Se dispara la sisimanía a pocos meses de las elecciones presidenciales. Foto: AP. |
En una rueda de prensa en El Cairo, el presidente de la comisión, Nabil Salib, dijo que unos 20 millones y medio de egipcios, de los casi 53 llamados a las urnas, sufragaron en el plebiscito pese al boicot de los Hermanos Musulmanes y otros grupos afines.
Un total de 19.985.389 personas votaron a favor de la Constitución, lo que confirma la aplastante victoria del "sí" adelantada hace dos días por los medios egipcios.
Había pocas dudas sobre el triunfo del "sí", ya que los llamamientos a sufragar "no" fueron casi inexistentes porque los principales detractores del texto y del proceso transitorio optaron por el boicot a la consulta.
Por ello, el caballo de batalla del plebiscito pasó a ser la participación, que no es tan alta como esperaban las autoridades pero supera el 33% del referéndum constitucional de 2012, en el que la Carta Magna redactada por los islamistas fue refrendada con el 64% de los votos.
Las autoridades interinas egipcias buscaban con el triunfo abrumador del "sí" y una aceptable participación una muestra del respaldo popular a su hoja de ruta del periodo transitorio y al golpe militar que depuso al presidente del país, el islamista Mohamed Mursi, el pasado 3 de julio.
El referéndum adquirió también un cariz plebiscitario sobre la figura del jefe de las Fuerzas Armadas, general Abdel Fatah al Sisi, quien sugirió que se presentaría a las elecciones presidenciales si "el pueblo" se lo pide.
El referéndum se desarrolló entre protestas de los partidarios de Mursi y brotes de violencia en los que murieron once personas y fueron detenidas 444.
La nueva Constitución rebaja el tono islamista de la aprobada en 2012, durante el mandato de Mursi, y refuerza el papel de las Fuerzas Armadas, que podrán designar al ministro de Defensa durante los próximos ocho años.
Con este resultado los militares dieron un paso decisivo para asentarse en el poder político.
Aunque la participación fue muy baja para el ejército fue la suficiente para ver legitimado el golpe que el pasado verano acabó con el gobierno de los Hermanos Musulmanes. El pulso entre éstos y los militares dio como resultado un país fracturado y un golpe legitimado.
Para los Hermanos Musulmanes el camino recorrido ha sido duro, sangriento y desesperanzador: Han pasado del poder a la clandestinidad.
Para los militares ha sido bien diferente, dado que se han legitimado en el poder, y pueden disfrutar de un "Sí" abrumador (¿alguien lo dudaba?), en el referéndum, aunque con una participación muy lejana de lo que podríamos considerar como una representación mayoritaria de la población, mientras el general Abdul Fatah el Sisi, se perfila como candidato a las próximas elecciones presidenciales.
Pero una duda no deja de flotar, y engendrar negras nubes sobre el futuro, ¿que sucederá después de que Sisi gane, como parece previsible, las futuras elecciones presidenciales?.
En una entrevista con la agencia Télam el representante de los Hermanos Musulmanes en Londres, Abdullah El-Haddad, dijo, "El pueblo egipcio boicoteó el falso referéndum y rechazó la legitimación del golpe de Estado con su baja participación en la consulta con la que se ha aprobado la nueva Constitución".
El portavoz El-Haddad subrayó que la Hermandad Musulmana, junto a otros grupos, llamó a boicotear la consulta porque "es un proceso ilegítimo, realizado por una élite no elegida y no representativa, que son los responsables de abortar la democracia".
"La nueva Constitución es un intento de normalizar el golpe de Estado", agregó, en referencia al derrocamiento de 2012 del hasta entonces presidente, Mohamed Mursi.
Medio año después del golpe militar en contra del presidente islamista Mohamed Mursi, los egipcios han debido afrontar un nuevo referendo constitucional. El borrador contiene menos islam y más derechos civiles, pero también otorga más poder al ejército. ¿La nueva constitución mejora la democracia o apuntala el poder del ejército del general Abdel Fatah al Sisi?
La constitución realizada durante la presidencia de Mohamed Mursi, elegido democráticamente pero que gobernó autocraticamente, ya fue muy criticada entonces por su contenido teocrático y su concesión poderes dictatoriales a Mursi y sus Hermanos Musulmanes.
Con la nueva versión revisada, se otorgarán poderes de largo alcance al ejército, como ya sucedió durante los treinta años de autocracia del gobierno de Hosni Mubarak. Así el ejército podrá designar al Ministro de defensa en el futuro, sin pasar por ningún control civil. Asmismo, el presupuesto y los detalles sobre el control militar y sobre grandes partes de la economía siguen siendo opacos.
Por otra parte, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, ha celebrado este domingo la aprobación de una nueva Constitución en Egipto mediante referéndum y ha destacado la "amplia participación" en la cita con las urnas de los pasados 14 y 15 de enero.
"El referéndum se ha caracterizado por una amplia participación que refleja la voluntad del pueblo en el establecimiento de una nueva etapa de transición democrática", ha escrito Elaraby en su cuenta oficial en la red social Twitter.
Aunque la segunda jornada del referéndum fue más tranquila, la primera dejó más de una decena de muertos, varias docenas de heridos y varios centenares de detenidos entre los partidarios de los Hermanos Musulmanes.
A la revuelta de 2011 le han sucedido tres años convulsos con cinco elecciones que en su mayoría ganó la Hermandad. En declaraciones para el diario El País, el activista Hisham Kassem, dijo hoy, "Creo que el país no estaba preparado políticamente para un cambio tan súbito". Kassem asistió a la hermandad en los años noventa frente a una campaña de represión del régimen de Mubarak y hoy es muy crítico con ella. "Es lógico que se beneficiaran los Hermanos Musulmanes. Su base y su organización son muy fuertes. El problema es la sorpresa que dieron al llegar al poder, mostrando su cara más fea. Se revelaron como una secta supremacista y radicalmente religiosa, tratando de controlar al poder judicial, a la policía y a las autoridades religiosas".
El resultado del referéndum puede estabilizar el país en el corto, pero la evolución de la economía será el factor fundamental, en un Egipto fracturado, en la estabilidad en el medio y largo plazo.
Un niño observa a miembros de las fuerzas de seguridad de Egipto que se disponen a disolver una manifestación de apoyo a Mursi, el viernes. / Aly Hazzaa (AP). |
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