Venezuela, Graves incidentes marcan el primer mes de protestas contra el gobierno de Maduro

Captura de la BBC.

Grupos de estudiantes han salido a las calles de Caracas y otras ciudades para marcar el primer mes desde la vuelta a las calles de los opositores al presidente Nicolás Maduro.
El miércoles, marchaban a favor y en contra del gobierno un mes después de que los estudiantes se alzaron, el 12 de febrero, mejor conocido como el #12F, frente a la Fiscalía para pedir la liberación de algunos de sus compañeros detenidos.
Aquel día murieron tres personas en medio de las protestas. Ayer miércoles fallecieron otras tres en la ciudad de Valencia -un estudiante, un Guardia Nacional y un civil- en circunstancias aún difusas. Ya van, en total, 25 muertos este mes.
En Caracas, la marcha que tenía previsto llegar hasta la sede de la Defensoría del Pueblo no pudo salir de las instalaciones de la Universidad Central de Venezuela, donde terminó enfrentándose con la Guardia Nacional.
En la simbólica Universidad Central de Venezuela se detuvo la marcha frenada por una barricada de las fuerzas oficiales compuesta de policías y soldados, tanquetas y vehículos blindados conocidos como "ballenas"

Manifestantes encienden una barricada con fuego durante enfrentamientos con la Policía Nacional en la plaza Altamira en Caracas. EFE.

En Maracaibo, Valencia (capital del estado de Carabobo) y otras ciudades también se produjeron choques entre manifestantes y grupos de manifestantes afiliados a la oposición.
Jesús Enrique Acosta, de 23 años, estudiante de Ingeniería de la Universidad de Carabobo, fue la primer víctima del día de protestas. Murió de un tiro en la cabeza durante los enfrentamientos de ayer en la ciudad de Valencia, ubicada en el centro-norte de Venezuela, según afirma la prensa local.
Con él llegaban a 23 las personas que han perdido la vida desde que comenzaron las manifestaciones contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro por la crisis económica y la inseguridad, pero no sería la última del día.
Luis Acosta, primo de la víctima citado por el diario valenciano Notitarde, relató que se encontraba con él conversando sobre lo que estaba ocurriendo en la zona, cuando fueron avisados para que se resguardaran de hombres armados que se dirigían hacia ese lugar.
Sin embargo, cuando ambos se disponían a correr, el joven de 23 años se desplomó al piso luego de que una bala alcanzara a darle en la cabeza, según señaló el primo de Jesús Enrique Acosta al diario.
Inmediatamente, fue trasldado a la Clínica La Isabelica, donde ingresó sin signos vitales.
Según declaró el primo, Acosta murió cuando hombres en motos armados entraron al vecindario y "dispararon como locos sin mirar a quién podían matar", y reafirmó que su primo no estaba cerca de donde se producían los enfrentamientos.

Según información que suministra el diario El Nacional de Caracas, el alcalde de Valencia, Miguel Cocchiola, confirmó la muerte de una tercera persona en esa ciudad ubicada 200 kilómetros al oeste de Caracas en la jornada de movilizaciones estudiantiles.
Las versiones indican que Guillermo Sánchez, de 42 años, estaba pintando su casa, cuando pasaron motorizados disparando y lo hirieron mortalmente, en un sector del sur de la ciudad.
El tercer fallecido fue un oficial de la Guardia Nacional, Ranzor Bracho, de 36 años de edad, era la vigésimo quinta muerte de este mes de protestas.

Los estudiantes han sido la vanguardia de las protestas que han marcado las últimas semanas la agenda venezolana.

"Candelita que se prende, candelita que apagamos a coñazo", decía el grafiti en letras rojas que pintaba un joven durante la marcha estudiantil a favor del gobierno venezolano este miércoles.

Se refería a los estudiantes que protestan en contra del presidente Nicolás Maduro desde hace un mes, cuya causa ha sido denominada -por el mismo presidente- como una "candelita prendida". Y coñazo, en Venezuela, significa golpe.
En el mes que ha pasado desde comenzaron las protestas masivas el pasado 12 de febrero, se han multiplicado los disturbios, los cierres de calles y las denuncias de torturas. Además, los términos se han ido radicalizando; ahora se habla de "terroristas", de "represión", de "golpe de Estado" y de "violaciones a los derechos humanos".
La jornada del miércoles -que dejó tres muertos, decenas de heridos, detenidos e innumerables daños- demostró que quienes pensaban que las aguas se habían calmado se equivocaban.

Imagen de los enfrentamientos de ayer.

También salió a la calle una marcha a favor de Maduro. Los oficialistas mostraban su apoyo en una caravana de entre tres y cinco camiones, unos de ellos repartiendo comida y otros con parlantes con música a todo volumen.
A los camiones los rodeaban cientos de manifestantes con camisetas rojas, vendedores ambulantes y medios de comunicación afines al gobierno.
Uno de los eventos más llamativos del día fue el destrozo parcial de la Torre Británica, un edificio con oficinas del gobierno en el bastión opositor de la Plaza Altamira, por el que unos acusan a manifestantes opositores y otros a infiltrados enviados por el oficialismo en busca de generar violencia.
Ayer, al igual que hace un mes, se realizó una marcha pacífica de la oposición que terminó en enfrentamientos con la policía. Hubo conciertos de cacerolas en forma de protesta a lo largo del país. Hubo reportes de muertos, heridos y detenidos. Hubo una intervención televisada del presidente. Todo muy parecido a lo sucedido el 12 de febrero, y aunque ambas protestas tienen elementos similares, las protestas han ido cambiado a lo largo del mes, alcanzando unas dimensiones inéditas en la historia reciente de Venezuela.
Y lo que nadie es capaz de prever es qué va a pasar en los próximos días con una crisis económica cada vez más aguda, y una creciente insatisfacción.
Ramón Muchacho, el alcalde opositor del municipio Chacao, en el este de Caracas, alertó en su cuenta de Twitter "sobre una dinámica extraña" que se produce en la zona, y señaló que "grupos pequeños pero organizados aprovechan la protesta para vandalizar" en edificios del Estado "sin que Gobierno lo impida".
El alcalde de Chacao dijo que esos actos vandálicos sirven "de coartada al Gobierno", para desprestigiar las reclamaciones del movimiento estudiantil que convoca a las protestas y atacar a la policía municipal, al tiempo que acusó a Maduro de permitir la violencia para "desviar la atención de las verdaderas causas de la crisis".

A estas alturas nadie sabe cuán fuerte será el "coñazo". No solo el que pueden recibir los opositores, sino el que significará para Venezuela este mes de creciente y prolongada violencia, ni cuales serán los siguientes pasos del Gobierno.
¿Aumentará la represión el Gobierno o dejará que oficialistas y opositores se midan entre ellos en las calles del país?. ¿Los militares se cruzan los brazos y retiran su apoyo a Maduro (se niegan a seguir aceptando la represión) provocando un debilitamiento fuerte dentro del gobierno o decidirán alinearse con Maduro para debilitar la oposición?. Estos son algunos de los escenarios que deberán resolverse en los próximos días, o, tal vez, semanas.