Jordi Pujol expresidente de la Generalitat (gobierno) de Cataluña. |
Cataluña vive estos días un nuevo, y quizás el más importante en muchas décadas, terremoto político. Jordi Pujol, presidente de la Generalitat, el gobierno de Cataluña, durante 23 años, referente y líder histórico de la región, confesó el viernes que su familia mantuvo fondos ocultos en paraísos fiscales durante más de tres décadas. Una herencia que, pese a las tres amnistías fiscales decretadas por los gobiernos españoles desde entonces, no habían tenido tiempo -o no habían estimado oportuno- poner sobre la mesa del fisco.
Jordi Pujol desapareció ayer, oficialmente, del mapa político catalán. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, compareció ante la prensa para anunciar que Pujol renuncia a todos los cargos honoríficos en Convergència i la coalición CiU, así como a todos los privilegios derivados de su condición como expresidente, incluido el trato protocolario de "molt honorable" (muy honorable), tras hacer público que durante 34 años ha mantenido una fortuna oculta en paraísos fiscales.
La retirada de las prerrogativas supone que el expresidente dejará de recibir una pensión de 86.418 euros al año por haber ejercido el cargo durante 23 años. La decisión también supondrá abandonar el despacho que tiene en el céntrico paseo de Gràcia de Barcelona por su condición de expresidente, y que utiliza a diario, así como el coche oficial y el chófer, así como devolverá la Medalla de Oro de la Generalitat que recibió en 2007.
Jordi Pujol ya había renunciado a su cargo de presidente honorífico de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y CiU, la coalición que gobierna en la región autonómica, tras anunciar el fraude.
Además, el anuncio se produjo pocos días antes de la reunión que, por primera vez en ocho meses, mantienen este miércoles el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el presidente español, Mariano Rajoy.
El encuentro llega tras meses de tensiones por la convocatoria de la consulta de independencia en Cataluña que el Gobierno español no autoriza.
Fue Artur Mas quien anunció que Pujol renuncia a los cargos y prerrogativas que mantenía como ex presidente. Mas se sinceró con los periodistas ante una situación inédita para él y su partido.
"El dolor es muy grande, es inmenso", dijo. Para añadir a continuación, "Siento mucha pena, pero también compasión". El presidente de la Generalitat admitió que de todas las situaciones complicadas que le ha tocado vivir, esta es la peor. "Es la que me afecta más", reconoció Mas.
El actual presidente catalán considera a Pujol como su "padre político".
Pero Pujol no era solo un referente para Mas, sino para muchos otros catalanes. "Era un símbolo de la democracia, de la libertad y de la autonomía de Cataluña", explica a BBC Mundo Lluís Orriols, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Oxford y profesor de la Universidad de Girona, en Cataluña.
En los años 60, Pujol estuvo encarcelado por protestar contra la dictadura de Francisco Franco.
Llegada la democracia, ganó las primeras elecciones al Parlamento catalán y se mantuvo en el cargo durante 23 años, con amplias mayorías y sin sufrir el desgaste que experimentaron otros políticos.
Fue el fundador de Convergència Democràtica, un partido fundamental en la política catalana y la formación a la que pertenece el actual presidente Mas. Era un símbolo del catalanismo. Y en los últimos años -en un giro respecto a su posición anterior- también se había declarado favorable a la independencia.
Pero quizás el aspecto más importante de la trayectoria política de Pujol es su capacidad para alcanzar pactos con fuerzas políticas no catalanas en el Parlamento español.
"En España (fuera de Cataluña) se le veía como un gran estadista, un político de altura", dice Orriols. Pujol fue durante años garante de la estabilidad parlamentaria al ser capaz de pactar tanto con el conservador Partido Popular (PP) -actualmente en el poder- como con los socialistas del PSOE. Pujol siempre ha sido un político "pragmático", en palabras de Joan Subirats, profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Una persona en cuya imagen pública es difícil separar la vida privada, familiar y personal de su papel en el partido y de líder de Cataluña.
Pero esta benevolente imagen se resquebrajó el pasado viernes, cuando Pujol hizo una declaración pública en la que confesó que su familia mantuvo fuera de España y sin declarar una herencia millonaria de su padre.
Lo hizo después de meses de escándalos que penden sobre varios de sus siete hijos, relacionados con movimientos de grandes cantidades de dinero en cuentas en el extranjero. Uno de ellos, Oriol Pujol, lleva meses imputado por soborno y tráfico de influencias por un caso de adjudicaciones públicas.
La confesión no ha servido, sin embargo, para acallar las sospechas sobre el origen de los fondos millonarios de la familia.
