Las bancarrotas de los Estados y los impagos de deuda se han producido
desde hace siglos. Malas gestiones, derroches de dinero, guerras eternas
que absorbían los recursos estatales e inversiones de dudosa
rentabilidad solían ser los principales motivos que obligaban a los
países a tener que decirle a sus acreedores que no podían pagar.
Realmente, esos impagos se debían a la imposibilidad técnica de abonar
las deudas.
Otra cosa distinta es no querer pagar las deudas; eso se empezó a producir en siglo XX, cuando en diversos momentos algunos estados se negaron a pagar una parte o la totalidad de las deudas que habían contraído con el exterior. Ejemplo de este proceder podría ser la Rusia de 1918, la URSS se formaría en 1922, que rehusó pagar las deudas de la Rusia zarista al considerarlas ilegítimas; también en 1923, el estado costarricense se negó a pagar una deuda contraída por el presidente y dictador saliente Tinoco a título personal y que el Royal Bank of Canada le reclamaba al conjunto del país.
A menos de una semana del default, las conversaciones que tienen lugar en la oficina del mediador Daniel Pollack desde hace más de dos semanas para tratar de evitarlo, no han avanzado en lo más mínimo. De acuerdo al comunicado de Pollack emitido después de la reunión de ayer, las divergencias entre los fondos buitre y la Argentina siguen siendo tan serias como las que existían en la primera reunión. Y el Gobierno argentino sigue negándose a conversar , cara a cara, con los representantes de los buitres o sus abogados.
Sin embargo, nadie dice que las reuniones fracasaron. Todo lo contrario. Siempre queda una esperanza. Ayer a última hora, Pollack obtuvo el visto bueno de las partes para que tenga lugar hoy una nueva reunión.
Eran los primeros encuentros después de que el juez Thomas Griesa rechazara, una vez más, reponer la medida cautelar (stay) que solicitó Argentina para destrabar los pagos que debe hacer a los bonistas por 539 millones de dólares, y que si no concreta antes del 30 de julio llevarán al país a un nuevo default. En estos días, cuando se habla de crisis de deuda, surge inmediatamente el nombre de Argentina.
El país sudamericano parece estar nuevamente al borde de la cesación de pagos (o default)
luego de que en EE.UU. el juez Thomas Griesa fallara en favor de grupos
de acreedores privados que tienen bonos del Estado argentino.
Otra cosa distinta es no querer pagar las deudas; eso se empezó a producir en siglo XX, cuando en diversos momentos algunos estados se negaron a pagar una parte o la totalidad de las deudas que habían contraído con el exterior. Ejemplo de este proceder podría ser la Rusia de 1918, la URSS se formaría en 1922, que rehusó pagar las deudas de la Rusia zarista al considerarlas ilegítimas; también en 1923, el estado costarricense se negó a pagar una deuda contraída por el presidente y dictador saliente Tinoco a título personal y que el Royal Bank of Canada le reclamaba al conjunto del país.
A menos de una semana del default, las conversaciones que tienen lugar en la oficina del mediador Daniel Pollack desde hace más de dos semanas para tratar de evitarlo, no han avanzado en lo más mínimo. De acuerdo al comunicado de Pollack emitido después de la reunión de ayer, las divergencias entre los fondos buitre y la Argentina siguen siendo tan serias como las que existían en la primera reunión. Y el Gobierno argentino sigue negándose a conversar , cara a cara, con los representantes de los buitres o sus abogados.
Sin embargo, nadie dice que las reuniones fracasaron. Todo lo contrario. Siempre queda una esperanza. Ayer a última hora, Pollack obtuvo el visto bueno de las partes para que tenga lugar hoy una nueva reunión.
Eran los primeros encuentros después de que el juez Thomas Griesa rechazara, una vez más, reponer la medida cautelar (stay) que solicitó Argentina para destrabar los pagos que debe hacer a los bonistas por 539 millones de dólares, y que si no concreta antes del 30 de julio llevarán al país a un nuevo default. En estos días, cuando se habla de crisis de deuda, surge inmediatamente el nombre de Argentina.
En menos de una semana vence el plazo de gracia para que Argentina desembolse el dinero y, si no logra renegociar los términos en EE.UU., es posible que caiga en default.
Pero hay más razones para que se hable de Argentina.
Pocos olvidan que el país –una de las mayores economías de América Latina- se declaró en cesación de pagos en 2001, en medio de su mayor crisis política, social y financiera de los últimos tiempos.
