Brasil, Residentes en la favela de la Rocinha denuncian torturas

Policías de la UPP en la favela de la Rocinha (Luiz Roberto Lima/Futura Press)

Una comunidad abandonada por el poder público durante décadas, dominada por el tráfico de drogas, toda una vida bajo presión y opresión. De repente aparece para la comunidad el sueño de una vida mejor, la esperanza de dormir sin aquellos malditos tiros nocturnos que te obligan a cobijarte, y rezar para que ninguna bala perdida penetre por la pequeña ventana de tu habitación, o la de tus hijos. Al cesar el fuego vuelve el silencio, pero no el sueño. Una noche más perdida entre el incesante rugido de las balas, pero será la última pues está llegando la Unidad de Policía Pacificadora (UPP). Es una promesa de paz, es una esperanza de un punto final a la violencia, es una ilusión de vida mejor.
Sin embargo el tiempo pasa y aunque algunas cosas mejoran otras no cambian.
En los callejones sin salida, en las sendas oscuras, lejos de las miradas de los vecinos de la comunidad se suceden las amenazas, la opresión, las palizas e inclusive las torturas, como fue denunciado por el periódico brasileño Jornal do Brasil, durante las investigaciónes por el, todavía desaparecido, Amarildo, y posteriormente por el programa Fantástico de la cadena O Globo.
Trabajadores amenazados cuando salen hacia su trabajo, personas siendo consideradas como sospechosas y siendo tratadas como ningún ser humano merece ser tratado. Vecinos siendo abordados con armas de choque, golpes, ahorcamientos y spray de pimienta. Todo eso porque después de una larga semana de trabajo salen a las calles de la comunidad para confraternizar, para socializar con los amigos.
Los habitantes de la favela de la Rocinha, la mayor de América, en la ciudad brasileña de Rio de Janeiro, se sienten oprimidos por los que mandan, engañados por las autoridades y olvidados por el sistema.
Son seres humanos que merecen y exigen respeto, que piden que cese la opresión que soportan casi a diario, que termine la política del miedo.
Davison Coutinho de 23 años y que vive en ese ricón carioca desde que nació, está licenciado en diseño industrial por la Pontifícia Universidade Católica de Rio de Janeiro (PUC-RJ), miembro de la asociación de vecinos de la Rocinha, el Vidigal (una favela vecina), profesor, escritor, diseñador y funcionario de la universidad donde se formó, exponía la situación descrita en un artículo publicado por el periódico brasileño Jornal do Brasil, bajo un título llamativo "Gobernador (Sergio Cabral) pacificó la Rocinha como Alemania. Solo falta cámara de gas".
Los cambios se consiguen a través de la educación y no de la violencia.

¿Dónde está Amarildo?

El Ministerio Fiscal, tras varias denuncias, ha creado una comisión que investigará las denuncias de torturas contra policías de la UPP de la Rocinha en los últimos cuatro meses, desde que se iniciaron las investigaciones sobre el tráfico de drogas en la comunidad que culminó con la desaparición el pasado 14 de julio del auxiliar de albañil Amarildo de Souza.
Entre las declaraciones recogidas estará la de un joven adolescente de 16 años, primo de Amarildo, que declaró para la cadena O Globo que fue arrastrado de su casa, torturado y amenazado de muerte para que informase a los policías acerca de la localización de posibles armas guardadas y diese los nombres de los jefes del narcotráfico en la zona inferior de la favela. Al joven, según declaraciones efectuadas por el mismo a la prensa local, le introdujeron la cabeza en el retrete mientras accionaban la descarga. Según el primo de Amarildo otros dos adolescentes fueron llevados a las dependencias de la UPP y torturados.
El programa de la televisión brasileña Fantástico, de la cadena O Globo, mostraba un reportaje donde
se denunciaban, y se podían observar, escenas de agresiones y torturas.

En el reportaje un adolescente, que responde por asociación con el tráfico de drogas en el Juzgado de la Infancia y la Adolescendia, relata haber sido torturado mediante choques en el rostro, pescuezo y brazos.
"Comenzaron a golpearme, colocaron un saco en mi cabeza y me dieron choques eléctricos", explica el joven.
El programa muestra, a través de un vídeo casero, también como un joven es ahogado por un policía mientras la multitud le pide que pare. "El policía me llamó para registrarme. Le dije que tenía la cartilla de trabajador firmada, que era un trabajador y que él podía chequearme", comenta el joven que se ve en las imágenes ahorcado con el brazo por un policía.
¿Es esa la política de pacificación tan innovadora del gobernador Sérgio Cabral? ¿Es ese el camino para la transformación de la Ciudad Maravillosa? ¿Es esa la comunidad modelo que la Presidenta pidió al Gobernador? Estas son las preguntas que Davison Coutinho, residente en la favela de la Rocinha, pide a las autoridades que respondan.