Boicots masivos de tiendas de propiedad musulmana y disturbios anti-islámicos han afectado la transición de Myanmar hacia la democracia después de décadas de gobierno militar, según el New York Times . Hasta 250 musulmanes han sido asesinados y muchos otros heridos en los disturbios que se suceden en el país. Uno de los más violento tuvo lugar durante los días 20 y 21, del pasado mes de marzo, en la ciudad central de Meiktila.
En los disturbios que se sucedieron en dicha ciudad, en el centro del país, decenas de casas y escuelas fueron quemadas. El número de fallecidos por los disturbios, entre budistas y musulmanes, llegaba a 40, según informaba AFP.
Decenas de edificios, entre ellos una mezquita y un orfanato, terminaron
calcinados tras la explosión de un nuevo brote de violencia sectaria
entre budistas y musulmanes en el noreste de Birmania (Myanmar) a finales de mayo.
La violencia entre budistas y musulmanes en Myanmar sorprendió al mundo. Ahora, el rostro de un monje budista da la
vuelta al planeta. Lo acusan de fomentar el "terror", pero él dice que
sólo quiere proteger a su gente y a su país, publica en un reportaje la BBC Mundo.
"The face of Buddhist terror" ("El rostro del terror budista") es el título de la portada y está acompañado por el texto: "Cómo los monjes militantes están impulsando la violencia antimusulmana en Asia".
El reportaje generó rechazo en algunos sectores de Birmania y el debate llegó a las redes sociales, donde el monje es activo.
En Facebook se creó una página, que es seguida por más de 24.000 personas, para protestar contra el ejemplar.
El gobierno prohibió la circulación del artículo y permitió que se realizaran protestas contra la revista.
"Vine aquí para protestar contra la revista Time. Me preocupa que este reportaje provoque más innecesarios enfrentamientos entre diferentes religiones", indicó uno de los monjes que participó en una manifestación la semana pasada.
La decisión de la distribuidora de Time en Birmania de no vender el ejemplar de julio fue condenada por la organización Reporteros Sin Fronteras.
El presidente de Birmania Thein Sein defendió a Wirathu y dijo que la pieza periodística socavaba los esfuerzos por reconstruir la confianza entre los grupos religiosos de ese país.
Así mismo dijo que la orden del monje luchaba por la paz y la prosperidad en la nación asiática.
Sin embargo, la polémica no es ajena a Wirathu, quien ha calificado a los musulmanes como el flagelo que amenaza el carácter budista de Birmania.
Medios de comunicación, entre ellos el periódico británico The Guardian, aseguran que Wirathu se refirió a sí mismo como el "Bin Laden de los budistas".
El profesor de la Universidad de Oxford y autor del libro "Reinado y conversión en el siglo XVI en Sri Lanka: el imperialismo portugués en una tierra budista" ("Kingship and Conversion in Sixteenth-Century Sri Lanka: Portuguese Imperialism in a Buddhist Land"), Alan Strathern, también lo sostiene.
Sin embargo, el periodista del Servicio Birmano de la BBC Myint Thein Naing le dijo a BBC Mundo que no tiene evidencia de ello.
Pero de lo que no cabe duda es que el monje ha sido uno de los líderes de una campaña contra los musulmanes en Birmania.
"Él es el líder de la campaña 969, la cual busca aislar a los musulmanes en Birmania. Sus promotores crearon etiquetas con ese número que colocan en tiendas, casas, restaurantes y vehículos para identificar los lugares budistas", indicó el periodista. "La etiqueta 969 significa que es sólo para budistas".
La campaña insta a los budistas a comprar sólo en tiendas budistas y evitar el alquiler o la venta de sus hogares o sus tierras a los musulmanes. Evidentemente también cualquier tipo de relación afectivo-sentimental.
Un tendero musulmán en el norte de Rangún, la mayor ciudad de Myanmar, dice que sus ventas se han reducido en dos tercios desde que un video de Wirathu predicando el boicot comenzó a circular a principios de año. "Muchos budistas", dice, "dejaron de venir a mi tienda".
Pegatinas y carteles con el emblema de 969 han venido apareciendo en las tiendas, taxis y autobuses, marcándolos como budistas. 969 grupos locales han comenzando las clases de educación religiosa para los niños.
El primer nueve se refiere a los nueve atributos del Buda, el seis a los atributos de sus enseñanzas y el segundo nueve a los atributos de la orden budista.
De acuerdo con Thein Naing, Wirathu niega que haya pedido que se mate a los musulmanes, pero reconoce que ha dicho que "no les daría ni alimentos ni un lugar donde quedarse".
Wirathu ha dicho que se opone a que las budistas cambien de religión para casarse con musulmanes. "De hecho, en un sermón público dijo que los musulmanes violaban a mujeres budistas", recordó el periodista de la BBC.
Y así se lo repitió Wirathu a The Guardian, en una entrevista que concedió en abril en el monasterio Masoeyein.
