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lunes, 4 de noviembre de 2013

Alemania, Encontradas unas 1.500 obras de arte, robadas por los nazis, en un apartamento de un anciano alemán

Agentes aduaneros hallaron en el apartamento de un anciano en Múnich unas 1.500 obras de maestros de la pintura moderna como Pablo Picasso, Hénri Matisse, Marc Chagall, Emil Nolde, Max Beckmann, Paul Klee o Max Liebermann robadas durante el nazismo a coleccionistas judíos o confiscadas por ser consideradas "arte degenerado", señalaba ayer la revista 'Focus'. La fiscalía de Augsburgo no quiso confirmar ni desmentir esta información.
Hallan en un piso de Múnich 1.500 obras de arte confiscadas por los nazis en la II Guerra MundialLa propaganda del régimen calificaba de arte degenerado los trabajos de lo que entonces era la vanguardia artística. Siempre según la revista, los cuadros están ya en una cámara acorazada del servicio bávaro de Aduanas, donde la experta berlinesa Meike Hoffmann investiga su procedencia original. El padre del anciano, Hildebrand Gurlitt, fue un marchante de arte que tras la II Guerra Mundial aseguró haber perdido gran cantidad de obras en los bombardeos de Dresde. El hijo del coleccionista las guardó en secreto durante más de 50 años en un apartamento del barrio de Schwabing, según publica el diario El País.
Los historiadores del arte consultados por las autoridades alemanas han situado al menos 300 de las obras como pertenecientes a una exposición que celebró el III Reich para mostrar lo que llamaron "arte degenerado" (Entartete Kunst), en la que reunieron obras que no ensalzaban los valores del ideario nazi y que tenían para los jerarcas fascistas resonancias judías o comunistas. Lo cierto es que bajo esa etiqueta entraba casi todo el arte contemporáneo que se estaba realizando en las vanguardias europeas del momento, de Chagall a Emil Nolde.
Tras la muestra, la Comisión del Arte Degenerado recibió la orden de vender las obras para lograr divisas para el régimen, aunque uno de los expertos contratados, el historiador y marchante de arte Hildebrandt Gurlitt, padre de Cornelius, decidió que había otra salida mejor para los cuadros.
Según el semanario, los agentes confiscaron los cuadros durante la primavera alemana de 2011, pocos meses después de interceptar a un hombre de 80 años, en un rutinario control aduanero a la búsqueda de evasores fiscales, con una considerable cantidad de billetes de 500 euros en el bolsillo, mientras realizaba un viaje de tren entre Suiza y Múnich.
Las pinturas decomisadas se encuentran en un recinto de seguridad de la aduana de Múnich. Una historiadora de arte de Berlín intenta dilucidar su origen y valor. Según 'Focus', las pinturas tendrían un valor total cercano a los mil millones de euros (1.300 millones de dólares).
De acuerdo con la revista, el padre del anciano, un marchante, había adquirido las pinturas en los años 30 y 40. El hijo las tuvo guardadas durante más de medio siglo en repisas rudimentarias en cuartos oscuros y vendió alguna que otra para poder vivir.
El apartamento donde fueron encontradas estas piezas, saqueadas por el nazismo, estaba lleno de basura, comida en descomposición, latas caducadas, junto a los cuadros polvorientos de tremendo valor artístico y económico. 
El semanario indica que la fiscalía lo investiga por fraude fiscal.
Una de las pinturas decomisadas es al parecer una obra de Matisse de propiedad del coleccionista Paul Rosenberg, abuelo de la periodista francesa Anne Sinclair. La ex esposa del antiguo director del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Kahn lucha desde hace años por la restitución de los cuadros robados por los nazis, pero al parecer no sabía de la existencia de esta pintura de Matisse.
Rosenberg, comerciante de arte que representaba tanto a Picasso como a Matisse, fue forzado a abandonar su colección cuando huyó de Alemania en la década de 1930.
Hildebrandt Gurlitt, en 1945, aseguró que tanto los cuadros como sus archivos había ardido en las llamas del bombardeo de Dresde, su ciudad natal. De aquella mentira ha vivido desde entonces su hijo Cornelius.
Gurlitt recibió el encargo del Ministerio de Propaganda que dirigía Joseph Goebbels de vender en el extranjero las obras de 'arte degenerado' que se iban retirando de museos alemanes o confiscando a coleccionistas particulares, sobre todo judíos. En esa operación de 'limpieza' artística desaparecieron también cientos de obras cuyo paradero se desconoce, o desconocía, hasta ahora. Al término de la guerra el historiador de arte superó sin problemas una prueba de desnazificación por sus orígenes judíos y su no pertenencia a organizaciones nacionalsocialistas y fue director de la Sociedad de Arte de Renania y Westfalia en Düsseldorf. 
Para los expertos que accedieron a la colección, y que no daban crédito a sus ojos, pues muchas de las obras se daban por perdidas desde la II Guerra Muncial, en teoría destruidas por los bombardeos aliados, éste es uno de los mayores descubrimientos artísticos en las últimas décadas.
La revista revela que, aunque el hallazgo del tesoro se realizó en la primavera de 2011, la operación se ha mantenido hasta ahora en el más absoluto de los secretos.
Hay órdenes internacionales para al menos 200 de las obras, agrega Focus.
El Museo del Holocausto de Estados Unidos calcula que los nazis se adueñaron de unas 16.000 obras en total.

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