Desde entonces los inversionistas y la prensa internacionales han mirado con desconfianza a la nación sudamericana, mientras el gobierno ha intentado sin mucho éxito regresar a los mercados de capitales, que consideran al país una suerte de paria.
Ahora bien, desde una mirada más amplia y retrospectiva, ¿es merecida la mala fama de Argentina en los círculos financieros?
Un reportaje sobre los impagos de la deuda la BBC hace, en nueve puntos, un pequeño repaso a los default.
1. ¿Cuál fue el primer default del que se tiene conocimiento?
Grecia, aquejada por los defaults en la Antigüedad y en tiempos contemporáneos. |
Los economistas ubican en Grecia la primera forma de default registrada, en el año 377 antes de Cristo, cuando una decena de polis -ciudades griegas- decidieron no cumplir con sus obligaciones financieras.
Sin embargo, aclaran que la mayoría de las crisis de deuda en la Antigüedad se resolvieron a través de la inflación y las devaluaciones, con lo que se terminaba devolviendo menos dinero en términos reales, como una suerte de reestructuración de facto.
Desde entonces, el destino financiero de los griegos ha sido cíclico: han dejado de pagar sus deudas en numerosas ocasiones.
2. ¿Son muchos o pocos los países que han caído en cesación de pagos desde entonces?
Los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, de la Universidad de Harvard, en EE.UU., se han dedicado a contabilizar los defaults de deudas soberanas (las declaradas por Estados) desde 1800 hasta la década de 2000.
Rogoff y Reinhart han contabilizado unas 250 cesaciones de pagos en 200 años, es decir, un promedio de más de una por año, incluyendo la de 2001 en Argentina.
La conclusión de los investigadores de Harvard es que los defaults son inherentes a la economía global y no son tan raros y anormales como algunos países centrales, economistas ortodoxos y medios de comunicación quieren hacer parecer.
3. ¿Qué naciones han sido las más vulnerables?
Los países en desarrollo, los más propensos. |
Desde entonces y hasta la fecha, dice la ONU, ha habido más de 600 casos de reestructuraciones en unos 95 países, un fenómeno que el organismo considera "generalizado".
De ellas, más de 180 fueron compromisos con acreedores privados (bancos y tenedores de bonos extranjeros), mientras que el resto -la mayoría- fueron con entidades internacionales de crédito como el Club de París.
El informe de la ONU reconoce que el problema de las demandas entabladas por tenedores de bonos privados ha sido frecuente, aunque en los últimos 15 años las reestructuraciones han sido "relativamente tranquilas", a excepción de casos como el de Argentina -hoy en las noticias- y Dominica.
4. ¿Es Argentina, efectivamente, el país que ha incurrido en más defaults?
Historiadores económicos afirman que, a pesar de la mala prensa, Argentina no es el país que más ha incumplido sus deudas.España encabeza la lista de deudores más incumplidores. |
Así se desprende de un ránking de países con más defaults desde el siglo XVI (o su independencia) elaborado a partir de datos compilados por Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, de la Universidad de Harvard, y otros investigadores como el economista Miguel Ángel Boggiano, de la Universidad de San Andrés en Buenos Aires.
El país ibérico encabeza la lista, mientras que Argentina figura bastante más abajo, con 7 eventos.
Boggiano le subraya a BBC Mundo que incluso varios países latinoamericanos están más altos en la lista: Venezuela y Ecuador (con 11); Brasil (con 10), y Costa Rica, México, Perú y Chile (con 9).
Los más incumplidores:
País | Defaults o reestructuraciones |
1. España | 13 eventos |
2. Venezuela, Ecuador | 11 |
3. Brasil | 10 |
4. Francia, Costa Rica, México, Perú, Chile, Paraguay | 9 |
5. El Salvador, Alemania (incluyendo Prusia, Hesse, Schleswig-Holstein y Westfalia) | 8 |
6. Argentina, Colombia, Uruguay, Portugal | 7 |
7. EE.UU., Bolivia, Turquía, Rusia, Grecia, Imperio Austro-Húngaro | 6 |
8. Nigeria | 5 |
5. Entonces, ¿merece Argentina su mala fama?
Por su parte, Jill Hedges, especialista en historia financiera de Argentina y del resto de América Latina de la consultora Oxford Analytica, cree que, por su historial de cesaciones de pagos, es "un poco entendible" que Argentina tenga un mal nombre entre los inversores.
