Estados Unidos, Barak Obama aguarda por una intervención "democrática" en Siria

Barak Obama durante su intervención de ayer. ATLAS

El presidente, Barack Obama, dijo este sábado, en un discurso en la Casa Blanca, que Estados Unidos "debería emprender una acción militar contra objetivos sirios". Como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Obama no necesita autorización para lanzar un ataque militar, pero ha decidido consultar al Congreso para dar "ejemplo democrático".
El objetivo de pedir la autorización del Congreso tiene un objetivo claro, no quedarse solo en el ataque, tratar de robustecer su posición política y de ganar legitimidad "popular", a través de los representantes del pueblo, para su actuación militar. "Aunque creo que tengo la autoridad para llevar a cabo esta acción militar sin una autorización específica del Congreso, sé que el país será más fuerte si tomamos esa medida y nuestras acciones serán incluso más eficaces", ha comentado Obama respecto a su decisión de someter al Congreso una postura definitiva respecto a Siria.
El presidente ya ha enviado la petición formal a la cámara en la que busca el apoyo a usar la fuerza militar en Siria para "disuadir, desarticular y prevenir" la posibilidad de nuevos ataques químicos.
En la comparecencia pública desde la Casa Blanca, Barack Obama, con gesto serio y acompañado por su vicepresidente Joseph Biden, insistió en responsabilizar a las fuerzas gubernamentales sirias del supuesto ataque con armas químicas ocurrido el pasado 21 de agosto en la capital del país, Damasco. Según los informes que maneja la Casa Blanca, en el ataque murieron 1.429 personas, 426 de ellas niños.
El presidente Obama dijo que el operativo militar podía ocurrir "mañana, la semana que viene o en un mes" y enfatizó que "no podemos, y no lo haremos, cerrar los ojos ante lo sucedido en Damasco".
Después de lo sucedido con el Primer Ministro inglés, el conservador David Cameron, quien vio derrotada en el Parlamento, por 285 votos en contra y 272 a favor, su propuesta de ataque limitado a Siria, no cabe duda de que Barak Obama ha decidido asumir un riesgo al solicitar al Congreso su autorización para intervenir en Siria. Sin embargo, aunque sea una operación arriesgada, si se aprueba su petición, la misma tendrá una legitimidad nacional que le servirá tanto como salvaguarda para su futuro político, como para prevenir ciertos riesgos una vez la intervención haya comenzado.
La Cámara de Representantes debatirá las posibles acciones contra Siria, tras la vuelta del receso en que se encuentra, la semana que se inicia el próximo 9 de septiembre, según señaló el presidente de la Cámara, John Boehner.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, recibió la noticia con satisfaccón y declaró que el rol del presidente como comandante en jefe "siempre se refuerza si tiene el apoyo explícito del Congreso".
La periodista de la BBC en Washington, Katy Watson, considera que, para intervenir en Siria, Obama quiere tener de su lado a la opinión pública y a los políticos.
Lo que no queda claro es qué pasará si el Congreso vota en contra de la intervención, añade la reportera.
Barak Obama es el primer presidente de los Estados Unidos que somete al Congreso la decisión de una acción militar o de intervención en un país extranjero en las últimas décadas.
"Entiendo y apoyo la posición de Barack Obama sobre Siria", ha indicado este sábado el premier británico David Cameron en su cuenta de la red social Twitter, poco después del mensaje de Obama en la Casa Blanca. En otro tuit, el ministro británico de Exteriores, William Hague, ha calificado como "un buen discurso" el realizado por el presidente Obama sobre Siria.
En relación a una intervención extranjera en Siria, el primer ministro de Italia, Enrico Letta, reiteró el pasado sábado su negativa a secundar una intervención militar sin la aprobación de Naciones Unidas. Mientras, el Gobierno de Japón afirmaba que apoyaría cualquier intervención si se mostraba que el régimen de Al Assad había usado armas químicas, destacaba la agencia japonesa Kyodo.
Desde el lado sirio del conflicto, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), y principal grupo de oposición al régimen de Bashar Al Assad, efectuó ayer sábado un llamamiento a la comunidad internacional para que lleve a cabo una intervención militar "amplia y fuerte" que reduzca la capacidad bélica del régimen dictatorial de Damasco.
Mediante un comunicado, el presidente de la CNFROS, Ahmad Yarba, ha dicho que "el mundo tiene que responder de forma decisiva al uso de las armas químicas por el régimen". Yarba también pidió que se "neutralice el peligro que el régimen representa para el pueblo sirio, así como para la paz y la seguridad regional".
El mismo añadió, "Tras 29 meses de inactividad, la comunidad internacional tiene la obligación moral de parar el uso de la violencia excesiva e indiscriminada, así como evitar que se produzcan nuevos ataques con armas no convencionales".
El régimen del dictador Al Assad, por su parte, afirma que espera un ataque militar en su territorio en cualquier momento, pero asegura que el país está preparado para "responder".
Desde ayer sábado se ha observado un intenso movimiento de tropas leales a Al Assad, así como el desplazamiento de misiles, y otras armas, a ubicaciones diferentes desde donde estaban situadas días atrás.
Ayer sábado, el periódico español ABC revelaba que, "según Dale Gavlak, corresponsal de la agencia norteamericana Associated Press, de sus múltiples entrevistas de estos días pasados con residentes y rebeldes en el barrio de Ghouta y en otras zonas de Damasco, se desprende una conclusión sorprendente y escandalosa: las armas químicas que explosionaron hace diez días, matando a centenares de personas -entre ellos muchos niños- estaban en manos de los rebeldes y procedían de Arabia Saudí. Las fuentes utilizadas por Gavlak afirman que se produjo “un accidente” cuando fueron erróneamente manipuladas.".