Imagen de Katanga declarando tomada desde la sala de prensa del Tribunal Penal Internacional. Reuters. |
Katanga, que fue trasladado a La Haya por las
autoridades congoleñas en 2007, ha sido absuelto no obstante de los
cargos de esclavitud sexual de los que también estaba acusado.
Los cargos contra Katanga están relacionados con un ataque ejecutado el
24 de febrero de 2003 contra la localidad de Bogoro. La Fiscalía del
TPI sostiene que el asalto fue diseñado para "arrasar" la localidad,
ubicada cerca de la frontera con Uganda, según ha informado la cadena de
televisión británica BBC.
El magistrado jefe del
tribunal, Bruno Cotte, sentenció que sin la colaboración de Katanga a la
hora de dar de entregar armas a los responsables del ataque, la milicia
de los Ngiti, el ataque contra Bogoro, poblada en su mayoría por
integrantes de la tribu rival de los Hema no habría sido tan sangriento.
"Sin la aportación de esas armas, los comandantes no habrían sido
capaces de ejecutar el ataque con tanta eficacia", hizo saber Cotte en
la sentencia que ha puesto fin a cinco años de procedimiento.
Katanga aprovechó su psición privilegiada para gestionar el envío de
las armas a la milicia a través del aeropuerto de Aveba y, por
extensión, para "garantizar a la milicia los medios logísticos de los
que carecía y que permitieron al grupo obtener superioridad militar
sobre sus adversarios".
Sin embargo, el tribunal ha
desestimado la acusación de que Katanga due el principal responsable del
ataque ya que no se ha podido demostrar que tuviera la capacidad
material de dar órdenes, como tampoco se ha podido demostrar su
responsabilidad en los crímenes de violación y esclavitud sexual, así
como en el uso de niños soldado, si bien la investigación ha concluido
que en el ataque contra Bogoro participaron menores de edad.
En el momento del ataque, Katanga tenía 24 años de edad y era el
presunto comandante de las Fuerzas patrióticas de Resistencia de Ituri
(FRPI), que contaba con el respaldo del grupo étnico lendu. La Fiscalía
le culpabiliza de las atrocidades cometidas por sus combatientes contra
los civiles, miembros de la etnia hema.
Los
enfrentamientos en Ituri, que estallaron en 1999 y continuaron hasta
2003, comenzaron en el marco de una lucha por el control de la tierra y
los recursos, si bien derivó en una guerra de tinte étnico exacerbada
por la presencia de tropas ugandesas. El conflicto se saldó con la
muerte de unas 50.000 personas.
Mathieu Ngudjolo Chui
estaba también acusado por estos mismos hechos, pero en diciembre de
2012 el tribunal le absolvió al considerar que no habías pruebas
suficientes que sostuvieran que era comandante del Frente Nacional
Integracionista (FNI), que también participó en el asalto.
Tras el conflicto y la firma de los acuerdos de paz, Katanga fue
integrado en el Ejército de RDC, si bien un año después fue encarcelado
por mal comportamiento. Su caso es uno de los más antiguos en el TPI.
El Tribunal ha ordenado su permanencia en prisión hasta que se dicte la pena de cárcel.
El 24 de febrero del 2003, la milicia a la que pertenecía Katanga sorprendió a los habitantes de Bogoro a primera hora de la mañana. En el ataque robaron, violaron y mataron a numerosas personas. Entre los fallecidos, cerca de 200 personas, solo se logró identificar 60 cadáveres.
En la actualidad, el TPI cuenta con siete causas abiertas en el continente africano (más una investigación iniciada), aunque tan solo una condena: En julio de 2012, el Tribunal sentenciaba al exlíder rebelde congoleño Thomas Lubanga a 14 años de prisión por reclutar a niños soldado entre 2002 y 2003 en la República Democrática del Congo.
El Tribunal ha ordenado su permanencia en prisión hasta que se dicte la pena de cárcel.
El 24 de febrero del 2003, la milicia a la que pertenecía Katanga sorprendió a los habitantes de Bogoro a primera hora de la mañana. En el ataque robaron, violaron y mataron a numerosas personas. Entre los fallecidos, cerca de 200 personas, solo se logró identificar 60 cadáveres.
En la actualidad, el TPI cuenta con siete causas abiertas en el continente africano (más una investigación iniciada), aunque tan solo una condena: En julio de 2012, el Tribunal sentenciaba al exlíder rebelde congoleño Thomas Lubanga a 14 años de prisión por reclutar a niños soldado entre 2002 y 2003 en la República Democrática del Congo.
De igual modo, desde 2010, el exvicepresidente del Congo Jean-Pierre Bemba
afronta una causa por los presuntos crímenes de guerra y contra la
humanidad cometidos por sus tropas en la República Centroafricana.
Bajo su mandato, el Movimiento de Liberación de Congo
habría cometido, a comienzos de 2003, cerca de 400 violaciones en la
capital del país, Bangui, durante los combates que siguieron al golpe de
estado orquestado por el rebelde Francois Bozizé, quien finalmente se
hizo con el poder. Un caso similar al del congoleño Bosco Ntaganda (alias Terminator), quien comparecía en marzo del año pasado en La Haya acusado de crímenes de guerra.
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