Días antes de abandonar la cárcel tras 23 años de encierro, Jhon
Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye", la mano derecha del capo del
Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, reconoció en una entrevista
haber participado en “alrededor de 3.000” asesinatos.
En una charla con la revista colombiana Semana,
“Popeye” se jacta de su sangriento pasado y revela cruentos detalles de
los años al lado de asesinado capo del “Cartel de Medellín”. "Pablo Escobar era un genio, tal vez un genio del mal, pero en todo caso un genio.
Tenía una mente privilegiada y un detector de mentiras en el cerebro.
Si usted decía algo que no era verdad, inmediatamente lo captaba. Y eso
podía costarle a uno la vida. Inspiraba una lealtad infinita en todos
los que creíamos en él. Yo llegué a creer que era inmortal. El día más triste de mi vida fue el día que lo mataron".
Describiendo a su jefe, prosiguió: "Él no era un asesino. Yo creo que él no mató a más de 20 personas en toda su vida. Él ante todo era un líder, un organizador de bandidos y un gran secuestrador".
Consultado
por la orden de matar a quien había sido pareja de Escobar y luego
novia suya, “Popeye” admitió: "Es uno de los episodios más dolorosos de
mi vida. (...) Ella había sido novia del patrón, pero quedó embarazada y
para él la familia era sagrada. Un hijo fuera del
matrimonio era impensable. Entonces la hizo abortar a la fuerza y a
partir de ese momento ella decidió vengarse", contó “Popeye”, que, tras
la autorización de su jefe, empezó un noviazgo con ella tiempo después.
Pero el amor terminó cuando “el capo narco” descubrió sus contactos
con la DEA. "El patrón me llamó, me puso el casete y me dio la orden. ‘Popeye, vaya y mátela’. Como las órdenes no se discutían, me tocó. Usted no sabe lo que es matar a una persona a la cual uno adora", relató.
Cuando
“la Policía le mató a su cuñado, Mario Henao”, “Popeye” contó que
Escobar dio la orden de asesinar efectivos de esa fuerza, para los que
había puesto precio a sus cabezas. “’Vamos a matar policías.
Eso es mas útil que matar jueces porque finalmente son ellos los que
nos llevan donde los jueces’. Y nos dio la tarifa: 2 millones por
policía, tres por sargento, diez por teniente, 30 por mayor, 50 por
coronel y 100 por general”, detalló, para luego afirmar que él, por mano
propia, mató a "unos 25". "Pero yo dirigía casi todos los operativos y
yo creo que en total matamos unos 540", agregó.
De asesinatos
relató también cuando le tocó darle muerte a un amigo suyo, ya que
traicionaba con las finanzas a Escobar. "Él era muy varón y lo único que
me dijo era que si podía leerle algunos salmos de la Biblia antes de
disparar. Conseguí la Biblia y le leí todo lo que me pidió y después de eso le metí un tiro".
En el mismo sentido, argumentó: "Para nosotros en la guerra todo tenía una justificación.
Por ejemplo, al periodista Jorge Enrique Pulido el patrón mandó matarlo
solamente porque entrevistó en televisión a la mamá de (el asesinado
ministro) Rodrigo Lara. Al jefe de la Policía de Medellín, el coronel
Valdemar Franklin Quintero, solamente porque paró en un retén a su
esposa María Victoria y a su hija Manuela, y retuvo a la niña dos horas.
Al exgobernador de Antioquia, Antonio Roldán Betancourt, lo habíamos
matado unos días antes por accidente. Él tenía un Mercedes Blanco igual
al del coronel Franklin Quintero. Cuando pasó frente a nosotros por
equivocación lo volamos. En esa época todos los días había un muerto".
Entre
tanta respuesta macabra, “Popeye” confesó ya por el final de la
entrevista: "Me gustaría usar mi experiencia para contribuir en el
posconflicto. Lo que yo he vivido no lo ha vivido nadie. Fui sicario de
Pablo Escobar. Fui compañero de celda de los peores enemigos de Pablo
Escobar. He sido amigo o enemigo de todos los muertos de las guerras
recientes de Colombia. Todo eso me da un conocimiento y unas
experiencias que creo se pueden canalizar hacia algo constructivo.
Quiero enseñarles a los jóvenes de Colombia que no tienen por qué vender
sus vidas por un Mercedes-Benz o por los cucos de una reina de belleza,
como hice yo. Ojalá que me den esa oportunidad".
Este blog sólo pretende ser una visión personal de algunos de los acontecimientos que nos envuelven en nuestro caminar por la vida. Bajo el fuego es una metáfora de la situación real que la humanidad está viviendo donde la pobreza, el desempleo, la intolerancia, el extremismo, la violencia, el enriquecimiento a cualquier precio, de unos pocos a costa de muchos, y la falta de ética o valores son realidades que podemos observar continuamente.
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