Según el periódico saudita, el ministerio del Interior ya ha dado comienzo a la legislación de una ley para otorgar los pertinentes permisos a dichos gimnasios y a salas de masajes para ambos sexos.
Hasta la fecha las pocas instalaciones femeninas se consideraban "centros de salud" y dependían del Ministerio de Sanidad.
Según la citada publicación, de la que es dueño un príncipe saudí, el Gobierno ha creado un comité ministerial para permitir los equipos deportivos de mujeres. La llamada Presidencia General de Bienestar Juvenil, que funciona como un Ministerio de Deportes, sólo regula los clubes masculinos.
En las Olimpíadas del Londres del pasado año, el ultraconservador reino islámico, donde las mujeres deben obtener el permiso de un familiar masculino en las decisiones importantes, permitió la participación de atletas femeninas por primera vez en la historia, tras las presiones de grupos internacionales de derechos humanos. En los mismos participaron dos mujeres, Wojdan Shaherkani (judo) y Sarah Attar (atletismo).
En 2009, miembros del consejo de clérigos saudíes se mostraron en contra de la práctica deportiva entre mujeres. Uno de sus integrantes llegó a prohibir la práctica del deporte por si "perdían la virginidad rasgando su himen".
Ese mismo año un grupo de clérigos radicales saudíes pidió al ministro de Información de Arabia Saudí que "detenga los esfuerzos por liberalizar los medios de comunicación" y sacase a las mujeres saudíes de la televisión estatal. El mismo comunicado, de los ideólogos wahabíes, continuaba "ya que hemos estado observando cómo la perversión se ha instalado en el Ministerio de Información y Cultura, la televisión, la radio, la prensa, las asociaciones literarias y las ferias del libro".
En un país donde, el 11 de marzo de 2002, la policía religiosa saudí, en un acto fanático y demencial, bloqueó la salida y evitó que alumnas escaparan de un incendio en un colegio en la Meca debido a que no llevaban puesto los hijab en la cabeza y la "abaya" (capa negra) -según diversas fuentes, de aquellos días, quince adolescentes murieron y otras 50 fueron heridas en el luctuoso episodio-, no deja de ser un tímido avance la autorización de estas asociaciones exclusivas para mujeres.
En Arabia Saudí rige una estricta interpretación de la ley islámica o sharía, que impone la segregación de sexos en espacios públicos. Las mujeres no pueden conducir, y deben obtener el permiso de un "guardián", habitualmente padre, marido o hermano, para viajar fuera del país, trabajar, casarse o abrir una cuenta bancaria, entre otras restricciones.
Las dos mujeres que acudieron a los JJOO por Arabia Saudí.| Afp/Olympic.org |
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