No hay perspectivas de que el foco mediático sobre Pujol y su familia se vaya a disipar pronto.
"Las investigaciones pueden durar meses", le explica a BBC Mundo Joan Queralt, Catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona.
La confesión ha generado en Cataluña una sensación de "drama", de "ruina moral", en palabras de Subirats.
Según el periódico catalán La Vanguardia, en un artículo sobre la supuesta herencia recibida por Jordi Pujol, su hermana le dijo "Pero, ¿de qué herencia hablas, Jordi?" La hermana del expresident de la Generalitat, Maria Pujol y Soley, y su esposo, el abogado e historiador de la economía Francesc Cabana i Vancells, no podían dar crédito, ningún crédito, a lo que estaban oyendo en su propia casa y en boca del hombre que dirigió los destinos de Catalunya durante 23 años. Era el mediodía del viernes 25 de julio, festividad de Santiago, cuando Jordi Pujol y Soley apareció en el domicilio de la familia Cabana-Pujol. Pocas horas después haría llegar a los diarios a través de sus abogados lo que, en esa visita, verbalizó ante Maria y Francesc, el comunicado, la bomba, con la que ha acabado inmolándose política y moralmente quizás para siempre. Según les relató -como después hizo en esa confesión pública de dos folios-, su mujer, Marta Ferrusola, y sus hijos habían regularizado ante la Hacienda española una herencia recibida de su padre, Florenci Pujol Brugat, en 1980, depositada en Andorra durante los últimos 34 años. El problema añadido es que ese viernes fue la primera vez que su hermana, Maria, y su cuñado, Francesc, oyeron hablar de ese legado del avi Florenci".
Todavía está por ver si la estrepitosa caída del hasta ahora "molt honorable president" afectará al futuro del movimiento independentista, que se enfrenta a unos meses clave, y tiene la vista puesta en la consulta (no autorizada por el gobierno español) sobre la independencia de Cataluña, con respecto a España, que se celebrará el 11 de noviembre.
Según Orriols, el caso no debería tener, necesariamente, un efecto directo en el apoyo popular a la independencia de Cataluña. "No creo que tenga un efecto mortal, ni mucho menos", comentaba para la BBC. Para Orriols, la falta de efecto de las actuaciones de Jordi Pujol, y su familia, en el apoyo a la independencia, de una gran parte de la población, se debería a que la ola independentista no ha sido, en esencia, un movimiento controlado por las élites, sino que tiene una base popular importante.
Pero esto no significa que la caída de Pujol sea inocua. "El caso golpea una parte de los argumentos de los independentistas", dice Orriols, en referencia a la defensa de una gran parte de la ciudadanía que considera que "una Cataluña independiente va a ser distinta y menos corrupta que España".
Algunos medios aludieron a las consecuencias del escándalo que afecta a Pujol sobre la reunión que se celebra hoy en Madrid.
Pero Mas ha insistido en que el caso no tiene nada que ver con el futuro de Cataluña. "El país está por encima de todos, no caigamos en interpretaciones que sugieran que esto condicionará decisiones de los próximos meses", afirmó.
Mientras tanto un informe elaborado por el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), que aporta nuevos datos sobre las presuntas irregularidades en los negocios de Jordi Pujol hijo, considera que la corrupción política está en el origen de la fortuna amasada, con los años, por Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente de la Generalitat. El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz le investiga desde hace más de un año, tras la denuncia presentada por su exnovia, Victoria Álvarez, que relató cómo el mayor de los siete hermanos viajaba con frecuencia a Andorra, de donde traía a España bolsas repletas con billetes de 500 euros.
La exnovia de Jordi Pujol hijo, María Victoria Álvarez, ha asegurado que el dinero que la familia del expresidente de Cataluña tiene en el extranjero "no es una herencia", como sostiene el histórico dirigente de la Generalitat Jordi Pujol, que el pasado viernes confesó que había tenido dinero oculto en el extranjero durante más de tres décadas, sino que procede de comisiones de obra pública.
Aunque desde diferentes partidos políticos, Partido Popular o PSOE, se está queriendo obtener un rédito político de este notorio caso de corrupción, la verdad es que no dejan de ser unos políticos más, de los cientos que están envueltos -junto a empresarios españoles-, de diferentes niveles de las instituciones públicas, en decenas de tramas de corrupción de Norte a Sur y de Este a Oeste del país.
Jordi Pujol y su hijo Jordi en una excursión al Aneto en 1999 - Web de El País. |
Es que nadie tiene una soga para colgar a esa banda de ladrones del clan Pujol ?.
ResponderEliminarEn España no hay justicia, es solo una imansa bola de corrupción ?.