Según le comenta Hedges a BBC Mundo, el país tiene una larga y tortuosa historia de inestabilidad macroeconómica y de ciclos de "prosperidad y caída" que parecen no acabar nunca.
"Sin embargo -aclara-, creo que sería justo repartir la responsabilidad entre Argentina, por un lado, y los sistemas económicos internacionales, por el otro".
La experta afirma que la economía del país, con su modelo agroexportador, ha sido siempre muy dependiente del contexto global.
"Básicamente, lo que se repite a lo largo de la historia es que cuando las cosas van bien, nadie quiere asumir el costo político de implementar reformas que no traerán rédito político en el corto plazo y, cuando las cosas van mal, no hay espacio para reformar".
Por otra parte, añade Hedges, la ventaja que tiene el capital internacional frente a países en desarrollo es desigual y "se usa muchas veces para el bienestar del inversor y no del país".
"Asimismo, las recetas de austeridad que ha impuesto el FMI (Fondo Monetario Internacional) no suelen mejorar la situación de debilidad. Y como hemos visto con los 'fondos buitre', el default es un negocio rotundo para algunos inversores".
6. ¿Cuál ha sido la mayor deuda impaga registrada hasta la fecha?
La cesación de pagos de Argentina de 2001, de unos 95.000 millones de dólares, es considerada por economistas como Jill Hedges como el default soberano más grande de la historia.Sin embargo, algunos expertos afirman que el mayor default de los últimos tiempos ha sido el de Grecia en 2010, cuando el país europeo, quebrado por la crisis financiera que estalló en 2008, llegó a un acuerdo con los tenedores de bonos para pagarles 138.000 millones de dólares menos de lo que debía: 410.000 millones de dólares en concepto de deuda pública.
Se trató de una reestructuración que estuvo bajo los auspicios de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
De todas maneras, los economistas creen que es muy difícil hablar del "mayor default de la historia", ya que es complicado comparar cesaciones de pagos del pasado, en monedas cuyos valores son difíciles de actualizar, con las más recientes.
"Es complicadísimo calcular los montos", dice Miguel Ángel Boggiano, de la Universidad de San Andrés, en Buenos Aires. Y añade a continuación, "Si uno convirtiera a valores hoy algunos defaults de España o Francia, serían al menos comparables al de Argentina".
7. ¿Son las economías más vulnerables en Europa en la actualidad las más incumplidoras?
Varias economías europeas aún están en la zona de riesgo. |
Estos cinco países tienen un historial divergente en cuanto a defaults en los últimos 200 años.
Irlanda nunca ha declarado una cesación de pagos, mientras que Italia sólo lo hizo durante la Segunda Guerra Mundial.
Portugal ha caído cuatro veces en default de su deuda externa, la última vez a fines del siglo XIX.
Y Grecia dejó de pagar sus obligaciones financieras seis veces, contando la reestructuración de 2010.
España tiene el récord con nueve cesaciones de pagos en los últimos dos siglos, la más reciente en 1936-1939, durante la guerra civil.
8. ¿Y qué ha ocurrido últimamente con EE.UU.?
Estados Unidos no declaró formalmente un default pero alteró en dos oportunidades la paridad del dólar con el oro (1933 y 1971), lo que implicó pagar su deuda con una moneda depreciada, que en los hechos significó una quita de capital a los acreedores. Sin embargo, desde la crisis financiera global de 2008 se ha abierto una amplia brecha entre el ingreso y el gasto público.
Por eso, el gobierno se ha visto obligado a pedirle varias veces al Congreso que eleve el llamado "techo de la deuda", el límite de dinero que la administración puede tomar prestado con permiso de los legisladores.
En medio de una fuerte división entre demócratas y republicanos y la intransigencia de sus posturas, el país ha estado en varias ocasiones al borde del default.
Una cesación de pagos de EE.UU. podría tener consecuencias devastadoras para la economía mundial, explica el analista económico de la BBC Ben Morris.
El default podría llevar a una masiva venta de bonos del Tesoro estadounidense -considerados una de las inversiones más seguras del mundo-, que ya no valdrían lo mismo para quienes los poseen, perderían valor. Y uno de los grandes perjudicados sería China, el mayor acreedor del país.
No obstante, en febrero de este año el Congreso acordó elevar el techo de la deuda a US$17,2 billones hasta marzo de 2015.
9. ¿Hay realmente países con un historial impecable en cuanto al pago de sus deudas?
Entre ellos figuran Suiza, Bélgica, Noruega, Finlandia, Suiza, Canadá, Corea del Sur, Singapur y Nueva Zelanda.
