La muerte el lunes de un joven generó el martes disturbios que causaron al menos un fallecido y obligaron el cierre de grandes vías del barrio de Copacabana. © AFP Christophe Simon. |
En protesta por esta muerte, algunos habitantes causaron incendios en varias calles de una favela que se eleva en un cerro sobre Copacabana, y cuya salida está próxima a Nossa Senhora de Copacabana, la principal calle del barrio, junto a la renombrada, por sus playas, Avenida Atlántica.
Neumáticos incendiados, disparos y una violenta protesta bloquearon la noche de ayer martes varias calles de Copacabana, una de las zonas más turísticas de Rio de Janeiro, tras la muerte violenta de un habitante de una favela cercana, constataron residentes de la zona y un fotógrafo de la AFP.
La muerte del joven bailarín en la favela de Pavão-Pavãozinho, situada entre Copacabana e Ipanema, desató la violencia en la zona más turística de la ciudad a menos de dos meses de la Copa del Mundo, informó la prensa brasileña.
Según comentaba un estudiante que vive en una de las calles cortadas por la protesta, "Hay humo por todos lados, disparos en la calle y las personas corren para regresar a sus hogares. Varios camiones del Batallón de Operaciones Especiales de la policía acaban de subir" la colina hacia la favela de Pavão-Pavãozinho.
"Cortaron la electricidad en toda la favela. No hay más luz, ni internet", añadió otra residente de la calle Saint Roman de Copacabana, cortada por la policía.
Los amigos del bailarín, que trabajaba en un conocido programa televisivo, aseguran que el joven fue golpeado hasta la muerte por la policía de esta favela "pacificada" desde el año 2009, luego de ser confundido con un narcotraficante.
Vecinos de la favela confirmaron que el bailarín, que vivía en la barriada, fue golpeado por policías que lo confundieron con un integrante de una banda, según declaró a Efe una portavoz de la ONG Justiça Global.
La policía indicó en un breve comunicado que "las circunstancias de la muerte de Douglas Rafael da Silva Pereira están siendo investigadas" y que el laudo médico "apuntó que las escoriaciones de Douglas son compatibles con muerte ocasionada por una caída".
Según el portal G1, el bailarín trabajaba también como moto-taxi en la favela, y fue hallado muerto dentro de una escuela, sin rastros de disparos.
"Equipos de la comisaría estuvieron en el lugar (de su muerte). Testigos y habitantes serán llamados para prestar declaraciones", declaró un portavoz de la policía.
La muerte del bailarín generó indignación en los habitantes de la comunidad de las favelas de Pavão-Pavãozinho, que incendiaron neumáticos para evitar que se acercara la policía, que cerró varias calles de Copacabana e Ipanema, dos de los principales barrios turísticos de Río.
En las redes sociales, amigos y vecinos de Silva Pereira aseguraron que el joven fue asesinado por policías, pero el comando de la UPP de la favela niega cualquier responsabilidad en el caso.
Ladera de Saint Romain cubierta por objetos incendiados. Marcelo Piu/Agência O Globo |
La muerte de Edilson da Silva dos Santos se produjo tras recibir un disparo en la cabeza durante las manifestaciones que tuvieron lugar en protesta por la muerte del bailarín.
El ruido de los tiros y algunas bombas caseras dejó a los habitantes de Copacabana asustados durante las horas que duraron los tumultos. Carros de supermercados, electrodomésticos o cajas de madera fueron usados como improvisadas barricadas para impedir el acceso de la policía a la favela y calles cercanas.
Según vecinos de la barriada, un niño de 12 años identificado como Matheus, también habría recibido un balazo en la cabeza, pero ninguna fuente oficial ha confirmado esa información.
"Cuando los tiros comenzaron todo parecía las mismas escenas que veo por la televisión de Irak", declaraba para la prensa local Lúcia Salles, de 70 anos.
En el Hotel Miramar, situado en la calle Nossa Senhora de Copacabana, y cercana de la calle que desciende del morro y sirve como salida de la favela, los empleados gritaban e impedían a los turistas abandonar sus instalaciones.
Los huéspedes que se encontraban en los hoteles cercanos, a las escenas que estaban viendo por la televisión, no podían creerse que las mismas estuvieran sucediendo tan cerca de ellos.
La madre del bailarín, supuestamente golpeado hasta la muerte, declaró que "El cuerpo estaba lleno de marcas de botas. La espalda totalmente arañada, y las paredes de la guardería ensangrentadas. La UPP (Unidad de Policía Pacificadora) no proteje a nadie. La gente vive en un régimen de absoluta arbitrariedad. Solo espero que la gente que ha asesinado a mi hijo sea castigada, pues ellos asesinaron a un trabajador".
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