Yazidíes desplazados en Mosul- REUTERS. |
Mohammed Shia al-Sudani ha explicado que los yihadistas han enterrado vivas a algunas de las víctimas, incluidas mujeres y niños.
Además, 300 mujeres han sido secuestradas como esclavas, según la fuente.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha expresado este martes su "extrema preocupación" por las informaciones que apuntan a la muerte de al menos 40 niños de la comunidad yazidí como resultado de las operaciones del grupo extremista Estado Islámico y otras formaciones armadas en la región iraquí de Sinyar.
"En base a los informes oficiales recibidos por UNICEF, estos niños de la minoría yazidí murieron como consecuencia directa de la violencia, el desplazamiento y la deshidratación en los últimos dos días", ha dicho Marzi Babille, un representante de UNICEF. La Oficina Para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) alertó el lunes de que decenas de miles de personas han huido de Sinyar, ubicada en la provincia de Nínive, después de caer el domingo en manos del Estado Islámico, antiguo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS).
"El número exacto de personas desplazadas en el área de Sinyar no es conocido, pero hay informaciones que apuntan a que entre 35.000 y 50.000 personas han huido de nueve ciudades rodeadas por los elementos del Estado Islámico", indicó. "Hay informaciones, que aún no han sido verificadas, de niños que han muerto por la falta de agua y atención entre los que han quedado atrapados", agregó la OCHA en su comunicado.
Entre las muchas víctimas del avance del grupo yihadista Estado Islámico en Medio Oriente está un grupo de hasta 50.000 yazidíes, que saltaron a la luz por quedar atrapados hace unos días en las montañas del noroeste de Irak sin comida ni bebida. Lanzados al primer plano de la actualidad por la difícil situación que atraviesan, los yazidíes no deben estar nada contentos con la impensable, hasta hace unos días, atención internacional.
El yazidismo es una religión preislámica de Oriente Medio de remoto origen, y según algunos autores, se remonta a 2000 adC.
En una época fue la religión oficial de los kurdos, pero la islamización obligatoria redujo su número. Sin embargo, siguen siendo predominantemente de origen kurdo y la mayoría vive cerca de Mosul, existiendo pequeñas comunidades en Armenia, Georgia, Irán, Rusia, Siria y Turquía. Según diversas fuentes el número de fieles se acerca a los 800.000, aunque esta estimación es muy poco precisa debido al secretismo que envuelve a la confesión en cuanto al reconocimiento del propio credo.
"A cuenta de sus inusuales creencias, a menudo se les tilda injustamente de "adoradores del diablo" y tradicionalmente se han mantenido aislados en pequeñas comunidades dispersas por el noroeste de Irak, el noroeste de Siria y el sudeste de Turquía.
La actual persecución a esta minoría en su tierra natal de la región de la montaña Sinjar, al oeste de Mosul, se basa en un malentendido por su nombre.
Extremistas sunitas como los militantes del Estado Islámico (EI, antes conocido como ISIS), creen que el nombre procede de Yazid ibn Muawiya (647-683), el profundamente impopular segundo califa de la dinastía Umayyad.
Investigaciones modernas, sin embargo, aclararon que el nombre no tiene nada que ver con el libertino Yazid o la ciudad persa de Yazd, sino que se deriva del persa moderno "ized", que significa ángel o deidad. El nombre fzidis simplemente significa "adoradores de dios", que es la forma en que los yazidíes se definen a sí mismos.
El nombre que se atribuyen ellos mismos es daasin (el plural es dawaaseen) que deriva del nombre de una vieja diócesis nestoria, de la Antigua Iglesia del Este, y muchas de sus creencias tienen su origen en la Cristiandad.
Los yazidíes veneran tanto la Biblia como el Corán, pero mucha de su tradición es oral", explica para la BBC la autora británica Diana Darke.
Los yihadistas del Estado Islámico han forzado a huir de sus hogares a unos 600.000 civiles pertenecientes a minorías étnicas y religiosas del norte de Irak, ha explicado un diputado iraquí en Bagdad.
"Alrededor de 150.000 miembros del grupo étnico shabak, 250.000 turcomanos y 200.000 seguidores del credo yazidí han sido forzados por los grupos terroristas a desplazarse", ha dicho el diputado de la provincia septentrional iraquí de Nínive, Henin al Qedu, en una rueda de prensa.
Al Qedu ha asegurado que "las operaciones de asesinato, saqueo y violaciones continúan en las aldeas de mayoría shabak y también en las localidades yazidíes y cristianas en Sinyar".
Los cristianos, yazidíes, turcomanos y shabak son algunas de las minorías que han convivido durante mucho tiempo con los musulmanes en Irak, donde ahora son perseguidos por el Estado Islámico.
La mayoría de estos grupos, presentes en el país durante cientos e incluso miles de años, vive en la provincia de Nínive, una zona de historia y cultura milenarias surcada por el río Tigris y situada a unos 400 kilómetros al noroeste de Bagdad.
El templo más sagrado de los yazidíes está en Lalesh, en un valle situado a unos 430km al noroeste de Bagdad. |
Es una fuerza inactiva, el Creador del mundo, no su guardián. Siete grandes espíritus emanan de él, de los cuales el más grande es el "Ángel Pavo Real" conocido como Malak Taus, ejecutor activo de la voluntad divina.
El pavo real en el cristianismo primitivo era un símbolo de inmortalidad, porque su carne no parece descomponerse. Se considera a Malak Taus como el álter ego de Dios, inseparable de él, y en ese sentido, el yazidismo es monoteísta.
Los yazidíes le rezan a Malak Taus cinco veces al día. Su otro nombre es Shaytan, que es la palabra árabe para diablo, y esto es lo que ha hecho que se etiquete erróneamente a los yazidíes como "adoradores del diablo".
Los yazidíes creen que el alma atraviesa distintas formas humanas -transmigración- y que la purificación gradual se hace posible con el renacimiento constante, lo que hace superfluo el concepto de Infierno.
El peor destino posible para un yazidí es que lo expulsen de su comunidad, por cuanto esto significa que el alma no puede progresar nunca. La conversión a otra religión es, por tanto, algo impensable.
Pese a siglos de persecución, los yazidíes nunca abandonaron su fe, en una prueba de su notable sentido de la identidad y fuerza de carácter.
Si son expulsados de Irak y Siria por los extremistas del EI, lo más probable es que se asienten en el sudeste de Turquía, donde les dejan vivir sus creencias en paz.
Según explicó a Efe el redactor jefe del diario local iraquí 'Mahdar', Luqman Kuli al Jansuri, los yihadistas les dieron un ultimátum, para abrazar el Islam, a 330 familias yazidíes en el pueblo de Jansur, a 120 familias, de la misma religión, de la localidad de Koya, y otras 54 del pueblo de Hetin, que expiraba ayer domingo.
Jansuri explicó que el EI ejecutó el sábado a 77 ciudadanos de la minoría yazidí, 33 de ellos mujeres y uno de ellos un niño de doce años, que habían sido secuestrados anteriormente después de haber rechazado convertirse al islam.Miles de familias yazidíes que han huido se encuentran atrapadas en el cercano Monte Sinyar, amenazados de muerte por el hambre, la sed y la persecución del Estado Islámico.
En los últimos días, algunos de estos desplazados han conseguido recibir ayuda humanitaria lanzada por aviones estadounidenses y británicos.
Chicas y chicos de una escuela yazidí cantan himnos y oraciones en el templo de Lalesh. |
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