"Hemos contado en nuestros sermones las historias de jóvenes que son desagradecidas con sus padres y que después de casarse con musulmanes, acosan a sus padres; de chicas que sin quererlo son forzadas a convertirse al Islam y hasta de jóvenes que han muerto cuando se niegan a seguir (esa religión)".
"Hemos sido violados en cada ciudad, nos han acosado sexualmente, nos han atacado e intimidado en cada ciudad. Hay una mayoría vulgar y salvaje musulmana como esta en cada ciudad", indicó el monje en conversación con el medio británico.
De acuerdo con Wirathu, los "musulmanes locales" son salvajes porque hay "extremistas moviendo los hilos" con ayuda financiera y militar.
"No atacamos ninguna raza. No estamos insultando al Islam. No estamos destruyendo la cultura islámica. Yo predico esto para proteger a nuestra gente, religión, cultura y país", le dijo Wirathu a The Guardian.
"No creo que esté creando o contribuyendo al odio hacia los musulmanes", acotó.
En 2003, Wirathu fue condenado a prisión por liderar una campaña contra los musulmanes. Salió de la cárcel en 2012 como parte de una amnistía y reactivó la campaña.
El monje organizó protestas a favor de los budistas en el estado de Rakhine, donde la violencia sectaria en 2012 dejó al menos 200 muertos y miles de personas desplazadas.
En marzo, los enfrentamientos entre budistas y musulmanes en el centro de Birmania, en la ciudad de Meiktila, dejaron más de 40 muertos, la mayoría de ellos musulmanes.
Las autoridades informaron que monjes budistas y residentes incendiaron casas y locales de musulmanes.
Los sentimientos antimusulmanes de Wirathu son compartidos por decenas de budistas en Birmania. Sin embargo, Thein Naing asegura que muchos monjes rechazan sus polémicos sermones y se oponen a la violencia.
En el Dhammapada, el libro sagrado del budismo, Buda dice: "La vida es apreciada por todos. Al comparar a los otros con uno, uno no debe nunca matar o causar la muerte".
Los pensamientos agresivos son rechazados por cualquier enseñanza budista, le dijo a la BBC el profesor de la Universidad de Oxford Alan Strathern.
El periodista de la BBC en Bangkok, Jonathan Head, señaló que mientras las autoridades han detenido a cientos de musulmanes por su participación en los disturbios, muy pocos budistas han sido aprehendidos.
En mayo, el presidente Thein Sein prometió que iba a proteger los derechos de la minoría musulmana de Birmania.
Según informaba la agencia EFE, "El Gobierno de Birmania (Myanmar) ha procurado alojamiento temporal a unos 100.000 desplazados a causa de la violencia sectaria ocurrida el año pasado en el oeste del país, informó, el martes, la cadena Channel News Asia".
"Las autoridades agregaron que están ultimando la construcción de más viviendas temporales para los 40.000 desplazados restantes en el estado Rakhine".
El Gobierno dice que no prohibe a la minoría musulmana rohingya abandonar los campos de desplazados, pero insiste en que allí resulta más fácil al Ejército garantizar su seguridad.
El ministro de Industria, Aye Myint, afirmó que las comunidades musulmana y budista necesitarán tiempo para reconciliarse tras la violencia que en octubre y junio del año pasado causó al menos 167 muertos. En marzo de este año los incidentes se reiniciaron con más virulencia.
"Todos sufrieron. Por eso necesitan tiempo, un tiempo razonable para que ambas comunidades vuelvan a confiar y entenderse", declaró Aye Myint.
No todos los monjes budistas predican el odio. Existen muchos que piensan que Wirathu y el movimiento 969 violan los preceptos budistas. Uno de ellos es Ashin Pumna Wontha, un monje de Rangún que pertenece al Peace Cultivation Network, una organización dedicada a promover el diálogo interreligioso y la coexistencia pacífica. Pumna Wontha es uno de los pocos birmanos que ha dicho que los rohingya deberían ser considerados ciudadanos de pleno derecho y cree que Wirathu no es más que un títere preso de sus propios delirios de grandeza, manipulado por los multimillonarios que controlan la economía birmana y elementos del ejército y el Gobierno.
En cualquier caso, el mensaje de monjes como Pumna Wontha no disfruta de la difusión de los sermones islamófobos de Wirathu y otros monjes extremistas. Según un diputado, entrevistado por el periodista Carlos Sardiña para El diario.es, en Meiktila, los videos de Wirathu se pueden ver en los autobuses de las empresas del ejército y se pueden encontrar en cualquier mercado del país. En estas circunstancias, en las que la religión budista se ha convertido en un instrumento de movilización nacionalista, es perfectamente posible que vuelvan a repetirse matanzas como la del pasado mes de marzo en Meiktila.
Los budistas birmanos segreguan a los rohingyas, los musulmanes de origen bangladeshí que viven en Myanmar. El pasado marzo, 12.000 fueron expulsados de sus casas.
Barrio musulmán arrasado por una oleada de violencia islamófoba a finales del pasado mes de marzo. Meiktila (Birmania). 6 de abril de 2013. © Carlos Sardiña Galache |
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