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jueves, 3 de abril de 2014

Egipto, Triple atentado en la Universidad de El Cairo crea el pánico entre los estudiantes

Universidad de El Cairo.
Universidad de El Cairo.

La explosión de varias bombas junto a la Universidad de El Cairo dejó ayer este miércoles dos muertos, entre ellos un general de Policía, en lo que parece ser un ataque contra las fuerzas de seguridad egipcias, y añadió conmoción a una comunidad educativa que se halla envuelta en el caos por la situación política.
Las dos primeras bombas, de fabricación casera y cargadas con metralla, explotaron poco antes del mediodía, tras ser detonadas a distancia junto a un puesto de control policial frente a la facultad de Ingeniería de la Universidad de El Cairo, indicaron fuentes policiales .
El general Tarek al Mergaui, jefe de la Policía de investigación en el sector oeste de Guiza (oeste de El Cairo), perdió la vida por el impacto de los clavos que contenía el artefacto y que impactaron contra varias zonas vitales de su cuerpo.
Otros cinco oficiales resultaron heridos de distinta consideración en esas primeras explosiones, explicó el director de Emergencias del Ministerio de Sanidad, Jaled al Jatib.
Dos horas después, cuando curiosos y periodistas se congregaban frente a la facultad de Ingeniería, un nuevo explosivo fue detonado junto a las ambulancias y furgones policiales que se habían desplazado al lugar, aunque no causó heridos.
"La Policía estaba dispersando a los curiosos y los había agrupado junto a los cámaras de televisión en una rotonda cuando, justo delante, se produjo una explosión relativamente pequeña", explicó a Efe un testigo presencial.

Una persona atiende a uno de los heridos en los atentados. EFE.
Tras el estallido, que levantó una columna de polvo y humo de unos veinte metros, los presentes abandonaron a la carrera el lugar, en medio del pánico y la confusión.
Según la televisión estatal, los artificieros de la Policía tuvieron que desactivar una cuarta bomba, en este caso de dinamita, en un coche hallado en las cercanías.
El grupo Aynad Misr (Soldados de Egipto), de reciente creación, asumió la autoría de los ataques "en respuesta al aumento de las campañas de detención de mujeres y jóvenes", y dijo haber anulado o limitado otras acciones que podían haber matado a civiles.
No parece casual el lugar escogido para llevar a cabo los atentados, pese a estar dirigidos contra la Policía.
La Universidad de El Cairo, al igual que el resto de centros de enseñanza superior de la capital egipcia, se ha convertido en el principal escenario de las manifestaciones en favor del depuesto presidente Mohamed Morsi, que de forma invariable acaban en violentos enfrentamientos.
Las autoridades se han visto impotentes por el momento para frenar la convulsión en las universidades, hasta el punto de tener que prolongar las vacaciones intersemestrales para prevenir la violencia y endurecer las sanciones a estudiantes.
Los Hermanos Musulmanes y sus grupos afines no ocultan que la agitación estudiantil es, hoy por hoy, la piedra angular de su desafío a las autoridades surgidas del golpe contra Morsi de julio pasado.
Sin embargo, la irrupción del terrorismo en puertas del campus universitario -aunque ya habían explotado pequeños artefactos en semanas anteriores- representa una escalada que podría llevar a un endurecimiento de la seguridad.
Pese a que las autoridades no han señalado todavía a posibles autores de los ataques, los estudiantes islamistas marcaron distancias a través de un comunicado en el que condenaron los actos.
"Los oficiales del Ministerio de Interior son responsables del vacío de seguridad actual, que permite esta violencia sin sentido", afirmó el grupo denominado como Estudiantes contra el Golpe, próximo a la Hermandad Musulmana.
Los atentados con bomba y los tiroteos contra las fuerzas de seguridad se han convertido en algo corriente en Egipto desde el golpe militar que derrocó al islamista Mohamed Mursi en julio de 2013. El Gobierno elevó esta semana el balance de muertos en estos ataques a 500, en su mayoría soldados y policías.
El pasado mes de febrero al menos cuatro personas murieron, tres de ellas turistas y el conductor de un autobús, éste último de nacionalidad egipcia, en la explosión de una bomba en el vehículo dedicado a las excursiones turísticas. En el atentado se produjeron además 14 heridos.
El grupo jihaidista Ansar Beit al Maqdis reivindicó la autoría del ataque, que tuvo lugar al paso del autobús por la localidad de Taba, dentro de la turística península del Sinaí y cercana a la frontera con Israel.
A finales de enero al menos cinco personas murieron, y cerca de un centenar resultaron heridas, cuando un kamikaze hizo explotar un coche bomba en el aparcamiento de la Dirección General de la policía, en el centro de la capital egipcia. Un grupo vinculado a Al Qaeda reivindicó la autoría del ataque.
Los analistas temen que los atentados se incrementen a medida que se acerquen las elecciones presidenciales del 26 y 27 de mayo, en las que se espera que se imponga con facilidad Abdelfatá al Sisi, el general que derrocó a Mursi y que la semana pasada abandonó las filas del Ejército para poder presentarse a los comicios.
La Universidad de El Cairo fundada en 1908, y situada en el barrio de Giza, es una de las más grandes y prestigiosas universidades del país árabe, pues cuenta con más de 200.000 estudiantes. Esta no es la primera vez que se produce un atentado con bomba en la Universidad de El Cairo. El pasado 20 de marzo estallaron dos artefactos sin causar víctimas.
El fiscal general del Estado, Hisham Barakat, ha ordenado una investigación de los hechos, y un equipo de detectives se desplazó inmediatamente al lugar para iniciar las pesquisas e interrogar a los testigos.
Egipto vive un período de creciente convulsión política, con una gran cantidad de protestas contra el Gobierno que expulsó a Mursi del poder. El viernes (28.03.2014) nuevamente cientos de partidarios se movilizaron para expresarse contra las intenciones del general Sisi de gobernar Egipto, algo que posiblemente consiga en las elecciones presidenciales, que deberían realizarse a finales de mayo.
Fuentes de seguridad citadas por diversas agencias informaron que durante los enfrentamientos entre la policía y los islamistas, al menos tres personas perdieron la vida, entre ellas la periodista Mayada Achraf, quien recibió un impacto de bala en la cabeza cuando cubría una manifestación al norte de la capital egipcia, El Cairo.
Los Hermanos Musulmanes ha reiterado en imnúmeras ocasiones que continuarían sus protestas contra la "república del terror" impuesta por el general Abdelfattá al Sisi.

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