Brasil, Una represión de dictadura, un triste broche para la Copa de Mundo 2014

Imagen de la protesta de ayer.

Los 26.000 agentes desplegados en Río de Janeiro para garantizar la seguridad en las calles durante la final del Mundial no pudieron evitar nuevas protestas cerca del estadio de Maracaná, donde se celebraba la final entre Alemania y Argentina. Una serie de manifestaciones, que reunió más de un millar de personas criticaba, sobre todo, la detención de activistas el día anterior y los gastos y la forma con la que el propio Mundial fue organizado en Brasil.
Fuera del perímetro de seguridad del Maracaná, en la plaza Saens Peña, en el barrio de Tijuca, varios activistas y policías se enfrentaron y la Polícia Militar lanzó gas lacrimógeno para dispersar a la multitud. En la protesta también intervino una unidad de caballería de la polícia, que dejó por lo menos un herido a unos dos kilómetros del estadio.
En medio de un clima de confusión, las autoridades cerraron la estación de metro Saens Peña por temor a que la violencia se extendiera a las plataformas. Mientras la policía blindaba los accesos a la plaza, los agentes detuvieron al menos a tres personas. Algunos vecinos del barrio se quejaron por no poder entrar en sus casas.

Foto AFP.

Como tantas otras durante el último año, la movilización fue convocada por las redes sociales, esta vez por el grupo "Nossa Copa es Na Rua" (Nuestra Copa es en la Calle). Al comenzar el acto, los manifestantes distribuyeron panfletos y mostraron carteles con mensajes en contra del Mundial en diferentes idiomas.
Según las informaciones que iba publicando en directo el colectivo Mídia Ninja, la Policía Militar realizó detenciones arbitrarias, además de ser responsable de agresiones como la del periodista canadiense Jason O'hara, al que un policía militar le robó la cámara y además resultó herido en los brazos y en la pierna, según el colectivo, que contó, al menos, otros tres casos de periodistas heridos.
Mauro Pimentel, periodista del Portal Terra también fue agredido por miembros de la Policía Militar, según recogía ayer el mencionado Portal.
El grupo de manifestantes comenzó a caminar desde la plaza Afonso Pena rumbo a la Saens Peña para ir aproximándose al estadio. Al llegar a la Saens Peña, sin embargo, fueron recibidos por un fuerte operativo de seguridad.
Horas antes un grupo de manifestantes se concentró, en protesta por la corrupción y los altos gastos de la Copa 2014, frente al hotel Copacabana Palace, situado en la playa que da nombre al mismo, donde se encontraban hospedados los dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA).
El sábado, 19 activistas, entre ellos dos menores, fueron detenidos durante una operación en Rio de Janeiro de la Polícia Civil de esa ciudad, acusados de formación de banda organizada, y participación en actos violentos durante las protestas, según la Orden de los Abogados de Brasil en Río de Janeiro (OAB-RJ). Esta organización mostró su preocupación por esas detenciones.
Otros nueve activistas al encontrarse fuera de sus domicilios han sido considerados como fugitivos.
Un miembro del grupo declaró para la prensa local, "Considerando que una manifestación había sido convocada para mañana (domingo), las detenciones parecen tener un carácter intimidatório".
Los detenidos, que fueron llevados para la Cidade da Policía, en el barrio de Jacaré, situado en el suburbio de Rio, tendrán que responder por el delito de formación de banda armada, pena prevista con tres años de reclusión.
Ante la arbitrariedad de las detenciones Amnistía Internacional mostraba su preocupación por estas acciones policiales que, "repiten el patrón de intimidación que ya había sido identificado por la organización antes del inicio del Mundial", según declaraban desde esa organización.

Elisa de Quadros Pinto Sanzi (de 28 años). Simone Marinho/Agência O Globo

Entre los detenidos se encuentra Elisa de Quadros, conocida como "Sininho", que ganó destaque en la prensa local el pasado año por su activa participación en las protestas de 2013. Ésta fue presa el sábado en la ciudad de Porto Alegre por policías de la Delegación de Represión a Crímenes de Informática (DRCI) de Rio de Janeiro, bajo la misma acusación que los otros 18 detenidos.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la OAB de Rio de Janeiro, Marcelo Chalreo, clasificó las prisiones como políticas y arbitrarias, en entrevista al Portal Terra.
"Es absurdo. Esas prisiones tienen carácter político e intimidatorio con el claro objetivo de amenazar el derecho a manifestarse", comentó el mismo al mencionado portal.

El diputado federal Jean Wyllys también se pronunció sobre las prisiones de los activistas, a través de su página de Facebook: "Estoy recibiendo, desde temprano, denuncias e informaciones sobre gravísimas violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno del Estado de Rio de Janeiro. Militantes, activistas sociales y ciudadanos y ciudadanas que participaron de las protestas del último año están siendo presos sin ningún motivo, teniendo sus casas invadidas por la Polícia Civil y llevados bajo la mira de los fusiles, como consecuencia de 60 mandatos de prisión temporal que impone cinco días de detención preventiva por supuestos crímenes que, supuestamente, podrían, talvez, llegar a cometer en el futuro! Es surrealista!".
Wadih Damous, presidente de la comisión nacional de Derechos Humanos del Colegio de Abogados, no ocultaba su perplejidad ante estas actuaciones.  Así el mismo comentaba, "Sesenta mandatos de detención provisional en las calles, veinte personas presas para impedir manifestaciones públicas antes del partido final. Se trata de una aberración judicial". En su opinión se trata de unas medias totalmente injustificadas. "Las prisiones son absolutamente ilegales ya que las decisiones que las decretó no aportan ninguna prueba de práctica de delito penal. Hasta los abogados son impedidos en el ejercicio profesional, o son detenidos o se les impide el acceso a los autos", añadió el mismo.
En una entrevista colectiva, tras las detenciones, el Jefe de la Polícia Civil, el delegado Fernando Veloso, afirmó que la cuadrilla pretendía practicar actos violentos durante el fin de semana de clausura de la Copa del Mundo 2014. "Pruebas recogidas a lo largo de las investigaciones y hoy demuestran que ese grupo estaba movilizandose para practicar actos de violencia", declaró Veloso a la prensa local.
Los responsables por los arrestos negaron que la operación tuviese como objetivo impedir que los militantes refuercen las protestas que estaban previstas para ayer domingo coincidiendo con la final del Mundial, que Argentina y Alemania disputaron en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Durante las manifestaciones que tuvieron lugar ayer domingo se reclamó la liberación de los 19 activistas detenidos durante el día anterior, a quienes se les considera presos políticos por parte de las organizaciones que lideran las protestas.
A las manifestaciones de ayer se les unió otra que provenía desde diferentes favelas de la ciudad, reclamando por mejoras en la sanidad, educación, viviendas, en definitiva por una mejora social de los pobladores de las mismas.
En la principal manifestación, la que tuvo lugar en el barrio de Tijuca, en dirección a la tomada por la policía Praça Sainz Peña, se podían observar numerosas pancartas en las que se podía leer: "Protesto não é crime" e "Libertem os presos políticos. Ditadura nunca mais!" ("Protesta no es crimen" y "Liberad a los presos políticos. Dictadura nunca mas!").
Peor que la eliminación de la "Canarinha", ha sido ver que a nivel de libertades Brasil todavía tiene un largo camino que recorrer, pues en esta Copa del Mundo no solo perdió su selección de fútbol, también la democracia y la Constitución del país.