Translate

miércoles, 20 de agosto de 2014

El Salvador, El papa Francisco levanta la prohibición de canonización del asesinado arzobispo Óscar Romero

Pancartas de Romero en el 30 aniversario de su muerte
Muchos en El Salvador mantienen viva la memoria de Oscar Arnulfo Romero, como en este desfile en 2010 para conmemorar el 30 aniversario de su muerte.
El Papa Francisco ha asegurado que el arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba misa, es un "hombre de Dios" y que no hay impedimentos para su beatificación.
"Romero es un hombre de Dios, pero ahora el proceso debe continuar y el Señor nos tiene que dar una señal. Los postulantes se tienen que mover porque no hay impedimento alguno" a su posible beatificación, ha explicado el Papa durante la rueda de prensa que dio a bordo del avión en el que regresaba desde Corea, según informan los medios de comunicación italianos.
El proceso de beatificación de Romero se encontraba paralizado desde hace tiempo, pero ha vivido una aceleración desde la elección de Francisco.
El Pontífice argentino ha expresado que la causa de beatificación de monseñor Romero se encuentra ya en estudio en la Congregación para la Causa de todos los Santos.
Óscar Arnulfo Romero, que se caracterizó por defender a los más pobres y desprotegidos, fue asesinado de un disparo cuando oficiaba misa en la capilla del Hospital La Divina Providencia para enfermos de cáncer, de San Salvador el 24 de marzo de 1980, en los días previos al estallido del conflicto armado salvadoreño (1980-1992). Un francotirador ejecutó una conspiración encabezada por el mayor de inteligencia Roberto D’Aubuisson, que en 1983 fundó el partido de derecha más importante del país, Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), en el poder por 20 años. Nadie ha sido condenado por el crimen.
Se considera que la muerte de Romero, de 63 años, fue la gota que colmó el vaso y dio lugar a la guerra civil (1980-1992), entre el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el Ejército, con el apoyo de Washington.
En 1994 se abrió el proceso de beatificación del prelado, pero ahora se necesita que se reconozca el martirio o que se le atribuya un milagro para ser beatificado.
Pese a que el Vaticano hasta ahora había mantenido la prohibición de su beatificación, durante años, muchos llevan llamando a Oscar Romero "El Santo de América".
Es que el legado del Arzobispo de San Salvador, asesinado mientras celebraba una misa hace casi 35 años, parece reforzarse con el paso de los años y en ningún lugar esto es tan evidente como en El Salvador, donde su nombre, rostro y prédica son omnipresentes.
Pero la historia de Romero -y su trágico final- son también un recordatorio amargo de los años violentos por los que pasaba este país en su época.
Su muerte y los violentos choques durante su funeral en la plaza principal de San Salvador despertaron el repudio de la comunidad internacional y avergonzaron al gobierno de Estados Unidos, que en ese momento era visto como un aliado del gobierno de derecha salvadoreño.
Pero, más que nada, confirmó lo que muchos -incluido el mismo Romero- temían: que el país había comenzado a transitar de manera inevitable el camino de la violencia, que en la siguiente década dejaría más de 70.000 víctimas.
Durante sus tres años como Arzobispo, Romero pidió insistentemente el fin de esa violencia y defendió el derecho de los más pobres de El Salvador de organizarse para pedir cambio.
Eso lo hizo un enemigo de la oligarquía que controlaba el país en ese entonces, y también lo enfrentó con partes de su propia Iglesia Católica.
"El Arzobispo Romero era la persona más amada y más odiada de este país", Ricardo Urioste, asistente personal de Romero, le dijo a BBC Mundo. Para añadir, "Y como Jesús, fue crucificado".
Ejecuciones sumarias, secuestros, desapariciones y torturas eran moneda corriente en El Salvador de fines de los años 70.
La frase "Haga patria, mate a un cura" estaba escrita en muchas paredes del país, indicando que los prelados católicos que apoyaban la insurgencia campesina eran también un objetivo para los escuadrones de la muerte que aterrorizaban el país.
Funeral de Romero, 1 abril, 1980
El funeral de Romero, en 1980, fue objeto de ataques con bombas y disparos que cobraron la vida de 40 personas.
Muchos creen que fue uno de esos escuadrones el que llevó a cabo el asesinato de Romero, que nunca fue investigado de manera apropiada por la justicia salvadoreña.
Y otros varios creen que el mayor Roberto D'Aubuisson, un líder militar que fue entrenado en la Escuela de las Américas en Estados Unidos, fue el autor intelectual del asesinato de Romero.
Entre esos está Marissa, una hermana del propio D'Aubuisson.
"Creo que es muy probable, demasiado probable. Mi hermano y el grupo de gente que lo rodeaba dijeron públicamente que Romero estaba destruyendo la iglesia con sus sermones llenos de odio", le dijo a BBC Mundo.
En sus homilías dominicales, trasmitidas por radio a todo el país, Romero mencionaba los abusos ocurridos en la semana a manos de las fuerzas de seguridad.
