Venezuela, ¿Podrá sobrevivir el chavismo sin Chávez?

El liderazgo personal es lo que identifica al chavismo, pues todo el movimiento giraba en torno a la figura de Hugo Chávez. La importancia de esa figura a nivel popular hace que del lado del chavismo su reemplazo sea muy difícil, como sucede en cualquier caso de fuerte liderazgo, pero especialmente cuando los mismos son tan personalizados y tan concentrados como lo ha sido en el caso del lider bolivariano. En realidad, y debido a su enfermedad y toda la concentración mediática que tuvo durante los últimos meses, su liderazgo fue adquiriendo un componente místico casi religioso, especialmente en los sectores necesitados de la sociedad venezolana.
Declaraciones públicas como la siguiente, efectuada mediante comunicado el pasado año, "En este día, 8 de Septiembre, quiero saludar a todo el pueblo venezolano y en especial a todos aquellos que son devotos de la Santísima Virgen María, madre de Nuestro Señor Jesucristo, a quien he encomendado mi vida y el futuro de la Patria", ayudaron a elevar el componente religioso de su liderazgo.
Cuando Hugo Chávez llegó al gobierno por primera vez en febrero de 1999, el país bordeaba el abismo debido a los estragos causados a su economía tras casi cuarenta años de corrupción de los partidos tradicionales. Ese océano de pobres alcanzaba la friolera de casi el 80 por ciento de la población. A extremo tal latía esa bomba social, que es lo que explica la decisión del presidente Rafael Caldera de sacar en 1994 de la cárcel a este militar paracaidista a la cual había sido condenado por el intento de golpe contra Carlos Andrés Pérez en 1992. Lo hizo Caldera cuando el país acabó por estallarle en las manos y, como el mismo Chávez reconocería más tarde, para canalizar esa furia social a un destino que no fuera el que previsiblemente parecía crecer al calor de esas desigualdades como una auténtica alternativa marxista.
Algunas frases, que se han podido observar en las miles de pancartas y carteles desplegados en las calles venezolas estas últimas horas, pueden definir lo que ha representado, para una parte al menos, el liderazgo caudillista de Hugo Chávez. "Se fue mi papá, se fue mi todo" así rezaba la frase de Mayra López, seguidora del presidente Hugo Chávez Frías, entre lágrimas afirmó su amor incondicional a la persona que representaba más que una figura política en su vida, como recoge un reportaje del periódico venezolano El Universal.
Sin embargo como indica el New York Times, también existen venezolanos que no vieron satisfechas sus necesidades de mejora social, "Desde que su casa fue arrasada por los deslizamientos de tierra devastadores que causaron la muerte a miles a lo largo de la costa de Venezuela en 1999, durante el primer año del presidente Hugo Chávez en el cargo, Graciela Pineda esperó que cumpliera su promesa de reconstruir las casas y la zona. "Se han pasado 13 años, esperando y esperando, y no hemos conseguido nada", dijo Pineda, de 50 años, que vive como un ocupante ilegal con ocho miembros de su familia, hacinados en un apartamento abandonado en un descampado de un montón de escombros y vacantes en una vez vecindad tony llamado Corales. Al otro lado de la calle, un edificio se inclina agrietada y arrugada, amenazando con caer sobre la calle". Aún así, la señora Pineda, permaneció leal a Chávez hasta su muerte, y comenta para el diario neoyorkino intentando contener sus lágrimas "¿Quién no llora por un presidente como él? Todo aquí era Chávez. Era nuestro país". 
Chávez aprovechó los precios del petróleo, en 2002 el barril estaba en 25 dólares, frente a los 113 dólares de promedio que alcanzó en 2012, para hacer una política populista y al mismo tiempo "aniquiló" cualquier figura que pudiera hacerle sombra e inclusive dejó el futuro del chavismo estipulado, como si fuera un mandamiento, "Elijan a Nicolás Maduro como presidente".
Previniendo su fatal desenlace dijo oficialmente, a finales del pasado año, poco antes de ser sometido a la cuarta operación "Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir el periodo, como manda la Constitución, sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable absoluta, total, es que en ese escenario que obligaría a convocar a elecciones presidenciales ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente".
Es posible que en las futuras elecciones que deben ser convocadas en un plazo de 30 días, según estipula la Constitución, el pueblo venezolano siga fiel al chavismo, pero sin duda en el medio plazo, al desaparecer la figura centralizadora del mismo, deben surgir nuevas corrientes o posiciones internas, así como la oposición a Chávez debe encontrar que, sin Chávez, el chavismo oficial quedará fragilizado y debe intentar con nuevos bríos el acceso al gobierno de Venezuela.
Custión al margen son la fuerzas militares leales a Chávez que permitió "a la institución enriquecerse con multimillonarios negocios relacionados con el narcotráfico", según publica la web LibertadDigital en un extenso análisis.
En el aspecto económico Venezuela también atraviesa graves problemas, para la revista Times "A la par del vacío político dejado por Chávez, el país batalla con una economía trastornada, con problemas por la subida de precios y la creciente escasez de bienes básicos". Cuestiones que tienen a ver con una economía complicada, que ha reposado mucho en la renta petrolera y que no se ha  desarrollado excesivamente en otros segmentos. Así el 85% de sus exportaciones se centran en el petróleo y derivados.
Los otros problemas que debe enfrentar el país en el aspecto económico son, su alta prima de riesgo, cercana a los 900 bp, que pueden incrementarse en función de la inestabilidad política del país, una tasa interanual de inflación, oficial, a enero del 2013 del 22,18%, la más alta, si nos atenemos a datos oficiales, de Latinoamérica y su poca transparencia en el ámbito económico. Chávez deja a Venezuela en el puesto 166º del índice de corrupción elaborado por Transparency International, de una lista de 176 países.