Turquía, Violentas protestas tras el grave accidente minero

El accidente minero que causó al menos 282 muertos en Turquía avivó las protestas contra el gobierno del primer ministro islamista conservador Recep Tayyip Erdogan, con una huelga y manifestaciones reprimidas por la policía.

Imágen de una de las manifestaciones en protesta por la muerte de los mineros.

Miles de personas, convocadas por los sindicatos, han tomado el centro de Estambul para protestar por las víctimas de la mina. En el intento de alcanzar la emblemática plaza Taksim han comenzado los enfrentamientos con la policía, que han intentado disolver la manifestación con chorros de agua, balas de goma y gases lacrimógenos. Enfrentamiento que ha pillado por sorpresa a turistas y familias que paseaban por la zona. Los enfrentamientos se han repetido en Ankara.
Furiosos e indignados, los turcos salieron a las calles a protestar en contra del primer ministro de su país. Sumidos en la bronca y el dolor, un grupo de manifestantes protestaron violentamente en la ciudad turca de Soma, donde al menos 282 mineros del carbón murieron en una explosión. Muchos manifestantes expresaron furia contra el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan y mostraban su indignación arrojando piedras al grito de "asesino" y "ladrón". 
La policía antidisturbios lanzó hoy jueves gases lacrimógenos para dispersar a una multitud de 20.000 manifestantes que denunciaban en Esmirna (oeste) lo que consideran la negligencia industrial más grave del gobierno registrada en Turquía, según la agencia de prensa Dogan, informó AFP.

Policías antidisturbios, en Estambul, intentan dispersar a participantes en la protesta por los muertos del accidente en la mina. EFE.

Kani Beko, presidente de DISK (Confederación de los Sindicatos Revolucionarios de Turquía), uno de los principales sindicatos de obreros del país, fue hospitalizado tras la violenta carga policial.
"Esto no es ni un accidente ni el destino, es una masacre", proclamaba una banderola desplegada en la capital por un militante sindicalista que llamaba al gobierno a dimitir.
Mientras mineros y vecinos voluntarios intentaban esta mañana rescatar a los obreros de la asfixia por monóxido de carbono, que continúa cobrándose vidas, los sindicatos de la función pública convocaban para hoy una jornada de huelga para denunciar la responsabilidad y la negligencia del Gobierno en "la masacre de Soma".
Las protestas se suceden y otras manifestaciones se organizaron en varias ciudades.
Cuatro sindicatos decretaron el jueves una jornada de huelga en todo el país en homenaje a los mineros muertos en el accidente de la mina de carbón de Soma, a un centenar de kilómetros la noreste de Esmirna, tras acusar al gobierno de haber ignorado repetidas advertencias sobre la inseguridad de las minas en Turquía.
Ayer miércoles Erdogan se desplazó personalmente a Soma, donde fue increpado por decenas de habitantes enfurecidos y prometió que se llevarían a cabo investigaciones sobre la causa del desastre, pero rechazó las acusaciones, afirmando que "estos accidentes ocurren".
Un asesor de Erdogan fue fotografiado dando patadas a un manifestante en Soma, lo que desencadenó la ira en las redes sociales.

Asesor de Erdogan flagrado dando patadas a un participante en las protestas contra el Primer Ministro.

La desesperación y la ira aumentan a medida que disminuye la esperanza de rescatar con vida a docenas de mineros que permanecen prisioneros en la mina. "Abajo podrían quedar aún unas 350 personas", explicó a la prensa local este jueves un minero y participante voluntario en las tareas de rescate. Las cifras oficiales hablan solo de varias docenas de sepultados. "Hay mucho humo ahí dentro, en un lugar ves cuatro o cinco cuerpos, en otro rincón hay unos 10", agregó.
Los manifestantes están indignados porque, aseguran, el gobierno no hizo caso a las alertas que podrían haber evitado la tragedia en el yacimiento de Soma Holding, la empresa de carbón más grande de Turquía.
En total, unos 787 mineros se encontraban en las galerías subterráneas el martes en el momento de la deflagración, cuyas causas no se han determinado.
Durante el día de hoy mineros y sus familiares se acercaron hasta la sede del partido gobernante en Soma para protestar. Allí, se enfrentaron con la Policía antidisturbios.

En Ankara, la capital del país, la policía reprimió con gases lacrimógenos a un grupo de varios miles de estudiantes que pretendía marchar desde la Universidad Técnica de Medio Oriente al ministerio de Energía para protestar.  

En Estambul, un grupo de jóvenes pinto en la fachada de la sede principal de la empresa operadora, Soma Holding, la palabra "Asesinos". Llevaban carteles que decían: "Este edificio se levanta sobre la sangre de los trabajadores" o "Esto es un asesinato, no el destino".

"Hay cientos de trabajadores muertos en horribles condiciones y el estado le pagará 1.000 liras (352 euros) a cada familia, cuando hace solo un par de meses se supo que andaban escondiendo millones de dólares procedentes de la corrupción en cajas de zapatos", declaraba Didem Kül al periódico El País.
Crecen los sentimientos de ira en un país que ha vivido una década de rápido crecimiento económico, pero que sigue entre los primeros puestos de las listas de accidentes laborales en Europa y en el mundo, y en especial en el sector minero.