Strauss-Kahn tuvo que dimitir de su puesto al frente del FMI en mayo de 2011 después de ser acusado de violar a una trabajadora del hotel donde se encontraba hospedado en Nueva York; con posterioridad los cargos fueron retirados.
El viernes, tras una investigación sobre fiestas sexuales en las que participaba Strauss-Kahn, cuyas aspiraciones a ser presidente de Francia terminaron por otro escándalo sexual en 2011, la Justicia francesa volvió a cargar contra el ex director del FMI, cuyos problemas con los tribunales se han convertido en un clásico, desde hace años, por diferentes motivos.
El exdirector del FMI será juzgado en Francia por proxenetismo agravado, en el caso del hotel
Carlton de la ciudad de Lille, en torno al cual se sospecha que se
organizó una red de prostitución a su servicio.
La Fiscalía, que
se había pronunciado por archivar las acusaciones, informó hoy de que
los jueces instructores han decidido que Strauss-Kahn comparezca ante un
tribunal correccional, informaba la agencia EFE.Pero éste no es el primer escándalo sexual en el que se ve envuelto el ex director del FMI. En 2008, fue acusado de mantener una relación sentimental con una economista húngara del FMI, Piroska Nagy, que además fue esposa de Mario Blejer, ex titular del Banco Central de Argentina y Director del Centro de Estudios del Banco de Inglaterra, mientras la misma trabajaba como funcionaria en el FMI.
Nagy, que por entonces aún estaba casada con Blejer, se sumó, en medio del derrumbe financiero global, al programa de retiros voluntarios del FMI y se radicó en Londres. El escándalo se profundizó cuando se abrió una investigación sobre Strauss Kahn por "nepotismo", para determinar si la mujer recibió una indemnización mayor a raiz de la relación con el economista.
A partir del escándalo suscitado por una supuesta violación a Nafissatou Diallo, una camarera de un hotel de Nueva York, otros han ido salpicando la vida de Strauss-Kahn, como el de la escritora y periodista Tristan Banon, que acusó también al aún director gerente del FMI de haber querido forzarla sexualmente, en 2003.
Tras un arreglo extrajudicial, que llegó una semana después de que el diario Le Monde revelara que las partes habían cerrado un acuerdo por el que Strauss-Kahn se comprometía a pagar seis millones de dólares a Diallo -la camarera del hotel Sofitel de Nueva York-, cantidad nunca confirmada, se resolvió la demanda civil que puso fin a su carrera política. Tras el acuerdo, la misma aceptó retirar los cargos por los hechos de mayo de 2011.
En otro caso, la Fiscalía de Lille archivó una investigación preliminar abierta por violación contra Strauss-Kahn, debido a que la joven que había acusado a Strauss-Kahn de intentar abusar de ella en una fiesta organizada en un hotel de Washington en 2010, corrigió posteriormente su declaración y calificó los hechos de simple "juego sexual".
La inculpación por la que comparecerá ahora ante un tribunal correccional está castigada con hasta 10 años de cárcel y 1,5 millones de euros, una pena inferior a la del cargo de proxenetismo agravado en banda organizada que se le imputó inicialmente y que no ha sido finalmente tenida en cuenta por los tres magistrados instructores.
Strauss-Kahn se sentará en el banquillo junto a otras doce personas encausadas por haber organizado, tomando el hotel Carlton como base, un grupo de prostitutas para ofrecerle prestaciones sexuales.
El abogado del exministro socialista, Richard Malka, ha señalado a la cadena de televisión "BFM TV" que la actual acusación "no es una sorpresa, a la vista de cómo se ha desarrollado la instrucción" y por el "ensañamiento de los jueces".
Por otra parte, su abogado ha declarado que su cliente "no es un proxeneta" por el hecho de haber ido con prostitutas.
A DSK se le acusa de haber participado en orgías con prostitutas organizadas en distintos hoteles en Washington, París y Bruselas. Lo que los investigadores tratan de averiguar es si el francés sabía que las chicas que acudían a las veladas recibían dinero a cambio de sus servicios. DSK siempre ha dicho que no tenía constancia de ello. Ellas, sin embargo, han declarado ante los investigadores que es imposible que el francés no supiera que las sesiones de sexo eran remuneradas. También para la asociación 'Equipes d’action contre le proxénétisme', parte civil en el proceso, "no es posible que no supiera la condición de las chicas".
Yves Charpenel, abogado de la acusación
particular, se mostró satisfecho ante la perspectiva de que el antiguo
dirigente socialista, conocido por sus siglas DSK, se siente en el
banquillo, porque a su parecer "difícilmente puede poner en duda" que
las mujeres con las que tenía relaciones eran prostitutas.
Charpenel, en otra entrevista también a "BFM TV", precisó que no se le
reprocha haber sido cliente de mujeres que ofrecían sexo por dinero,
sino de haber puesto en marcha una red para beneficiarse de ellas a
través de un grupo de conocidos.Dominique Strauss-Kahn sigue envuelto en escándalos sexuales. (AP) |
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