Translate

domingo, 5 de enero de 2014

Estados Unidos, Sergio García el indocumentado mexicano que consiguió ser abogado

El mexicano Sergio Garcia posa junto a su casa en California.
Sergio García pasó su examen en 2009. Recién puede ejercer desde este enero. Reuters/Max Whittaker.
El Tribunal Supremo de California ha determinado que el mexicano indocumentado Sergio García puede ejercer como abogado en este estado al cumplir con todos los requerimientos legales para la práctica de su profesión.
Sin embargo el camino hasta conseguir su meta no ha sido nada fácil.
Después de que Sergio García pasara el examen para convertirse en abogado del estado de California en 2009, la alegría de poder ejercer su profesión únicamente le duró dos semanas. Fue el tiempo que tardó en descubrir que su licencia no era válida.
Su estatus como inmigrante indocumentado le impidió recibir una licencia profesional en virtud de una ley federal de 1996 que prohibía a los inmigrantes indocumentados recibir beneficios públicos por parte del Estado.
Tras una larga batalla judicial y años de campaña contra su situación, García fue admitido como abogado en California, cuando la Corte Suprema de ese estado falló a su favor.
En septiembre del año pasado, con 60 votos a favor, la Asamblea de California ya había aprobado una medida para permitir que la Corte Suprema de California autorizase al Colegio de Abogados a darle una licencia al abogado indocumentado Sergio García.
El pasado dos de enero, en una sentencia redactada por la jefe de Justicia Tani Cantil-Sakauye, y registrada el pasado jueves, la Corte Suprema estatal respaldó una moción presentada por el Comité de Examinadores del Colegio de Abogados de California, y, por tanto, garantiza la expedición de una licencia a García, de 36 años y residente ilegal en el país.
El tribunal tomó la decisión después de que una medida firmada por el gobernador Jerry Brown, que permite a los inmigrantes indocumentados ejercer la abogacía en California, entrara en vigencia el 1 de enero.
"Comenzamos el 2014 con grandes esperanzas de que pronto la justicia también será una realidad para millones de trabajadores inmigrantes indocumentados que lo dan todo para el sustento de sus hijos, la fuerza de sus familias y la vitalidad de una nación de inmigrantes", ha comentado Angélica Salas dirigente de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA, en inglés).
El presidente del grupo latino en la Asamblea de California, el senador Ricardo Lara, dijo que, "la decisión de la corte unánime de hoy es no sólo una victoria de Sergio García, sino de todos los individuos que persiguen sus sueños académicos y profesionales en California".
García estaba con sus abogados el día que la decisión fue dictada.
"En el momento en que mi abogado dijo: 'Felicidades, colega'", cuenta el mismo. "Me quebré, me puse a llorar. Ha sido un tiempo muy, muy largo, un viaje muy difícil".
García llegó por primera vez a EE.UU. desde México cuando era un bebé. Sus padres cruzaron ilegalmente la frontera en busca de una vida mejor para su familia. A los nueve años García regresó a México con su madre y vivió allí durante ocho años.
"Hubo muchos días en que fui a la escuela con hambre y sin dinero para comprar comida, porque en México no había ningún almuerzo gratis", recuerda.
Cruzó la frontera de manera ilegal una vez más a los 17 años. Su padre le ayudó a solicitar la residencia permanente. Se aprobó su solicitud, pero nunca recibió su Green Card, la tarjeta de residencia permanente en EE.UU. Trabajó en una tienda de comestibles y ayudó a su padre recoger almendras.
"A veces iría a trabajar con él sólo para recordar lo que no quiero para mi vida. Yo no quiero trabajar en un puesto donde termine agotado, por el salario mínimo", dijo García.
Su condición de indocumentado, como a millones de personas en los Estados Unidos, le causó muchas dificultades. No podía hacer nada que requiera una identificación oficial, como solicitar una licencia de conducir, cobrar un cheque o ir al bar con sus amigos. Tampoco pudo visitar México, ni siquiera cuando murió su abuelo.
"Ser indocumentado en este país es muy difícil para el alma", asegura. "Algo que te consume poco a poco", le comenta a la BBC.
Después de graduarse de la escuela secundaria, García dice que recibió ofertas de la Universidad de California, Berkeley y la Universidad de Stanford, pero no pudo asistir porque no tenía documentos. Se convirtió en un asistente legal, y luego fue a la Universidad Estatal de California y a la Escuela de Derecho de Cal Northern.
Pasó el examen de grado para ser abogado del estado en el primer intento. Y su familia hizo una fiesta para celebrar.
Dos semanas más tarde, García se enteró de que no podían concederle la licencia. "Me dijeron (...) que necesitaba abordar ciertos problemas de mi estatus", cuenta. "Y fue entonces cuando se abrió la caja de Pandora".
Cuatro años más tarde, y sólo horas después de que la Corte Suprema tomara la decisión, García estaba de vuelta en sus oficinas en Chico, California. Tenía una botella de champaña esperando en casa.

"Estoy súper emocionado de por fin poder cumplir uno de mis sueños", dijo García (CNN).
"He estado trabajando todo el día. No hay tiempo para celebrar en este momento", dice.
A pesar de que espera regresar a la corte, esta vez del otro lado del podio, García también espera continuar su trabajo como orador motivacional y activista.
Fundó la Fundación Sergio García C para ayudar a los estudiantes con dificultades para obtener educación universitaria.
También escribió un libro sobre su proceso, que dice que se publicará en algún punto del próximo año.
Pero a García todavía le queda un objetivo por cumplir.
"Sueño con el día en que me convierta en un ciudadano de EE.UU", y añadió "Tengo la esperanza de que no quede mucho para eso", según recoge la BBC.
Varias organizaciones han mostrado su rechazo a a que García pueda ejercer como abogado en California, por contravenir un concepto de la Corte Suprema de Justicia.
Ira Mehlman, portavoz de la Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense (FAIR, en inglés), ha declarado que admitir a García al Colegio de Abogados "es una muestra del nivel del absurdo al que ha descendido el debate de inmigración"
El Gobierno de Obama puso en marcha el 15 de agosto de 2012 una directriz que suspende durante dos años -aunque con permisos renovables- la deportación de buena parte de los jóvenes que viven ilegales y que llegaron a EE.UU. cuando eran menores de edad.
Esa directriz, denominada "acción diferida", abriga a indocumentados que puedan demostrar, a través de documentos, que tenían menos de 31 años de edad cuando se aprobó la directriz, que entraron a EE.UU. cuando tenían menos de 16 años, que llevan cinco años de residencia consecutiva y no tienen historial delictivo.
El debate se encuentra estancado en la Cámara de Representantes por desacuerdo de los republicanos con el tema de la legalización y la ciudadanía para los indocumentados.
Ahora el padre de Sergio García es ciudadano estadunidense, pero la solicitud para el abogado se encuentra rezagada entre decenas de miles ante autoridades de migración, escribió el diario La Opinión de Los Angeles.
Casos similares al de García se presentan en Florida y Nueva York, donde los también abogados José Godínez Samperio (25), y César Vargas (28), de Nueva York, buscan ejercer su profesión.

Sergio García: el primer indocumentado mexicano que trabajará de abogado en EE.UU.
Getty Imágenes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tus opiniones e impresiones sobre una entrada concreta, sobre algún tema sobre el que te gustaría ver una nueva entrada o sobre cualquier tema del blog en general.