Brasil, el riesgo de pertenecer a la comunidad LGTB

En un país que se prepara para entrar en la serie de años más mediáticos de su historia -en los que será el centro de los acontecimientos deportivos más importantes a nivel mundial-, el valor de una vida se reduce cada jornada. Marcado por una constante violencia en sus ciudades más carismásticas (Sao Paulo, Rio de Janeiro, Salvador...) vive entre el encanto del futuro y el desencanto del presente, entre promesas que no llegan a concretarse, previsiones económicas de crecimiento fallidas, una corrupción omnipresente y una inquietud generalizada -en sus ciudadanos- de que las expectativas nunca llegarán a concretarse.
Este país con una enorme diversidad en su sociedad, un trato cordial, la alegría, la samba, el fútbol, la playa y la cerveza como características señaladas a nivel internacional, esconde grandes secretos de cara al exterior.
Uno de ellos -otro es el racismo, del cual hablaremos en otro momento- es el crecimiento de los crimenes de odio por homofobia. Según las últimas cifras divulgadas, los asesinatos de homosexuales y transexuales en el País aumentaron un 26% en 2012 en comparación con el año anterior. Las 336 víctimas contabilizadas en ese año representan que cada 26 horas se produjo un acto homofóbico con resultado fatal, dijo ayer el antropólogo Luiz Mott, del Grupo Gay Bahía (GGB).  El mismo alertó respecto a la situación con el siguiente comentario "Es impactante que casi la mitad de los asesinatos de personas transexuales en el mundo se cometieron el año pasado en Brasil. Hubo 128 contra 15 en Estados Unidos, por ejemplo". Este número de asesinatos representa un incremento del 177% respecto al promedio de los últimos siete años (110 muertes por año).
En 2012 fueron asesinados en Brasil 188 gays, 128 transexuales, 18 lesbianas y dos bisexuales, la mayoría (152) en el noreste brasileño. Esa región “es de lejos la más homofóbica del país”, señaló Mott, quien concluyó con el comentario: "las alarmantes cifras reflejan la violencia generalizada y una homofobia cultural".
El 2 de Marzo de 2011, en la ciudad brasileña de Belo Horizonte (Minas Gerais), fue asesinada a sangre fría -por tres hombres- Priscila Brandao una travesti de 22 años que recibió 7 impactos de bala, algunos por la espalda y otros cuando estaba tendida en el suelo. Las imágenes captadas por una cámara de video del terrible asesinato sirvieron para iniciar una importante campaña a nivel internacional para que la actual Presidenta Dilma Rousseff acelerase el proceso para la aprobación de una ley contra los crímenes de odio y anti-homofobia, que hasta hoy continua en el papel.
Este es el video del brutal atentado contra la vida de Priscila. Aunque en breve se producirán dos años de su asesinato mantiene, por su significado y la falta de actitud de las autoridades contra la represión de otros actos afines, toda su vigencia.