Han pasado dos meses del golpe de Estado que derrocó Mohamed Mursi.
Juicios, cadenas perpetuas, cierre de canales de televisión, toque de queda, límites a la libertad de expresión, manifestaciones populares, esta es la imagen de Egipto tras el golpe de Estado y los días de enfrentamientos entre los partidarios del depuesto presidente Mursi y el ejército egipcio.
Mientras la comunidad internacional se encuentra centrada en los planes de Estados Unidos y Francia de intervenir militarmente en el conflicto sirio, la inestabilidad sigue siendo una constante en Egipto, país que el mes pasado fue sacudido por las secuelas de un golpe de Estado, disturbios y violencia por parte de las fuerzas de seguridad.Juicios, cadenas perpetuas, cierre de canales de televisión, toque de queda, límites a la libertad de expresión, manifestaciones populares, esta es la imagen de Egipto tras el golpe de Estado y los días de enfrentamientos entre los partidarios del depuesto presidente Mursi y el ejército egipcio.
Las autoridades militares egipcias continúan con los juicios a seguidores del recientemente derrocado presidente, Mohamed Mursi, mientras paralelamente mantienen el cerco y la persecución contra los Hermanos Musulmanes en Egipto.
El pasado 2 de septiembre se conoció que una comisión que asesora al Gobierno interino del país señala que es recomendable disolver a los Hermanos Musulmanes como ONG y cerrar su oficina central, respaldándose en una ley que prohíbe a organizaciones no estatales la formación de grupos paramilitares, informaba Deustche Welle.
Los Hermanos Musulmanes son la organización más antigua del país y llegaron al poder con la elección democrática del presidente Mohamed Mursi, quien fue sacado de su cargo el 3 de julio de 2013 tras un golpe de Estado apoyado por una parte importante de la ciudadanía. Mursi alcanzó a gobernar su país poco más de un año, tras suceder a Hosni Mubarak.
Por otra parte, se acentúa el acoso a medios de comunicación próximos a la Hermandad Musulmana.
Un tribunal administrativo egipcio ha ordenado la suspensión de la difusión del canal Al Yazira en Egipto y de tres televisiones islamistas, según fuentes judiciales. Mientras, los partidarios de los Hermanos Musulmanes han vuelto a protestar en las calles, cuando se cumplen dos meses del golpe militar que depuso al presidente Mohamed Mursi.
El tribunal ha tomado esa decisión contra la televisión Al Yazira Mubasher Misr y contra los canales islamistas Al Yarmuk, Al Quds y Ahrar 25. Este último, perteneciente a los Hermanos Musulmanes, ya sufrió cortes de emisión tras el golpe de Estado militar.
Las cuatro cadenas "carecían de permisos necesarios" y han difundido informaciones "incorrectas que dañan al país y a los egipcios", según han apuntado las fuentes, que han agregado que el fallo puede ser recurrido.
Grupos de derechos humanos denunciaron el pasado 5 de julio el cierre de canales de televisión islamistas y el arresto de varios de sus trabajadores, acusados de instigar a la violencia y llamar a la desobediencia civil para apoyar al depuesto presidente Mohamed Mursi.
Tras el golpe, la policía irrumpió en los canales Misr 25, de los Hermanos Musulmanes; en las cadenas El Rahma, El Nas y Jaliguiya, de tendencia salafista; y en el canal en directo para Egipto de Al Yazira.
Mientras, continúan los juicios contra los miembros de la Hermandad Musulmana detenidos en las últimas semanas. Un tribunal militar en Egipto dictó cadena perpetua a uno de los imputados; otras tres personas recibieron sentencias de 15 años mientras que a 45 individuos se los condenó a cinco años de prisión.
A los condenados se los acusó de haber disparado contra soldados durante los disturbios ocurridos en agosto en la ciudad portuaria de Suez.
Los incidentes se desencadenaron después de los violentos operativos ejecutados por las fuerzas de seguridad contra dos campamentos de protestas contra el golpe de Estado que derrocó a Mursi, en la capital de Egipto, El Cairo, y que dejaron, fuera de la mezquita Rabaa al Adawiya y en la plaza Nahda el 14 de agosto, más de 600 muertos y 2.000 heridos.
Los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, que tuvieron lugar en la ciudad de Suez, entre el 14 y el 16 del mes pasado, dejaron más de 30 muertos.
Previamente, fuentes militares informaron que otros 11 seguidores del depuesto presidente Mursi habían sido condenados a cadena perpetua por uso de armas de fuego contra manifestantes, incendio de vehículos y agresiones a miembros del ejército.
Respecto a la situación de Mursi, la Fiscalía egipcia informó el 1 de septiembre que, después de dos meses de estar detenido en un lugar secreto, Mohamed Mursi enfrentará un juicio por incitar a la violencia y asesinatos. Los cargos están relacionados con las muertes de al menos siete personas en los enfrentamientos ocurridos en el exterior del palacio presidencial Ittihadiya, en El Cairo, entre simpatizantes de los Hermanos Musulmanes y opositores, en diciembre de 2012. Otros catorce líderes de la agrupación, incluyendo Mohammed al Beltagi y Essam al Erian, serán enjuiciados por los mismos cargos. El principal líder de la organización, Mohammed Badie, también permanece arrestado.
