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jueves, 25 de julio de 2013

España, El país está de luto por un trágico accidente de tren, que ya ha dejado 80 muertos

Imagen del tren accidentado. Miguel Muñiz

"Santiago de Compostela vivía el miércoles los prolegómenos de su fiesta grande cuando el tren Alvia, que cada tarde-noche entra en la estación de la capital de Galicia procedente de Madrid y con destino a Ferrol, descarriló, a solo cuatro kilómetros de la parada, con una fuerza brutal, de tal intensidad que uno de los ocho imponentes vagones voló a 15 metros de la vía. El accidente, registrado a las 20.41, ha dejado un saldo provisional de 77 muertos, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia citados por AFP, y más de un centenar de heridos. El recuento de víctimas no ha dejado de crecer durante toda la noche", publica El País en su página web.
Imágenes obtenidas en You Tube del momento del accidente.

El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, dijo en la madrugada del jueves, poco después del accidente, que los muertos son al menos 60, pero advirtió de que ese número, como así ha sido desafortunadamente, podría aumentar porque continúan las labores de rescate.
El presidente de la comunidad autónoma de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, dijo previamente que había "111 personas identificadas fuera de peligro y entre 10 y 20 (heridas) en situación más comprometida".
Según relataron los testigos a los medios, el tren, en el que viajaban 218 personas además de la tripulación, iba a mucha velocidad, más del doble de la permitida en una curva de alto riesgo, y descarriló en esa curva pronunciada.
Un vagón voló sobre un talud a cinco metros de altura y a 15 de distancia de la vía.
"Oímos una explosión muy fuerte. Todo el mundo fue corriendo. Vimos el tren descarrilado, mucha gente sangrando y un vagón que había salido despedido lejos de los otros". Este es el relato que Alén Pérez hace de los momentos inmediatamente posteriores al descarrilamiento de un tren Alvia en las proximidades de Santiago de Compostela, según informa la web 20minutos.
Renfe asegura que en el convoy, con capacidad para 262 pasajeros, viajaban 218 personas.
Este accidente es uno de los más graves de la historia de España y el primero de un tren de alta velocidad. La mayor tragedia ferroviaria del país se produjo en 1944, cuando un tren que hacía la ruta Madrid-Galicia descarriló en León chocando contra una locomotora y dejando más de 500 muertos. Pese a que el régimen franquista trató de ocultar la gravedad del accidente, esa tragedia tuvo una gran repercusión mundial.
Este accidente de tren en Santiago de Compostela es, de momento y con al menos 77 muertos, el peor de los últimos 40 años.

Sin embargo no podemos olvidar el trágico accidente que ocurrió en junio de 2006 en Valencia, cuando el descarrilamiento de un convoy de la red de MetroValencia se saldó con 43 víctimas mortales y 47 personas heridas.
En Europa, el accidente ferroviario con el mayor número de víctimas mortales ocurrió en noviembre de 2000 en los Alpes austríacos, concretamente en la localidad de Kaprun. El incendio en un túnel atrapó un funicular que transportaba esquiadores, perdiendo la vida 155 personas.
El descarrilamiento del tren en Santiago de Compostela, que ya ha provocado la muerte de unas 77 personas y ha dejado decenas de heridos, ha generado una ola de solidaridad y cooperación con las víctimas. Poco después de conocerse el accidente, las autoridades gallegas hicieron un llamamiento urgente para acudir al Centro de Transfusión de Galicia, ubicado en el Monte da Condesa en la capital gallega, o al Hospital Clínico, para donar sangre.
Fuentes del Ejecutivo de la región resaltaron la urgencia de las donaciones para garantizar la reserva de sangre que permita hacer frente a las necesidades de los heridos. Y la respuesta no se hizo esperar. En apenas unas horas se ha cubierto la demanda de donaciones de sangre genérica y algunos centros, saturados, han pedido a los ciudadanos que acudan en los próximos días. Pese a ello, se sigue necesitando sangre del grupo '0 negativo' y 'A negativo'.
Los vecinos también han querido colaborar con los servicios de emergencia tratando de facilitar su tarea y de aliviar el dolor de los familiares que poco a poco se han ido acercando a la zona.
Los primeros vecinos que se acercaron al lugar del accidente ayudaron como pudieron a las víctimas, bien sacándolas directamente de los vagones o bien aportando mantas y agua.
De otra forma, los hosteleros de Santiago también han querido aportar su 'granito de arena' y han organizado un "banco de habitaciones" para familiares de las víctimas.
Mediante su cuenta de Twitter, la Asociación de Hostelería de Compostela ha indicado que se dispone a organizar un banco de habitaciones para acoger a los allegados de heridos y fallecidos. Así, piden a los asociados y propietarios de hoteles que comuniquen la "disponibilidad" de habitaciones, según recoge el periódico español El Mundo en su página web.
El accidente ferroviario cambió radicalmente el ánimo de la capital gallega en la semana de fiestas de la comunidad autónoma y el ayuntamiento suspendió todos los actos programados.
Felipe Vieira, un vecino de Santiago de Compostela, le explicó a BBC Mundo que la noche del 24 de julio es tradicionalmente la más importante de las fiestas, que comenzaron este lunes, para la que estaba programado un espectáculo pirotécnico.
"Todo el mundo estaba en las calles y en el momento que surge esto se canceló el tono festivo y la gente estaba conmocionada: se pasó del jolgorio a las caras largas, tristes. La gente estaba cabizbaja y mucha gente acudió en masa a donar sangre al hospital", afirma Vieira.

Ciudadanos que acuden a donar sangre al centro de Transfusión de Galicia.| Efe
Ciudadanos que acuden a donar sangre al centro de Transfusión de Galicia.| Efe

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