Captura de Internet. (Foto: @cezaralves) |
La policía brasileña informó de la muerte de cuatro reos durante un motín en una prisión de Paraná, estado del sur de Brasil, cuya dirección aún negociaba en la
noche del domingo la liberación de dos rehenes, informaron fuentes oficiales.
La
rebelión fue protagonizada por cerca de 800 de los 1.040 presos de la
Penitenciaría Estatal de la ciudad de Cascavel, que reivindican mejores
condiciones de infraestructura, alimentación e higiene, así como el fin
de supuestos abusos y actos violentos por parte de la guardia
carcelaria. Durante la misma cuatro presos fueron asesinados, al menos tres de ellos decapitados, y un número indeterminado resultó herido en una rebelión en una penitenciaría
Los amotinados decapitaron a tres de los presos, entre los cuales un expolicía, y arrojaron a cinco personas desde un tejado a una altura de unos 15 metros, dos de las cuales murieron en el hospital al que fueron ingresados, según el Departamento Penitenciario de Paraná (Depen).
El organismo informó igualmente de que algunos internos han sido trasladados con heridas a centros médicos y que otros presos permanecen heridos en la unidad carcelaria sin ningún tipo de atención.
La rebelión comenzó por la mañana cuando uno de los guardias se disponía a servir el desayuno y fue tomado como rehén. Otro guardia también fue hecho rehén, posteriormente, por los amotinados.
La policía militar le confirmó a BBC Brasil que algunos reclusos fueron decapitados.
La prisión alberga 1.040 reclusos y al menos 600 de participaron en la rebelión. La policía dijo, sin embargo, que aún no tenían información precisa sobre lo que estaba sucediendo dentro de la unidad.
Al menos dos funcionarios y otros reclusos fueron tomados como rehenes. Las televisiones locales mostraron cómo eran golpeados.
Decenas de prisioneros se subieron al techo de la unidad. Tenían la cara cubierta y agredían a los rehenes con trozos de hierro y madera. Los reclusos exhibieron pancartas donde se leía la abreviatura del PCC (Primer Comando de la Capital) y destrozaron las instalaciones penitenciarias.
De acuerdo con Globo TV, dos prisioneros fueron decapitados y otros dos murieron al ser lanzado desde el techo de la unidad. Dos agentes seguían secuestrados hasta la noche del domingo, cuando se suspendieron las negociaciones con la policía y los funcionarios del gobierno y el poder judicial.
El diálogo con los presos será retomado durante la mañana del lunes. No hay información precisa sobre el número de heridos.
Imagen de la presos amotinados en protesta por las condiciones del presidio. |
El PCC de São Paulo está presente en varios estados de Brasil y, según las investigaciones de la policía y los fiscales civiles, controla el tráfico de drogas, el código de conducta y la decisión sobre la realización de las rebeliones en las cárceles.
A pesar de que los presos ya habían amenazado con una protesta contra la violencia de sus carceleros, tan sólo diez guardias custodiaban el presidio a la hora del incidente.
En estos momentos el presidio se encuentra rodeado por miembros de la Policía Civil y Militar de esa ciudad así como de refuerzos llegados de diferentes localidades del estado de Paraná, en previsión de una posible fuga en masa.
De acuerdo con funcionarios penitenciarios las reivindicaciones de los presos van desde la calidad de la comida, muy mala actualmente, la falta de papel higiénico hasta la excesiva lentitud en la marcha de los procesos.
Según publica el periódico de Rio de Janeiro O Globo, el Sindicato de los Agentes Penitenciarios del Paraná (Sindarspen) critica la falta de inversiones en el área carcelaria delante del crecimiento de la población encarcelada. Los funcionarios de prisiones también reclaman de las pésimas condiciones de trabajo, así como de la falta de manutención de los centros de detención. "Muchas veces los propios agentes de prisiones deben poner dinero de su bolsillo para comprar productos de extrema necesidad", dice el Sindarspen en un comunicado.
Durante una crisis en el sistema de prisión el año pasado, más de 60 presos murieron en una serie de rebeliones en Maranhão.
El pasado mes de mayo los reclusos de una cárcel de máxima seguridad en la ciudad de Aracajú, en el estado de Sergipe, en el noreste de Brasil, mantuvieron secuestradas, durante 26 horas, a 129 personas (cuatro guardias de seguridad y 125 familiares de los reclusos) que se encontraban en el interior de la misma en horarario de visitas familiares. Entres estos últimos había quince niños que estaban visitando a sus padres.
En esta ocasión solo un guardia resultó herido en medio de la tensión vivida durante las horas que duró la retención de los visitantes.
Dado que el motín se produjo durante el horario de visitas de familiares, lo que permitió la captura de los parientes, éstos no fueron considerados como rehenes por las autoridades, debido a que no se temía que fueran amenazados por los reclusos.
Detenidos toman los tejados de la Penitenciaria Estadual de Cascavel - Divulgação/ Sindarpen |
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