En la noche del 4 de diciembre de 2012 y al día siguiente, decenas de miles de manifestantes se concentraron fuera del palacio para protestar por lo que calificaron como los decretos ilegales de Mursi que le otorgaban poderes especiales y por su intención de cambiar la constitución.
El pasado domingo, medios de comunicación estatales informaron que una investigación reveló que Mursi le había pedido a la Guardia Republicana y al ministro encargado de la policía que disolviera las manifestaciones, una orden que los agentes de seguridad se negaron a acatar. Supuestamente, los aliados de Mursi fueron llamados para hacer frente a los manifestantes. Cientos de personas resultaron heridas aquella noche. Los seguidores de Mursi dijeron que ellos defendían el palacio tras ser atacado por activistas de la oposición.
El analista de la BBC Sebastian Usher indicó que Al Jazeera y en particular su estación egipcia, Mubashir Misr, han sido criticadas y calificadas como demasiado cercanas a los Hermanos Musulmanes por muchos egipcios que salieron a las calles para exigir la renuncia de Mursi. "Tan pronto como Mursi fue derrocado por el ejército, muchos medios de comunicación que apoyaron a los Hermanos Musulmanes fueron suspendidos", indicó Usher. La reputación de Al Jazeera ha sido afectada por su cobertura de Egipto. "Algunos televidentes la acusan de parcial", afirmó el periodista de la cadena británica.
El martes, Al Jazeera denunció que las autoridades egipcias han interferido deliberadamente sus señales satelitales y han forzado a un cambio de frecuencias.
"La cadena con sede en Qatar ha sido forzada a cambiar de frecuencias varias veces para permitir que la audiencia pueda seguir viendo sus canales de noticias y de deportes", señaló en su página web el medio de comunicación.
Al Jazeera dijo que expertos independientes determinaron, sobre la base de una extensa investigación, desde dónde se estaban produciendo las interferencias. Se trataría, según los expertos consultados por la cadena, de instalaciones militares.
De acuerdo con Al Jazeera, después del golpe de Estado, sus oficinas han sido allanadas y algunos de sus periodistas arrestados.
El lunes, las autoridades expulsaron a tres periodistas extranjeros de Al Jazeera por no tener las acreditaciones de prensa correspondientes.
El martes por la noche, miles de simpatizantes de Morsi salieron a las calles de diferentes partes de Egipto para denunciar el gobierno interino que asumió el poder y que es respaldado por el gobierno.
Entre las consignas de quienes participaron en las marchas en la capital, en el Delta del Nilo, en el Alto Egipto y a lo largo del canal de Suez estuvieron: "El golpe es terrorismo", en directa alusión a los argumentos esgrimidos por las autoridades para combatir a los Hermanos Musulmanes, que aseguran es una lucha contra el terrorismo.
En el suburbio del este de El Cairo, Ciudad de Nasr, se escucharon consignas como "La revolución continuará" y "Abajo con el gobierno militar", según reportó la agencia de noticias Reuters.
El presidente interino Adly Mansour advirtió que "fuerzas internas y externas" no "escatimarán esfuerzos por bloquear la implementación" de su plan de transición, el cual busca combinar una constitución modificada, que será sometida a un referendo, y elecciones parlamentarias para inicios de 2014.
"Hemos visto incidentes violentos que han sido atestiguados por el país. En sus propias palabras, ellos están intentando paralizar a Egipto", le dijo el funcionario a la agencia estatal de noticias Nile.
"El Estado, con todas sus instituciones, no permitirá que ningún partido sea un obstáculo para la satisfacción de las aspiraciones del pueblo", añadió Mansour, según recoge la cadena BBC.
En Egipto, los partidarios de Mursi han convocado una nueva jornada de manifestaciones cuando se cumplen dos meses de su derrocamiento. Bajo el lema "El golpe de estado es terrorismo", la Coalición Nacional por la Legitimidad ha hecho un llamamiento para que la marcha congregue a un millón de personas.
Si hace unos días se acortó el toque de queda, que ahora se inicia a las 23:00 horas, el control de la calle, por parte del ejército y las fuerzas policiales, es absoluto, lo que dificulta las movilizaciones de los islamistas y partidarios de Mursi.
La Hermandad Musulmana fue fundada en 1928 y estuvo proscrita durante décadas, desde 1954, aunque sus miembros fueron tolerados por el régimen de Mubarak, derrocado en la Primavera Árabe de 2011. Tampoco entonces estaba permitida la formación de partidos religiosos, pero los islamistas concurrían a las elecciones parlamentarias como independientes. Tras la salida de Mubarak, formaron el partido Libertad y Justicia.
Con esa organización llegaron al poder, encabezados por Mohamed Mursi, quien se encuentra detenido desde el 3 de julio en un recinto desconocido y enfrentará cargos por incitación al asesinato de los manifestantes que protestaban en su contra en diciembre de 2012, caso en el que hay otros 14 miembros de la hermandad musulmana acusados.
Desde su derrocamiento, la policía y el Ejército egipcios han detenido a una gran parte de la cúpula de los Hermanos Musulmanes, entre ellos a su líder espiritual, Mohamed Badia. A diario se producen detenciones de miembros de la organización.
puta m de foto k no se b
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