Arabia Saudí, aplazadas las ejecuciones de los siete jóvenes.

Se ha conseguido paralizar el asesinato, bajo la máscara de la justicia islámica, de los siete jóvenes que les comentaba ayer en una nota respecto a las ejecuciones previstas para hoy.
La agencia Reuters, hace breves momentos, ha emitido una nota de agencia indicando que "Arabia Saudí ha aplazado, en el último instante, la ejecución de lo siete hombres condenados por cometer un robo a mano armada cuando eran menores de edad mientras un tribunal real estudia una solicitud para que se celebre un nuevo juicio, según han informado este martes la familia y los amigos de los condenados".
El hermano de uno de los sentenciados a muerte, Dheeb al Qahtani, ha confirmado que el príncipe Faisal bin Jaled, el gobernador de la provincia de Asir, en el sureste del país, donde se cometió el delito, ha ordenado la suspensión de las ejecuciones, según informa Europa Press.
Las presiones de las delegaciones diplomáticas de algunos países y, especialmente, de las organizaciones Human Rights Watch y Amnistía Internacional, junto a la ONG árabe de derechos humanos Alkarama Foundation, han conseguido que la ejecución prevista para los siete jóvenes por fusilamiento, y la posterior crucifixión del supuesto lider de la banda, sea aplazada, esperemos que definitivamente.
"Sería chocante que las autoridades saudíes hubiesen llevado a cabo estas ejecuciones", afirmó Eric Goldstein, director adjunto para Oriente Medio de HRW, para añadir a continuación "Ya es hora de que los saudíes dejen de ejecutar a personas que cometieron crímenes cuando eran menores de edad".
"La investigación se vio empañada por muchas violaciones que distorsionaron el juicio", ha declarado por teléfono Mohammad al-Rabhan, amigo de la familia de algunos de los condenados, para continuar diciendo "No estamos diciendo que no sean culpables, decimos que el castigo por los crímenes no merece la pena de muerte".
Como comentaba en mi nota respecto a la posible ejecución de estos jóvenes, desde AI y HRW se asegura que los jóvenes sufrieron graves violaciones de sus derechos humanos para conseguir la supuesta confesión de la autoría de los delitos imputados. Afortunadamente el asesinato "legal" de estos jóvenes no va a producirse esta vez.
La última vez que Riad ordenó una ejecución en grupo fue en octubre de 2011, cuando a ocho bangladeshíes se les aplicó la pena capital por participar en un robo a mano armada en el que murió un guardia de seguridad.
Las organizaciones de derechos esperan ahora que se realice un nuevo juicio en el que se respeten los derechos básicos de los detenidos, especialmente el de una defensa justa.