Instantánea de la transmisión en la que se informa del golpe de Estado. |
En su alocución, el comandante Chan-ocha justificó la toma de control como medida para restaurar el orden e impulsar reformas políticas.
Dos días después de declarar la ley marcial. El jefe del Ejército ha defendido que busca impedir más muertes y una escalada del conflicto entre detractores y simpatizantes del Gobierno tras más de ocho meses de protestas casi diarias en las calles.
"En el interés de la ley y el orden, asumimos los poderes. Por favor, permanezcan en calma y continúen con sus quehaceres diarios", ha dicho el jefe del Ejército tailandés, Prayuth Chan-Ocha, en un anuncio televisado poco antes de las 17.00 horas (12.00 hora peninsular española). El Ejército ha suspendió la Constitución después de tomar el poder y mantienen retenidos a varios miembros del Gobierno.
El anuncio del jefe militar, que proclamó el golpe acompañado del resto de la Junta de Estado mayor y del jefe de la Policía tailandesa, se produjo tras una reunión a siete bandas para intentar resolver el punto muerto de la situación política.
Entre los participantes se encontraban representantes del actual gobierno interino, de los diversos partidos, el líder del movimiento de oposición popular que ha protagonizado las protestas antigubernamentales, Suthep Thaugsuban, y del Senado y la Comisión Electoral.
Según informaron diversos medios locales, Prayuth dio por fracasada la reunión reteniendo, en ese momento, a varios representantes del Gobierno, incluido el ministro de Justicia, Chaikasem Nitisiri, y otros participantes en la misma. Posteriormente, los soldados se llevaron en furgones del Ejército a Nitisiri así como a los cabecillas de las manifestaciones y de los partidos políticos hasta las dependencias del Primer Regimiento de Infantería
Los militares habían declarado hace dos días la ley marcial para garantizar "paz y orden" en medio de una aguda crisis política que dejó cerca de 30 muertos desde finales del año pasado y meses de protestas antigubernamentales.
Tailandia arrastra una grave crisis desde el golpe de Estado que derrocó en 2006 al exprimer ministro Thaksin Shinawatra y a quien sus detractores acusan de dirigir el gobierno desde el exilio. La hermana de Thaksin, Yingluck Shinawatra, quien se desempeñaba hasta hace pocos días como primera ministra, fue destituida por el Tribunal Constitucional por abuso de poder.
Los militares han prohibido las asambleas públicas y han ampliado la censura a los medios de información extranjeros. Un portavoz militar ha anunciado por los canales locales que queda prohibida toda reunión pública de más de cinco personas, al tiempo que desconectaban las emisiones de medios internacionales como la BBC y la CNN, entre otros, informa Efe.
Las tropas han salido a la calle para desalojar a los manifestantes pro y anti gubernamentales de sus acampadas y obligarles a abandonar las protestas.
Sin embargo, el líder de los "camisas rojas" ya ha advertido que no abandonarán las calles. "¿Lucharéis o no lucharéis? No nos vamos a ningún sitio. No tengáis miedo porque esperábamos esto", ha dicho Jatuporn Prompan. "Lo que tenga que pasar, pasará", añadió el mismo.
Los "camisas rojas" se manifiestan en apoyo al Gobierno. |
Decenas de miles de manifestantes opositores a Thaksin se volcaron a las calles y el Senado revocó la ley, pero las protestas continuaron. Los opositores son fundamentalmente ciudadanos de clase media de áreas urbanas, mientras que Thaksin cuenta con gran apoyo en las zonas rurales.
La ley de aministía fue propuesta por Yingluck Shinawatra, hermana de Thaksin, y hasta hace pocos días primera ministra.
Tras la destitución de Yingluck, su gabinete continuó en el poder en forma interina. El ministro de Comercio, Niwatthamrong Boonsongphaisan, ocupa temporalmente el cargo de primer ministro.
Las elecciones están previstas para el 20 de julio, pero los opositores señalaron que también boicotearán estos comicios y exigen el nombramiento de un gobierno interino que lleve a cabo reformas políticas.
Japón, el principal inversor en Tailandia, expresó grave preocupación por la crisis y llamó a ambas partes a no usar la violencia.
La oposición denuncia "políticas populistas insostenibles" para comprar votos por parte del gobierno. |
La oposición, a su vez, denuncia políticas populistas de Thaksin, como la compra de arroz a los agricultores a un precio 50% mayor que el de los mercados internacionales, una medida que agravó la situación fiscal del país, la segunda economía del sudeste asiático después de Indonesia.
Con la interrupción del orden democrático anunciada este jueves, el número de golpes de Estado perpetrados por militares en el país asciende a 12 desde que se abolió la monarquía en 1932.
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