Países como Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, si bien no tienen un historial limpio, son considerados "creíbles" por los mercados internacionales.
Y las principales razones son dos: porque han tenido largos períodos libres de defaults y porque son los grandes acreedores del mundo en cuanto a la cantidad de capital que prestan.
"El fenómeno de los defaults más bien pareciera un rito de pasaje universal para casi todos los países mientras transitan el camino desde la condición de emergente a la de Estados desarrollados", dicen Kenneth Rogoff (ex economista jefe del FMI) y Carmen Reinhart (ex vicepresidente del banco de inversión Bear Stearns) en "Ocho siglos de crisis financieras. Historia mundial de los defaults". Poniendo como ejemplo de sus conclusión a Francia, que defaulteó los pagos de su deuda externa 8 veces entre 1558 y 1788, mientras que España lo hizo 6 veces entre 1557 y 1647.
En esa época los defaults eran tan usuales que los reyes franceses ejecutaban a sus acreedores (bloodletting) como estrategia para "reestructurar deudas". El ministro de Finanzas francés en la Francia de Luis XV, el abad Abbe Terray entre 1768-1774, reivindicó que los gobiernos deberían defaultear una vez cada cien años, a fin restaurar el equilibrio en las finanzas públicas.
Con esos antecedentes, afirman, en su libro, que "no sería justo calificar a ninguno de los mercados emergentes de hoy con el título de defaulteador serial".
Tu "mirada" es la de Nueva York pues calla la usura, los intereses usurarios de los prestamistas banqueros a quienes tú sigues. Por si te interesa, hasta el Antiguo Testamento establece que cada tantos años (6-7) se le perdona la déuda al que haya estado pagándola hasta donde puede (porque, de hecho, YA la han pagado, dando los intereses usurarios antecitados).
ResponderEliminarLos Papas han pedido, varios de ellos, que se perdone la déuda usurera a los países cuya economía se haya arruinado —como sucedió en Argentina cuando impuso la dolarización del capitalismo de casino— y, puesto que Occidente, salvo Alemania, es un sistema de materialismo-de-masas en el que la riqueza se acumula al tope (lo menos cristiano posible, en otras palabras), hete aquí la paradoja de que el único país-superpotencia que perdona la déuda es Rusia, que lo acaba de hacer con la de Cuba. Con razón decía Jefferson que temía más a los banqueros que a un ejército extranjero porque su capacidad de destrucción de un país era superior —y concordaban los Padres Fundadores (Franklyn con palabras tremendas) quizá porque, siendo dueños de esclavos, se conocían la mentalidad de los prestamistas/banqueros, adoradores de Mamon y promotores de toda déuda que esclavice a la humanidad (Goldman SacKs, p.e.).
Gracias a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y al banco que han creado para promover la obra infraestructural en Argentina y otras partes de Sud América hay una alternativa. Con esto no quiero intimar que Argentina haya administrado bien o que el oponerse a pagar una déuda sea una buena opción.
Sí que ha habido pagos de déuda y que éstos pueden ser "loados", pero si se hace esto último ha de establecerse distinciones entre los modos y las circunstancias en que se pagó la déuda: p.e. que tan pobre era el país o que tan arruinado estaba; si tenía ingresos cuantiosos; si con el pago de déuda la mayoría de la población quedaba en la miseria; si se amenazó al país deudor, se le invadió, bombardeó, etc. y a cuántos cientos o miles de personas se mató; etc.
Venezuela, hace un siglo, fca. 1901, fue cañoneada por buques de guerra alemanes y franceses, por negarse a pagar la déuda externa. USA intervino, alarmada de que una potencia extra-americana se adjudicara ese poder imperial, e intervino. Hubo "regime change", cambio de régimen a-la-USA, y entró a gobernar Venezuela como dictador el general Juan Vicente Gómez, quien pagó la déuda con el petróleo que USA acababa de empezar a explotar.
Entonces en México, el general y presidente Porfirio Díaz terminó de pagar en la primera década del XX la déuda mexicana.
Dos historietas de déudas pagadas, dos países que nacionalizaron el petróleo, primero México con Lázaro Cárdenas (1936) y luego Venezuela con Carlos Andrés Pérez (1973). Lo de las déudas abre paso a discusiones interesantes. Alemania está aún pagando a Israel la déuda por los millones muertos en los campos de concentración y esa déuda no se perdona nunca, la de la sangre.