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jueves, 3 de enero de 2013

Gerard Depardieu, una fortuna insolidaria

Uno de los protagonistas de la película Novecento, de marcado cariz izquierdista, el actor Gerard Depardieu, ha mostrado su lado más antisolidario delante de la actual situación que está viviendo su país y la sociedad europea en general. El actor ha renunciado a la ciudadanía francesa con el único objetivo de evitar el pago del impuesto que plantea François Hollande, Presidente de Francia, para las mayores fortunas del país.
Este innegable gran actor, con su actitud nos ha mostrado que su categoría humana está bien distante de la que posee como artista, interpretando papeles inolvidables tanto en el cine como en el teatro (personalmente soy un gran admirador de su capacidad artística).
El diario digital Impulsobaires.com.ar califica su actitud como: "Cero en solidaridad. El actor Gerard Depardieu renuncia a su pasaporte francés". Es evidente que este caso, que ha tenido una gran repercusión internacional y que está siendo absolutamente criticado por diferentes medios y sectores sociales, es sólo la punta del iceberg de toda una serie de personas que buscan, a través de cualquier subterfugio, evitar la colaboración económica con los ciudadanos de sus países, escondiendo o evadiendo sus fortunas mientras la población media hace frente a todo tipo de impuestos y lucha para salir de la decadencia económica en la que nos hemos visto envueltos a causa de la corrupción e ineficiencia de la mayoría de dirigentes políticos y/o económicos.
La actitud de Putin (en Rusia sus ciudadanos pagan tan solo un 13% de impuestos) de conceder la ciudadanía es absolutamente reprobable y contraria a todos los principios de la solidaridad humana, pero es evidente que el marketing de su actuación puede provocarle mayores beneficios que el mantener una actitud solidaria con los millones de personas que sobreviven en situación desesperada en numerosos países incluido el suyo.
La polémica sobre el impuesto del 75% a los ciudadanos franceses que ganan más de US$1,32 millones -vetado hace pocos días por el Tribunal Constitucional de Francia- alcanzó a todos los sectores de la sociedad francesa; pero en lo que muchos están de acuerdo, incluidos compañeros de su gremio, es en tildar la decisión de Gerard Depardieu de insolidaria, al mismo tiempo que fue tachada por el primer ministro francés -Jean Marc Ayrault- de "lamentable". 
Lo que se le reprocha a Gérard Depardieu -especialmente la prensa- es la falta de compromiso con su país, ya que el actor seguirá manteniendo la nacionalidad francesa, pero pagará sus impuestos en Rusia siempre que demuestre oficialmente que pasa la mitad del año en ese país.
Hace unos días el diario francés Libération, en una extensa crónica, informaba que desde hace tiempo al actor sólo le interesa el dinero, así que no es sorprendente que el mismo se una a la colonia de exiliados fiscales franceses en Bélgica y otros países. Para Eric Decouty -quien firmó el editorial de Libération- el anuncio de su exilio con el simple fin de proteger sus economías es patético, antes de ser político. "Sería un error", considera Libération, "ver en el exilio fiscal de Depardieu una travesura más de una estrella en pleno naufragio, ya que la ausencia de sentido moral que muestra la comparten otras figuras, menos truculentas, pero sin duda más políticas como un buen número de empresarios". Esta actitud evasiva es común además en políticos, deportistas y otros personajes que tienen como objetivo acaparar grandes fortunas sin pagar los correspondientes impuestos.
Menos duro en sus comentarios ha sido el francés Le Figaro, pero gracias a este diario de tendencia conservadora, nos enteramos de que entre los bienes del actor figuran "restaurantes de lujo, comercios, viñedos, bienes inmobiliarios, obras de arte, etc". Según declaraciones de un exiliado francés recogidas por Le Figaro, "Depardieu quería dejar Francia antes del 31 de diciembre para escapar al impuesto sobre las grandes fortunas".
Pese a que el impuesto ha sido vetado en su fórmula actual, su implementación -uno de los ejes de su campaña electoral- continúa pendiente en la agenda del Presidente francés François Hollande.

1 comentario:

  1. Alucino.
    Con esto lo único que ha demostrado es ser una persona muy egoísta y no ser para nada solidaria.
    Además de dar MUY MAL ejemplo.

    Al final es lo de siempre, todos pagamos impuestos para que los de nivel salarial alto se salgan con la suya... Así va el mundo.

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