Grecia, Indignación en el país por vínculos entre la policía y la extrema derecha

El asesinato hace una semana del rapero Pavlos Fyssas, conocido como Killah P, por un afiliado del partido de extrema derecha Aurora Dorada ha despertado una oleada de indignación en Grecia al revelar la profundidad de las relaciones entre la organización neonazi y la policía. La investigación ha llevado a la dimisión de dos altos cargos policiales y a que el Tribunal Supremo haya abierto una investigación a 33 miembros del partido -entre ellos varios diputados- e imputado a cinco de ellos en relación al homicidio de Fissas. El caso ha llevado al Gobierno de Andónis Samarás a reaccionar y buscar activamente dejar sin fondos públicos a la quinta fuerza política del país, con 18 diputados en el Parlamento. Una gran manifestación antifascista se celebró ayer en Atenas en protesta por la muerte de Fyssas.
Miles de personas se congregaron en Creta, en la ciudad de Tesalónica y también en otros lugares, según indicaron medios locales.

Manifestación antifascista en Atenas.

El Gobierno griego se ve obligado a enfrentarse a un doble problema: el auge del partido neonazi y los cada vez más innegables lazos de éstos con las fuerzas de seguridad.
Según pubicaba El País en su edición de ayer, "El martes, en la localidad de Agrinio, al oeste del país, fue detenido un policía de 45 años encargado de la escolta de un diputado del partido ultraderechista, al tiempo que las fuerzas de seguridad registraban varias sedes de la organización. El ministro de Orden Público, Nikos Dendiás, ordenó la apertura de una investigación interna en la Policía Nacional después de que el viernes un registro en la sede de Aurora Dorada en Jalkida, al norte de la capital, acabó con siete detenidos, liberados a las pocas horas a pesar de que algunos miembros de la organización se apostaron con palos en la puerta del edificio. Dos generales de la policía presentaron su renuncia, mientras que cuatro altos cargos fueron suspendidos y ocho apartados de sus cargos. "Durante los últimos tres años, muchos de nuestros colegas han sido tolerantes con la violencia de Aurora Dorada", declaró Cristos Fotopulos, presidente de la federación griega de policías, a la radio Skai".
La primera medida para "garantizar la absoluta objetividad de la investigación" -según reconoció la propia Dirección de Policía- fue apartar a ocho oficiales de sus cargos, entre ellos el comandante de la Unidad Antiterrorista, el jefe del departamento de explosivos y el superintendente de la policía motorizada. Además, se trasladó al jefe de la unidad de antidisturbios que presuntamente cooperó con los neonazis en la represión de una manifestación antinazi tras el asesinato de Fyssas y al jefe de la comisaría de Nikea, el barrio de donde procedía el grupo que, según las evidencias, organizó el crimen. Un exmilitante de Amanecer Dorado aseguró este fin de semana al diario Ethnos que en esa comisaría hay un infiltrado que "pasa información" a los neonazis.
La sede de la organización ultraderechista en el barrio de Nikea -en la periferia de El Pireo y donde se cree que se organizó el crimen- ha sido clausurada, según informa el diario Ethnos.
Este periódico también ha identificado a un miembro de Amanecer Dorado dentro de un grupo que lanzó piedras a manifestantes antifascistas y ayudó a la policía antidisturbios a reprimir una de las protestas convocadas tras la muerte de Fyssas. Además aparece en fotos del partido junto al asesino confeso del cantante. El líder de la unidad de policía que permitió actuar a los neonazis contra los manifestantes fue apartado de su puesto el pasado lunes.
Las declaraciones de algunos testigos van más allá y aseguran que un escuadrón de la policía participó junto a un grupo de jóvenes nazis en la persecución de Fyssas, según informa el diario The New York Times, aunque un portavoz del cuerpo lo ha negado.

Disturbios en Grecia en las protestas por el asesinato de un artista de izquierdas

La izquierda griega denuncia desde hace décadas las relaciones entre fuerzas de seguridad y ultraderecha, por la falta de una regeneración tras la dictadura de los Coroneles (1967-1974). Ninguna investigación se abrió tampoco sobre el supuesto apoyo de los servicios secretos griegos al envío de voluntarios ultraderechistas a la Guerra de Bosnia.

En relación a la manifestación celebrada ayer en Atenas, en protesta contra la actuación de la extrema derecha, la Policía griega disparó gases lacrimógenos contra los manifestantes antifascistas que lanzaron cócteles molotov y piedras cerca de la sede de Amanecer Dorado en la capital del país para protestar por la muerte del rapero Pavlos Fyssas a manos de un neonazi. Miles de griegos marcharon hacia las oficinas del partido de extrema derecha ante la indigación por el apuñalamiento de Fyssas. La ola de ira envolvió la capital, donde los manifestantes quemaron contenedores de basura y rompieron los cristales de varios bancos.

La violencia comenzó después de que decenas de manifestantes con cascos de moto en la cabeza se separaron de la marcha, que al principio de la jornada era pacífica. La Policía bloqueó el paso a este grupo para impedir que llegaran a las oficinas de Amanecer Dorado. Más tarde, los agentes persiguieron al pequeño grupo por las calles. Las acusaciones de connivencia entre la ultraderecha y la policía aumentaron desde que Amanecer Dorado accedió al Parlamento el año pasado, quien además, aupado por ese apoyo "popular", aumentó las palizas a inmigrantes -en enero fue asesinado un paquistaní-  y miembros de organizaciones de izquierda -hace dos semanas enviaron al hospital a ocho comunistas. Organizaciones como Amnistía Internacional, HRW y el Consejo de Europa piden investigar las denuncias de cooperación entre policías y neonazis, pero hasta ahora el Gobierno hacía oídos sordos. Para actuar, ha tenido que morir un griego.
Entre enero de 2012 y abril de 2013 se registraron 281 casos de agresiones xenófobas o ideológicas. Las autoridades consideran que los miembros y simpatizantes de Amanecer Dorado son responsables de la mayoría de los ataques. Los integrantes de la agrupación expresan admiración por el dictador nazi Adolf Hitler.

La policía griega se enfrenta a los manifestantes antifascistas. AFP PHOTO / ARIS MESSINIS