Según informó ayer la agencia EFE desde Nueva Delhi, la policía detuvo a varias personas implicadas en el suceso mencionado: "La Policía india ha arrestado a seis individuos acusados de la violación múltiple que sufrió una mujer en el norte del país a manos de siete hombres, entre ellos el conductor del autobús en el que viajaba, informó hoy a Efe una fuente oficial. La última detención se produjo anoche y se une a las de las cinco personas arrestadas pocas horas después del incidente, ocurrido la noche del viernes, cuando la víctima volvía en autobús nocturno de una visita a casa de sus padres en la zona norteña del Punyab".
Este nuevo atentado contra los derechos de la mujer nos llega cuando todavía la opinión pública de India sigue consternada por el fallecimiento de una joven estudiante hace unas semanas tras haber sido violada por seis hombres cuando viajaba en un autobús en Nueva Delhi. Esa agresión y la posterior muerte de la víctima desataron una ola de protestas que desembocaron en duros enfrentamientos callejeros con las fuerzas policiales.
Sin embargo, este no es un problema específico de ese país. En casi todos los países -en mayor o menor medida- este crimen atroz sacude a la sociedad. Por ejemplo, en España, en el año 2009 se produjeron, en menos de una semana, dos casos -que saltaron a la luz pública- en los que jóvenes, algunos menores de edad, golpearon y agredieron sexualmente -en Baena (Córdoba) e Isla Cristina (Huelva)- a una niña de 13 años y otra de 12 (que estaba en la localidad durante la celebración de sus fiestas mayores).
En México, el pasado 7 de diciembre, seis delincuentes se subieron a un autobús de pasajeros con destino a Toluca, y después de amenazar al conductor le obligaron a seguir conduciendo mientras robaban a los pasajeros. Posteriormente, se dedicaron a agredir sexualmente -una a una- hasta a 6 mujeres que se encontraban en el mismo.
En Sudáfrica, la cifra de violaciones es muchísimo más alta que en la India, así, aproximadamente, cada 26 segundos hay una violación. Funeka Soldaat, que sufrió abusos por parte de cuatro hombres, declaró posteriormente: "No les importa la edad que puedes tener, 100 años o dos años, simplemente te violan". Cada año se denuncian 69.000 violaciones en Sudáfrica, pero los expertos advierten que el dato real, si se incorporasen aquellos ataques que no se denuncian, podría ser hasta 25 veces mayor.
En este país del sur de África, las lesbianas -pese a tener una ley que permite el matrimonio homosexual- sufren de una gran homofobia por parte de la sociedad y viven con un terror secreto a las denominadas “violaciones correctivas” que se han convertido en una práctica excesivamente habitual en el país.
El caso de Millicent Gaika -en la foto- es, por desgracia, simplemente uno de los que diariamente ocurren en ese país africano. Esta joven lesbiana fue maniatada, torturada y violada durante cinco horas por varios hombres que aseguraban estar "curando" su enfermedad. A pesar de sus graves heridas consiguió sobrevivir a la agresión.
Aunque son numerosas las denuncias efectuadas contra los violadores que practican estas agresiones sexuales, nadie ha sido condenado en ningún caso de "violación correctiva".
Para GlobalVoices "La violación consiste en tomar el control de las mujeres y sentirse poderosos y dominantes ante ellas. La violación consiste en sembrar el pánico en el corazón y la mente de las mujeres. Me apena saber que existen mujeres en un país tan moderno como Sudáfrica que continúan día a día bajo esta amenaza tan solo por el hecho de que no se ajustan a las normas heterosexuales o cisgénero".
Los dos últimos casos mortales -que se tenga conocimiento- de estos actos execrables fueron:
Noxolo Nogwaza, la cual fue drogada, apuñalada y violada por varias personas. Esta joven activista, lesbiana y luchadora por los derechos de los gays y lesbianas tenía 24 años y era miembro del grupo local Ekurhuleni Pride Organising Committee (EPOC), una reconocida organización LGTB en Sudáfrica.
Sihle Skotshi, joven jugadora de fútbol -de tan sólo 19 años- asesinada el pasado 9 de noviembre en Ciudad del Cabo.
Es realmente alarmante como, todavia hoy, se sigue tratando al género femenino como si fuera cualquier cosa sin importancia y que, lamentablemente, algunos crean que las mujeres debemos redimirnos ante ELLOS. De una manera mas o menos directa ocurre en muchos ámbitos y gracias a blogs como éste se refleja el terrible aunque verdadero modo de pensar de muchos hombres que llegan a cometer barbaridades creyendo que no hacen nada malo.
ResponderEliminarEstaré atenta para próximas entradas del blog.
Alba.
Alba, muchas gracias por tu comentario. Desafortunadamente, y a pesar de la imagen que a veces intentan vender desde instituciones oficiales respecto de la igualdad de género -donde existe es simplemente por la imposición de cuotas para la participación de la mujer en instituciones u organos empresariales- la igualdad entre los géneros está un poco lejana. Desde mi punto de vista no son las cuotas ni las diferencias de exigencias para llegar hasta una posición similar las que marcaran la total integración de la mujer,y ésta no será posible hasta que se potencie una educación y una política basada en la ausencia de cualquier tipo de discriminación social.
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