Víctimas de feminicidio en Honduras. Captura de la web del diario La Prensa |
El Comisionado de los Derechos Humanos en Hondura, Ramón Custodio, reveló el pasado miércoles que cerca de 3.613 mujeres habían perdido la vida en ese país entre 2002 y junio de 2013, tras ser víctimas de la violencia de género. Sus muertes, sus sueños truncados y el dolor de las familias representan uno de los mayores escándalos nacionales de incumplimiento a los Derechos Humanos por parte del Estado hondureño.
El mismo dio a conocer que el 90 por ciento de los casos gozan de impunidad, realidad que a su juicio, representa un problema latente para la nación centroamericana, y calificó de insuficientes las medidas de seguridad implementadas por el Gobierno hondureño.
Explicó a través de un comunicado que de la cifra total de mujeres asesinadas en ese país entre el 2002 y el primer semestre de 2013, un 50,45%, de los asesinatos, tuvieron lugar durante el gobierno del presidente, Porfirio Lobo. Asimismo, el informe reveló que el 75% de las mujeres asesinadas estaban comprendidas en una edad entre los 15 y 45 años.
La cifra es preocupante para el país, "no es posible que hayan muerto en circunstancias violentas alrededor de 45 mujeres al mes durante el Gobierno de Lobo", destaca el documento. Por otra parte, la nación enfrenta un duro problema por la falla del Sistema Judicial que vulnera centenares de crímenes en contra de las hondureñas.
Custodio lamentó que el Estado no tenga acciones de carácter preventivo ni investigativo en contra de los delitos cometidos bajo cualquier modalidad. "El predominio de la impunidad en un factor determinante y negativo para la seguridad del pueblo hondureño", dijo.
Explicó que 77 por ciento de las víctimas fueron asesinadas con armas de fuego y un 23 por ciento fueron atacadas con armas blancas o estranguladas.
"El feminicidio constituye la mayor y más grave violación de los derechos humanos de la mujer, por tratarse de la eliminación de la vida, principal bien jurídico protegido por los sistemas jurídicos nacionales e internacionales", especificó el Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras.
Desde el año 2002, las autoridades judiciales hondureñas han recibido más de 34 mil denuncias de mujeres que han sido víctimas de violencia intrafamiliar. Las estadísticas asustan, porque de cada 10 mujeres que presentan una denuncia, tres mueren por sus agresores.
Actualmente, Honduras figura como uno de los países de Centroamérica más violentos del mundo, con 92 homicidios por cada 100 millones de habitantes, de acuerdo a un informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2011.
El pasado mes de septiembre, el Comité para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres de la ONU lanzó hoy en Honduras la campaña de comunicación "El valiente no es violento", orientada a sensibilizar a los hombres de este país sobre la erradicación de la violencia contra las féminas.
En el mes de junio un tribunal en Honduras dejó en libertad provisional a un hijo del presidente de ese país, Porfirio Lobo, tras cinco días en prisión, procesado por violencia doméstica contra su expareja, según informó su abogado defensor, Marvin Cálix.
"El juez número ocho liberó temporalmente a Cristian Javier Lobo Bulnes, quien fue acusado por los delitos de violencia intrafamiliar y amenazas de muerte", expresó un comunicado del Juzgado Penal de Tegucigalpa, la capital del país.
El hijo del gobernante fue detenido en un centro de rehabilitación para pacientes alcohólicos en el departamento de Olancho, en el oriente de Honduras, luego de que un juzgado de Tegucigalpa emitió una orden de captura por el delito de violencia doméstica en perjuicio de su expareja.
"Él me golpeó y no pude hacer nada. Después me llevó a una clínica para ser tratada por los médicos y, al salir de allí, puse la denuncia ante la Fiscalía", manifestó la mujer en esa oportunidad.
En agosto de 2012, el Juzgado de Violencia Doméstica impuso a Lobo Bulnes medidas cautelares que incumplió, y en octubre pasado, el hijo del mandatario volvió a agredir a Rosales.
Por ello, la fiscalía trasladó el caso a la Corte Suprema de Justicia, que prohibió a Lobo Bulnes acercarse a la joven y barrer las calles de Tegucigalpa durante una semana, lo cual tampoco cumplió.
Según datos de la Fiscalía Especial de la Mujer, en lo que va del año se registraron 222 mujeres muertas, cifra discutida, ya que el Movimiento de Mujeres Visitación Padilla y el Conadeh cuentan 278 asesinatos contra mujeres. Todas las instituciones, desde el Ministerio Público, Conadeh y organizaciones feministas, manejan sus propias estadísticas. Cada uno defiende su verdad.
Según el periódico hondureño La Prensa, en su artículo una interminable "epidemia" muerte de mujeres en honduras, "En el primer semestre de 2012 ocurrió la muerte violenta de 278 mujeres, lo que significa que un promedio de 46 son asesinadas en el mes, lo que representa tres víctimas cada dos días".
El Iudpas (Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad) y el Observatorio de la Violencia de la Unah (Universidad Nacional Autónoma de Honduras) indican que en el país la muerte violenta de mujeres ha aumentado 129% en el último año, lo que exhibe a Honduras como el lugar más peligroso para las mujeres en Centroamérica.
Según la Encuesta de Población y Salud de 2011-2012, en Honduras el 27 % de las mujeres entre 15 y 49 años ha sido objeto de violencia física a partir de los quince años, con mayor incidencia de casos en féminas del área urbana y sin nivel educativo.
La representante de Organización de Naciones Unidas (ONU-Mujeres) en Tegucigalpa, Maritza Gallardo, dijo que "los índices de violencia contra las mujeres son alarmantes" y lamentó que el gobierno que preside Porfirio Lobo "no aplica la justicia a los responsables de esos crímenes", por lo que el Estado se vuelve cómplice.
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