"En todas las casas se escuchaba su homilía. Gente común, como trabajadores, pero también las autoridades -los militares, el presidente, los políticos", recuerda Carlos Ayala, un periodista que en ese momentos era seminarista.
En un país donde no existía la verdadera libertad de expresión, asegura Ayala, "estas transmisiones eran la forma de saber lo que estaba pasando de verdad".
A través de estas transmisiones y sus visitas pastorales, Romero alcanzó a personas en los rincones más remotos de El Salvador; muchas de ellas lo recuerdan vívidamente.*
Irma es viuda, madre de tres niños, que ahora vive en un suburbio pobre de El Salvador pero creció en Los Sitios Arriba, un pequeño caserío en una de las zonas más pobres en el norte del país.
Cuando Irma tenía seis años, Romero visitó el pueblo y se tomó una fotografía con Irma y su primo, en una imagen que se ha transformado en una de las más icónicas de la época de Romero como Arzobispo. Sentada a pocos metros de la iglesia donde esa foto fue tomada, Irma recuerda el momento con cariño.
"Mi abuela me llevó a la misa con Monseñor Romero. Y me dijo que lo salude, me acerqué, y me tomó en sus brazos", dice Irma para la BBC. "Para mí ese fue un momento muy especial, una bendición de Dios y de Monseñor Romero", añade la misma.
Para concluir diciendo, "Él llenó nuestos corazones de fe, y de fuerza para creer más en Dios".
La capilla en la que Romero fue asesinado permanece casi intacta; sirve, como en ese entonces, como el lugar de oración para los pacientes de un hospital de enfermos de cáncer.
La figura de Romero se ha comercializado en camisetas y recuerdos, hasta en canciones de hip hop.
Sin embargo, el desarrollo económico y los avances democráticos se ven contrastados por la violencia que azota al país con las "maras", las pandillas callejeras que muchos ven como herederas de la violencia de los años de guerra civil en el país.
La composición económica del país también se ha modificado: como en otros países de la región, se ha producido un significativo éxodo de fieles católicos a iglesias evangélicas protestantes.
Según un estudio de la Universidad Centroamericana, más del 38% de los salvadoreños hoy pertenecen a una de estas iglesias, que así han duplicado su presencia en sólo 11 años.
Lo que diría Oscar Romero de este éxodo es imposible saber. Pero su figura, hoy, va más allá de la religión e, incluso, se acerca a lo comercial.
Omnionn es miembro de Pescozada, una banda de hip hop salvadoreña que ha dedicado una canción, titulada "La Voz de los Fuertes", a Romero.
Según él, la omnipresencia de la figura de Romero en El Salvador -en camisetas, murales y también canciones de hip hop- demuestran que el intento de silenciarlo fracasó.
"Lo que hizo su asesino fue lograr que tres generaciones sigan pensando en él", dice Omnionn.
Esto parece reflejar la predicción que Romero mismo hizo sobre su futuro antes de su muerte.
Si me matan, dijo casi proféticamente, "resucitaré en el pueblo salvadoreño".
Tras las declaraciones del Papa, el ministro de Asuntos Exteriores de El Salvador, Hugo Martínez, declaró a la prensa que, "Estamos sumamente complacidos por el interés y determinación de su Santidad y muy optimistas por el nuevo impulso a esta causa".
Romero nació el 15 de agosto de 1917 en el municipio de Ciudad Barrios, al oriente de El Salvador. Era el segundo de ocho hermanos. Su padre, Santos Romero, era el telegrafista y empleado de correos. Fue nombrado arzobispo de San Salvador, el 3 de febrero de 1977. A finales de la década de 1970 Romero desde su púlpito denunciaba las graves violaciones a los derechos humanos que cometía el ejército salvadoreño.
Un día antes de ser asesinado, el arzobispo pidió al ejército no continuar con las masacres: "Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Hermanos, ustedes son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: No matar. [...] Queremos que el Gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios que cese la represión".
El prelado alcanzaría la beatificación por ser considerado un mártir. Según sus devotos murió por su fe y defender al pueblo. Sus detractores opinan que no pasó de ser un activista político.
El proceso de beatificación fue aprobado por el Vaticano en mayo de 2006, cuando la Congregación de la Doctrina de la Fe concluyó que Romero fue "un mártir de la Iglesia, asesinado por su fe cristiana". Con la entronización del papa Francisco el proceso fue desbloqueado el 22 de abril y ahora avanza. El expediente se encuentra en la actualidad en manos de la Congregación para la causa de los Santos.

Devoción por la figura de Monseñor Óscar Arnulfo Romero en la cripta de la Catedral de San Salvador. /DEM
Devoción por la figura de Monseñor Óscar Arnulfo Romero en la cripta de la Catedral de San Salvador. /DEM

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tus opiniones e impresiones sobre una entrada concreta, sobre algún tema sobre el que te gustaría ver una nueva entrada o sobre cualquier tema del blog en general.