Colas en tiendas de Venezuela. Las esperas pueden ser muy prolongadas. Bloomberg |
Según publicó el diario argentino Clarín, una mujer perdió su embarazo cuando fue golpeada en el vientre por su hermana, en una disputa por un paquete de un kilo de harina. La embarazada fue llevada a un hospital, donde dio a luz a su hijo, de seis meses de gestación. El bebé murió luego por el hematoma que le produjo el golpe de su tía.
El otro caso fatal fue el de un hombre de 41 años, quien murió asfixiado en una avalancha de consumidores al disputar una botella de aceite y un pan en el supermercado estatal Bicentenario de Ciudad Bolívar, al sur del país.
"No era la primera vez que Rosibel Andreína González Gómez, de 18 años, hacía cola en los supermercados para comprar los productos escasos de la cesta básica, que están racionados a dos o cuatro paquetes por persona. Su condición de embarazada de 6 meses le permitía usar la fila preferencial para pagar su compra y así recortar un poco el tiempo de dos horas de espera", publica el periódico Clarín. Pero esta vez un kilo de harina, el producto que usan los venezolanos para hacer su arepa o tortilla para desayunar, fue fatal para el embrión que se estaba desarrollando en el vientre de Rosibel. Un niño que llegó a nacer, prematuro, pero murió poco después.
Pero estos no son los primeros casos, José Gregorio Cortez Fuenmayor, de 41 años, encontró la muerte, el pasado mes de agosto, por ir a comprar dos frascos de aceite y dos de margarina. Murió asfixiado por la avalancha de la gente que pugnaba por hacerse con unos cotizados productos en un país atenazado por la escasez.
En otro incidente ocurrido el mismo mes de agosto, una cajera, Yolmarys García, empleada en un supermercado, tras negarse a vender, a una levantadora de pesas, más de cuatro paquetes de harina, fue agredida por ésta y recibió varios golpes y arañazos en su rostro.
En otro grave incidente ocurrido hace pocos días, un joven, José Ramírez Gómez, de 19 años, fue apuñalado en el abdomen y el pulmón por no permitir que unas personas se adelantaran en la cola que había en el supermercado Unicasa, en El Tigre, según recoge el diario Clarín.
En la crisis de desabastecimiento, los venezolanos deben hacer largas colas de dos horas, a razón de dos y tres veces por semana, visitando varios supermercados, para conseguir alimentos básicos como pollo, carne, leche, aceite, harina, papel higiénico y detergentes.
Respecto al tema del desabastecimiento, el períodico El Universal de Caracas publicó en su página web el pasado día 16, "El informe que elabora el Banco Central de Venezuela para reportar la escasez en Caracas registra que al cierre de agosto 17 alimentos básicos se encuentran en la categoría de serios problemas de abastecimiento, es decir, tienen escasez superior a 41%.
El resultado precisa que en 85,8 de cada 100 establecimientos visitados por el BCV no había leche entera en polvo, en 85,3 faltaba el azúcar, en 84,2 los aceites mezclados, en 71,4 la harina de maíz precocida y en 62,3 la mantequilla.
Además los consumidores tienen serios problemas para encontrar aceite de girasol, aceite de maíz, arveja, leche entera líquida, punta trasera, frijol, muchacho, queso blanco pasteurizado, leche descremada líquida, margarina, queso amarillo, café molido, lenteja y harina de trigo".
Según publicaba el pasado mes de junio el diario chileno La Tercera, "En Caracas, muchos hacen gigantescas colas en Mercal Y Pdval (sistemas gubernamentales de distribución de alimentos) para comprar algunos productos. “En un mercado puedes comprar mantequilla, en otro café, en otro azúcar, y así con otros productos”", explica al mismo diario Gustavo Badres, fotógrafo de un periódico local.
El mismo añadía, para el periódico chileno, "Las personas hacen cualquier cosa que se les ocurra para conseguir un producto. Por ejemplo, a través de Facebook, una mujer ofrecía cambiar harina de maíz precocido por papel higiénico".
El pasado miércoles, según recogía la prensa local, Nicolás Maduro ordenó el ingreso de militares en los supermercados, en varios de ellos para trabajar como cajeros, ante lo que declaró "la ausencia forzada de cajas registradoras activas para generar grandes colas y descontentos en la población".
Para el politólogo Christian Burgazzi, "hay un desabastecimiento mucho más grave: el de los medicamentos críticos para la salud".
Según recogía ayer la agencia Associated Press (AP), "El presidente Nicolás Maduro acusó el sábado a los medios de comunicación venezolanos de azuzar las compras de pánico de algunos productos básicos, cuyo desabastecimiento se ha intensificado en los últimos meses, y pidió a la Fiscalía General castigar la difusión de versiones periodísticas que considera son parte de la "guerra económica" contra su gobierno.
Maduro además denunció que la oposición estaría preparando un "colapso total" para afectar la economía, y anunció un conjunto de acciones para intensificar las inspecciones en las empresas y enfrentar así los supuestos planes para agudizar el desabastecimiento de algunos productos".
La acusación tuvo lugar durante un discurso ante partidarios del gobierno en el estado costero de Vargas, al norte de Caracas.
Maduro también afirmó que el Estado comprará en el mercado local e internacional, en un lapso no mayor de 10 meses, unas 3,6 toneladas de diversos productos y alimentos, con una inversión estimada de unos 4.650 millones de dólares, para atender el desabastecimiento.
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