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domingo, 10 de marzo de 2013

Arabia Saudí, un nueva acción aberrante de la justicia del país

Arabia Saudí volvió a indignarse con una decisión de la (in)justicia de ese país.
Esta es una de las noticias que nos hacen dudar de la equidad de la justicia en algunos, o muchos, países, pero que en especial demuestran la barbarie de algunas sociedades cuya cultura y tradición machista parece no haber superado las barreras del tiempo y se han estancado en una sociedad mediaval, por más conforto que ofrezca para unos pocos, y se escude en la ley islámica para permitir y justificar los actos de barbarie.
Esta historia de terror está protagonizada por un conocido predicador de la televisión del país y su hija de 5 años. 
Fayhan Al Ghamdi es el nombre de este pederasta y asesino, miembro de la sociedad saudita, que en octubre del pasado año violó, torturó y asesinó a su hija de 5 años. Los motivos de ese acto salvaje y digno de una mente enferma no están claros aunque este individuo declaró a una televisión saudita que dudaba que fuera virgen, y la obligó a someterse a una inspección médica.
Ya en diciembre de 2011, Lama, que era el nombre de la niña, fue trasladada al hospital con múltiples heridas y estuvo hospitalizada durante diez meses hasta su fallecimiento. Fayhan Al Ghamdi le rompió a su hija el brazo izquierdo, varias costillas, le provocó una fractura craneal y hasta la quemó con una plancha. Randa Kalee, empleado del hospital, denunció que la chica tenía la espalda rota y que había sido violada "por todas partes". Fayhan Al Ghamdi confesó  que había sometido a la niña a descargas eléctricas y usó un bastón para infligir heridas a la menor.
Pero infelizmente esta historia no termina aquí.
Los activistas sauditas ha mostrado su indignación a través de diferentes redes sociales después de que este "individuo" fuese puesto hace un mes, tras permanecer en prisión unos cuatro meses y pagar una multa de 50.000 dólares.
Según la decisión de la Corte, el predicador tiene que pagar, el "deya" o "dinero de sangre", un indemnización que, según una polémica ley islámica, puede ser pagada cuando se trata de muertes por "error".
La madre de la chica no entiende cómo en este caso puede tratarse de un error y tiene intención de apelar "para lograr una sentencia justa". La mujer ni siquiera se prestó a negociar la cuantía de la multa, ya que exige que el agresor "como poco pase el resto de su vida en la cárcel". Según uno de sus abogados, su objetivo es solicitar la pena de muerte, aunque es bastante improbable que consiga una pena mayor para el asesino de su hija.
El "dinero de sangre" es una forma que tiene la justicia saudí para tratar los casos de homicidios dentro de una misma familia. En Arabia Saudí el derecho se rige según la charia y existe la pena de muerte, sin embargo un hombre no puede ser condenado a muerte por el asesinato de su hijo o de su esposa, considerados de su propiedad, informa el diario británico The Independent.
La liberación de Al-Ghamdi conmocionó a los sectores más progresistas del país y a las militantes de la organización Women to Drive, un grupo que lucha por los derechos de las mujeres, que, entre otros, deben usar velo y tienen prohibido conducir, bajo amenaza de sufrir la pena de flagelación. En la red social Twitter apareció el hashtag #AnaLama, que significa "yo soy Lama", para difundir mensajes de repudio.
En Arabia Saudita los padres y maridos que asesinan a sus hijos o esposas son constantemente condenados a penas de entre cinco a 12 años de prisión como máximo. Esta indulgencia no se extiende a las madres y esposas que sufren penas mucho más severas, según declaran diversos activistas de los Derechos Humanos.
Para Pedro Pizano, director de Medios de la ONG Human Rights Foundation, "Arabia Saudí no es solamente uno de los peores países en los derechos de las mujeres, sino en la falta de respeto a los derechos fundamentales en general. No existe la libertad de expresión, ni de asociación, ni de religión, por ejemplo. El rey seguramente está feliz distrayendo al mundo con el tema de la conducción, mientras oprime y destruye la dignidad de todo su pueblo".
Todo lo opuesto fue el caso de un tatuador libanés que fue condenado a 100 latigazos, un año de cárcel y una considerable multa por peinar y hacer tatuajes a mujeres sauditas, algo que está prohibido por las leyes locales.
En este país parece que el dinero del petróleo compra todo, inclusive el silencio, como en el caso de las miles de niñas -menores de 15 años- obligadas a casarse con hombres adinerados, de muchas organizaciones y países.
Photo: AND FINALLY SOME GOOD NEWS AFTER THE OUTRAGE.......

'He will stay in prison for a long time': Saudi royal family intervenes in case of 'celebrity' preacher released after paying blood money despite raping and torturing daughter to death
Royal family reportedly 'stung' by the outrage over the case

The Saudi royal family has intervened to block the release of a ‘celebrity’ preacher accused of raping, torturing and killing his five-year-old daughter.

Fayhan al-Ghamdi was set to be released after agreeing to pay “blood money” to the mother of his daughter Lama, who suffered multiple injuries including a crushed skull, broken back, broken ribs, a broken left arm and extensive bruising and burns. Social workers say she had also been repeatedly raped and burnt.

Al-Ghamdi, who regularly appears on Saudi television, admitted using a cane and cables to inflict the injuries after doubting his five-year-old daughter’s virginity and taking her to a doctor, according to the campaign group Women to Drive.

The case caused a scandal in Saudi Arabia, with public calls for the cleric to be put to death.

Despite the country’s notoriously strict legal system however, fathers cannot be executed for murdering their children, in the same way husbands cannot be executed for murdering their wives.

Rather than getting the death penalty or receiving a long prison sentence for the crime, Al-Ghamdi served only a few months in jail before a judge ruled the prosecution could only seek ‘blood money’.

Albawaba News reported the judge as saying: “Blood money and the time the defendant had served in prison since Lama's death suffices as punishment.”

Today, however, the Saudi Justice Ministry issued a statement saying the cleric remained in prison and the case was continuing.

The Times reported sources in the Saudi capital Riyadh as saying the royal family had been “stung” by the outrage over the case, with senior members intervening to ensure a stricter punishment is given.

One source told the newspaper, “The royal court is now looking at the case. He [Al-Ghamdi] will stay in prison for a long time.”

The £31,000 blood money Al-Ghamdi agreed to pay is considered compensation under Islamic law, although it is only half the amount that would have been paid had Lama been a boy.

Formal objections to the ruling were initially raised by three Saudi activists, and the twitter hashtag #AnaLama (which translates as I Am Lama) was set up.

In response to the public outrage over the case, Saudi authorities set up a 24-hour hotline to take calls about child abuse.
Fotografía capturada del blog Desert Moon´s Diary

El tribunal de la ciudad saudí de Jeddah condenó a un maestro del tatuaje de origen libanés a 200 latigazos, además de a una multa y un año de prisión. El hombre, cuyo nombre no ha sido revelado, fue declarado culpable por haber hecho tatuajes y peinados a mujeres, algo que está prohibido por las leyes locales.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/49379-Condenan-a-200-latigazos-a-un-tatuador-en-Arabia-Saud%C3%AD

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