alcanzado los medios de destrucción. Nadie concebía en el verano de 1914 que la contienda durase mucho más de un mes, sin embargo duró cuatro años y medio. Los gobiernos veían que habían iniciado un camino sin retorno que ninguno podía ganar, sin pérdidas incalculables, pero fueron incapaces de detener la mayor carnicería que había conocido hasta entonces la humanidad.
Un hecho sorprendente, en medio de un conflicto sangrante, el 24 de diciembre de 1914. Se conoce como Tregua de Navidad y fue un breve alto el fuego, no oficial, que ocurrió entre el Imperio Alemán y las tropas británicas estacionadas en el frente occidental.
El frente occidental estaba helado aquella terrible Navidad de 1914. La nieve y el viento no habían conseguido frenar los durísimos combates que se vivían alrededor de la localidad belga de Ypres; los muertos se contaban por miles en una línea de trincheras larguísima defendida por un lado por militares ingleses y franceses y por el otro por alemanes, austriacos y húngaros.
La tregua comenzó en la víspera de la Navidad, el 24 de diciembre de 1914 cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con su celebración cantando villancicos, específicamente Stille Nacht (Noche de paz). Las tropas británicas en las trincheras al otro lado respondieron entonces con villancicos en inglés.
La tregua ocurrió a pesar de la oposición de los niveles superiores de los ejércitos.

La tropas británicas y alemanas posan juntas durante la tregua

Aquella noche empezó una tregua singular e histórica que durante unos días haría que más de 100.000 soldados, sobre todo alemanes y británicos, pero también franceses, confraternizaran para celebrar la Navidad en medio de un conflicto que todos esperaban que fuera corto y definitivo, pero que resultó un larguísimo y amargo aperitivo de otra guerra.
Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad los unos a los otros. Pronto ya había llamadas a visitas en la "tierra de nadie", donde pequeños regalos fueron intercambiados: whisky, cigarrillos, etc. La artillería en esa región permaneció silenciosa esa noche. La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados.



Se condujeron ceremonias de entierro con soldados de ambos lados del conflicto llorando las pérdidas juntas y ofreciéndose su respeto. En un entierro en la Tierra de nadie, soldados británicos y alemanes se reunieron para leer un fragmento de un Salmo del Antiguo Testamento.
Según algunas fuentes, puesto en duda por otras, durante la mañana del 25 de diciembre de 1914 tuvo lugar un encuentro de fútbol, improvisado, entre las tropas que horas antes luchaban frente a frente.
Los periódicos de la época, ingleses y alemanes, ya confirmaron hace 99 años que el partido se jugó en tierra de nadie y enfrentó a un Real Regimiento Sajón y a un Batallón de Infantería de Escocia.
Antes de que arrancara aquel magnífico duelo, los dos ejércitos procedieron a limpiar el terreno de juego de cascotes de bala y proyectiles de artillería, algunos de ellos sin explotar. Horas antes, también habían retirado de esa zona los cuerpos insepultos de los caídos días atrás, llegando a producirse un entierro conjunto y una misa en la que participaron sacerdotes castrenses de los dos ejércitos.
La tregua se propagó hacia otras áreas, y hay muchas historias, algunas quizá apócrifas, de partidos de fútbol entre las fuerzas enemigas. Hay cartas que confirman que el resultado de uno de esos juegos fue 3 a 2 a favor de Alemania.
Desde el año que viene, coincidiendo con el primer centenario de la I Guerra Mundial, la Premier League inglesa se ha comprometido a construir en Ypres un campo de hierba artificial.

Partido de fútbol durante la I Guerra Mundial

Además de las crónicas de la época, también existen testimonios de aquel partido de fútbol que se disputó en pleno campo de batalla. Una carta de un teniente alemán llamado Johaness Niemann a su familia desvela que ese choque existió durante la mañana del 25 de diciembre relatando algunos detalles que no tienen desperdicio: "Un soldado escocés apareció cargado con un balón de fútbol, en unos minutos ya teníamos el juego". En esta misiva, el oficial germano también aseguraba que las porterías se hicieron con los cascos de combate y destacaba que las malas condiciones del terreno de juego: "No era sencillo jugar en un terreno congelado, pero no nos desmotivó. Mantuvimos con rigor las reglas del juego a pesar de que no teníamos árbitro".
El sargento mayor Frank Naden escribía en su diario: "En el día de Navidad un alemán salió de las trincheras con las manos en alto. Nuestros compañeros inmediatamente salieron de sus trincheras y los alemanes de ellas y nos encontramos en el medio y durante el resto del día confraternizamos, cambiamos comida, cigarrillos y recuerdos. Los alemanes nos dieron algunas de sus salchichas y nosotros le dimos algunas de nuestras cosas. Los escoceses comenzaron a tocar sus gaitas y compartimos una rara alegría que incluyó un partido de fútbol con los alemanes".
Los mandos militares de los dos ejércitos acabaron con la magia de aquel partido. Sin embargo, este acontecimiento marcó la vida de cientos de combatientes que lucharon durante la I Guerra Mundial. Un oficial británico escribiría muchos años después que "pagaría todo el oro del mundo por repetir aquella maravillosa tregua navideña y aquel inolvidable partido de fútbol".
La noticia de esta tregua llegó a los respectivos cuarteles generales y se adoptaron medidas para frenar esa actitud. Un número indeterminado de soldados franceses sufrieron severos castigos como escarmiento, mientras que gran parte de los alemanes, que confraternizaron ese día, fueron enviados al frente oriental, uno de los más duros y continuamente castigado por la aviación aliada.
Las cartas en la que los soldados narraban los hechos a sus familiares fueron destruidas y algunas informaciones que llegaron a los periódicos británicos se censuraron. Los franceses confiscaron los negativos de las fotografías que algunos soldados habían tomado durante la tregua, en donde se veía posando a todos amistósamente.
Afortunadamente no todo pudo ser destruido, y algunas imágenes y recuerdos de aquel día quedaron grabados para la posteridad, sobreviviendo al deseo de ocultar los hechos por parte de los altos oficiales militares y sus gobiernos.

En 2014 se conmemorarán los 100 años de aquella tregua de Navidad de la I Guerra Mundial y son varias las instituciones que están ya trabajando para recordar aquel partido de fútbol en Ypern. La UEFA ha propuesto oficialmente a los paises que participaron en el encuentro del frente occidental que repitan la hazaña el próximo año con la participación de equipos juveniles. La ministra de Deportes de Francia, Valérie Fourneyron, también ha compartido esta propuesta y ha ordenado a su equipo de colaboradores que trabajen estrechamente con Platiní para que se repita el denominado "partido de la paz".
Mas tarde quedarian en los campos de Europa 9 millones de cuerpos.
En 1983 Paul Mc Cartney realizó el vídeo titulado "Pipes of Peace", donde se recuerda la Tregua de Navidad.