El presidente de Siria, Bashar al Assad, declaró para una
cadena de televisión rusa que aceptó entregar las armas químicas en
respuesta a la propuesta de Moscú y no por las amenazas de Estados
Unidos de una intervención militar.
En una entrevista concedida a Rossiya 24, el
canal público de noticias, Assad dijo rotundamente: "Siria está poniendo
sus armas químicas bajo el control internacional por Rusia. Las amenazas
de Estados Unidos no influyeron en la decisión".La ONU ha recibido este jueves un documento de las autoridades sirias con el que inician los trámites legales para unirse a la Convención Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas, tal y como había anunciado horas antes el presidente de Siria, Bachar al Asad, en una entrevista con la cadena rusa Rossiya 24. El líder sirio ha asegurado que pondrá bajo control internacional las armas químicas aunque ha exigido que EE.UU. cese en su amenaza de atacar al país.
"Hemos recibido un documento de adhesión y estamos en el proceso de traducirlo y estudiarlo", ha anunciado ante la prensa un portavoz de la ONU, Farhan Haq. Es un "documento de adhesión" y el "primer paso" para unirse al tratado, ha indicado el portavoz de la ONU sobre el proceso elegido por las autoridades sirias, que tiene los mismos efectos jurídicos que la ratificación, la aceptación o la aprobación.
La adhesión de Siria a esa convención es uno de los puntos incluidos en la propuesta de Rusia para que el régimen de Bachar al Asad ponga sus armas bajo control internacional a fin de proceder a su posterior destrucción. Horas antes, el presidente de Siria ha anunciado en una entrevista exclusiva con el canal de televisión rusa Rossiya 24 que pondrá las armas químicas de su país bajo control internacional.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, esbozó las tres fases principales de la propuesta de Moscú:
1.- Siria se adherirá a la Convención sobre Armas Químicas, que prohíbe la producción y uso de dichas armas.
2.- Siria revelará dónde almacena sus armas químicas y dará detalles de su programa.
3.- Los expertos decidirán qué medidas específicas se deben adoptar.
El presidente sirio Assad confirmó durante la entrevista para la televisión rusa que Siria enviará documentación a Naciones Unidas como parte del proceso para firmar la Convención sobre Armas Químicas.
Segñun informaba la BBC, "Las potencias occidentales y la oposición siria permanecen escépticas respecto a la voluntad del presidente Asad de renunciar a su arsenal químico.
Las autoridades estadounidenses calificaron la iniciativa rusa como "factible pero difícil" y subrayaron que las conversaciones con los rusos son exploratorias, para "ver si hay realidad en la propuesta o no".
El canciller británico, WIlliam Hague, enfatizó que el plan ruso "debe ser tratado con mucha cautela".
Y los expertos han hecho notar las dificultades de realizar este proceso en una zona de guerra.
Por su parte, los rebeldes mostraron su negativa a colaborar. El general Salim Idriss, del Ejército Libre Sirio, declaró que recahzaba el plan categóricamente e insistió en que lo más importante era castigar a los responsables del supuesto ataque con armas químicas".
Mientras se produce este "juego" diplomático, el Pentágono ha acusado al presidente ruso, Vladimir Putin, de estar "solo y aislado" al afirmar que los rebeldes de Siria son los probables responsables del ataque con armas químicas cerca de Damasco el 21 de agosto, que ha provocado la amenaza del Gobierno estadounidense de realizar una intervención militar en el país.
El portavoz del Pentágono, George Litlle, ha reconocido los esfuerzos de Putin para encontrar una solución diplomática al conflicto al ofrecer al Gobierno de Bashar al Assad entregar sus armas químicas y ponerlas bajo control internacional.
Pero Little ha reiterado la postura estadounidense de que las fuerzas leales a Al Assad fueron las responsables del ataque con armas químicas y ha negado la posibilidad de que hubiese podido ser cometido por los rebeldes. El portavoz del Pentágono ha recordado que más de 30 países han culpado al Gobierno sirio de lo sucedido.
"Rusia está sola y aislada en culpar a la oposición. No hemos visto ninguna información creíble de que la oposición haya usado armas químicas en Siria", ha afirmado. "Las pruebas señalan claramente a la responsabilidad del régimen de Al Assad", ha indicado.
Si las conversaciones diplomáticas tienen éxito, Estados Unidos espera que el proceso de desarme sea acordado bajo una resolución de Naciones Unidas.
Por otra parte, el mandatario sirio ha vuelto a negar la implicación del Gobierno en el supuesto ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto y ha denunciado que los rebeldes sirios reciben sustancias químicas del exterior. "Los terroristas intentan provocar un ataque estadounidense contra Siria", ha dicho Al Assad.
Según Assad, las armas químicas fueron suministradas a la oposición desde el extranjero, y ha pedido que se investigue qué países las enviaron para que sean sancionados. "Tenemos que investigar de manera muy escrupulosa este asunto, para conocer la composición de estas sustancias, y qué bando las empleó. Y lo más importante, saber qué países entregaron las sustancias tóxicas a los terroristas, para luego castigar a estos países", ha añadido.
Putin, hoy en Moscú. / Sasha Mordovets (Getty Images) |
Esta nueva vía diplomática, abierta en las últimas 72 horas, ha hecho que los Estados Unidos aprieten el botón de pausa en sus deseos de atacar Siria, aunque de acuerdo con las declaraciones que se vienen realizando desde la administración Obama, no piensa retirar el dedo del gatillo y mantendrá la presión militar sobre el régimen sirio.
El presidente ruso Putin mantiene desde hace días que, "El potencial ataque de EE UU contra Siria, pese a la oposición de muchos países y de los principales líderes políticos y religiosos, incluyendo el Papa, causará más víctimas inocentes y podría extender el conflicto más allá de las fronteras de Siria".
Mientras se mantienen todas estas conversaciones el régimen sirio continúa bombardeando a su población, incluyendo hospitales, y agrandando la crisis humanitaria en el país y los vecinos dada la cantidad de sirios que no confían en las acciones diplomáticas y huyen diariamente del país.
Por su parte, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien se muestra contrario a las negociaciones y a un posible acuerdo con Damasco, ha criticado la diferencia que establece la comunidad internacional entre las muertos por armas químicas y las convencionales, al recordar que los fallecidos en el conflicto civil sirio ya han superado los cien mil. "Cuando el resultado es la muerte: ¿el uso de armas químicas es un delito pero no el de otro tipo de armas? La muerte es la muerte. Estar matando con tal o cual arma se debe de poner en la misma categoría. Ese régimen tiene que pagar por ello", ha concluido Erdogan.
La diplomacia diseñada para poner fin a la guerra civil siria entró en un nuevo capítulo este jueves con el inicio de las conversaciones entre el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y el ministro de exteriores ruso Serguéi Lavrov en Ginebra, Suiza.
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