Argentina, Un muerto y decenas de heridos tras los incidentes posteriores a la final de la Copa del Mundo 2014

Una persona murió, 70 resultaron heridas y más de 100 fueron detenidas en Argentina por diversos incidentes tras la final del Mundial de fútbol que jugaron la selección de ese país con la de Alemania en Río de Janeiro, ayer domingo.
Un total de 66 personas permanecen detenidas en Buenos Aires, 64 en la capital de la provincia de Córdoba y 50 en la ciudad bonaerense de Mar del Plata, como consecuencia de los disturbios de violencia urbana que se produjeron tras el partido de la final del Mundial de fútbol en Brasil.
Asimismo, la Policía de la provincia de Buenos Aires confirmó también que en la última de las ciudades mencionadas, un joven de 23 años fue herido de bala en el cuello durante los festejos que se desarrollaron en el país después que Argentina quedara subcampeón en el Mundial.
La información agrega que casi la totalidad de los arrestados fueron puestos a disposición de la Justicia, y que será el organismo de Estado quién dispondrá los cursos a seguir en cada caso con los apresados.
Con las primeras luces de este día, seis horas después de la finalización de los disturbios, los propietarios de algunos bares y restaurantes que vieron por la televisión, en sus casas, como sus propiedades eran destrozadas, estaban verificando los daños, dialogando con los móviles de radio y televisión y exigiendo resarcimientos pecuniarios para restaurar sus comercios.
Aquí, los incidentes comenzaron en torno de las 20:00 hora local cuando un grupo de vándalos muy violento que se infiltró en el seno de las manifestaciones de festejo comenzó a robar y a cometer actos de vandalismo.
La violencia fue ganando espacio en particular en la zona del emblemático Obelisco de esta ciudad, desde donde los violentos comenzaron a desarrollar sus tropelías.
"Para las 21.40 ya se vivía una batalla generalizada frente al Obelisco. La Guardia de Infantería de la Federal intentaba avanzar desde Corrientes cruzando Carlos Pellegrini, pero recibía una lluvia de piedras. Los atacantes, que ya eran varias decenas, destruían paradas del Metrobús, tachos de basura y veredas para tener proyectiles. También rompían carteles de tránsito y vidrieras de negocios, mientras las familias –en los festejos originales hubo más de 50 mil personas– intentaban huir a pie", decía el diario argentino Clarín en su página web.
El médico Alberto Crescenti, director del Servicio Médico Asistencial (SAME), comentó con preocupación que "los vándalos no permitían que las ambulancias se acercasen para retirar de la vía pública a los heridos más comprometidos y, para ello, lao atacaban y ponían en peligro nuestras propias vidas".
Crescenti instaba a que "la gente se calmase" e informó que "el Sistema de Salud Pública de esta capital se encuentra en alerta roja".

La policía detiene a participantes de los disturbios. AFP.

La situación solo comenzó a normalizarse cerca de la 1:00 hora local cuando la policía inició un amplio operativo para verificar la situación en una amplia zona de unas 10 manzanas, en las que numerosos comercios fueron saqueados, muchos automóviles quedaron dañados y el espacio público ostensiblemente deteriorado.
Los violentos disturbios empañaron el festejo popular por el subcampeonato en el Mundial de Brasil 2014 se concentraron la noche del domingo en el tradicional Obelisco del centro de la ciudad de Buenos Aires, donde unas 100.000 personas se reunieron para apoyar a la "albiceleste" pese a la derrota por 1-0 ante Alemania.
"Esto no fue producto de la casualidad, sino que fue planificado. Hubo una planificación para que ocurriera esto y que pueda generar un gran caos", declaró a radio La Red el secretario de Seguridad argentino, Sergio Berni.
"Estaban todos muy alcoholizados. Tuvimos que actuar, a nadie la gusta actuar en un festejo. Actuar en esas condiciones es muy difícil, había criaturas y bebés, había que separar la paja del trigo", señaló el secretario de Seguridad.
Muchos de los presentes en el lugar destruyeron y saquearon locales comerciales, un conocido teatro y un hotel, dañaron unidades móviles de televisión y otros vehículos, robaron a transeúntes y turistas, quemaron cestos de residuos y rompieron paradas de las líneas del transporte público.
Tras los disturbios el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Gobierno Nacional se señalaron mutuamente en relación a la responsabilidad sobre el operativo de seguridad en los incidentes de anoche en el Obelisco porteño.