Imagen de la manifestación de hoy. Cientos de miles de personas reclaman por el derecho a decidir. |
Es 1714, Barcelona, las tropas borbónicas entran a
una ciudad que acaba de capitular tras 14 meses de sitio: se avecina la
victoria de Felipe V en la Guerra de Sucesión, quedarán abolidas las
instituciones catalanas y empezarán 300 años de tensiones nacionalistas.
A las 17:14 hora local, no por casualidad, los
independentistas catalanes celebran la efeméride, "la Diada".A pesar del desencanto y la decepción por el "caso Pujol", desde primeras horas de la mañana cientos de miles de personas tomaron las calles de Barcelona para hacer una demostración de fuerza, al gobierno de España, de cara a la consulta de autodeterminación del próximo 9 de noviembre. La gente se anima con cánticos para pasar el rato de espera. Se escucha Els segadors, himno oficial de Catalunya, que no alude a la resistencia de 1714, sino a otra guerra: la revuelta de los segadores, el Corpus de Sang (Corpus sangriento) de 1640. También suena una conocida canción del grupo de rock catalán Companyia Elèctrica Dharma: "No volem ser una regió d'Espanya, / no volem ser un país ocupat / Volem, volem, volem, volem la independència, / volem volem volem Països Catalans (No queremos ser una región de España,/ no queremos ser un país ocupado/ Queremos, queremos, queremos, queremos la independencia,/ queremos, queremos, queremos, Países Catalanes)". Suena también una gralla (oboe popular catalán); hay mucho canto a viva voz y mucho grito reivindicativo.
Cuando las agujas de los relojes marcaban en Cataluña las 17:14, del 11 de septiembre de 2014, dos gigantescos brazos de multitudes con nueve filas de anchura cada uno se han reunido en la barcelonesa Plaça de les Glòries Catalanes, vértice donde se cruzan la Gran Vía y la Avenida Diagonal, al mismo tiempo que el grito "INDEPENDÈNCIA" resonaba en casi todos los rincones de Barcelona, y otras ciudades catalanas. Ha sido el momento culminante de una nueva e inmensa manifestación de fuerza, civismo y entusiasmo del soberanismo catalán en su lucha por la definitiva legalización de la consulta convocada para el próximo 9 de noviembre.
Ha sido una marea humana la que ha ocupado esta tarde las principales calles de Barcelona, a lo largo de 11 kilómetros, en la que ha sido la manifestación más masiva del independentismo catalán a favor de la consulta de autodeterminación del 9 de noviembre. Las entidades soberanistas Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, con la complicidad de los partidos y sindicatos favorables a la consulta, han conseguido llenar casi completamente la Gran Vía y la Avenida Diagonal en una concentración que desde el cielo tenía forma de “V” y que simboliza la “voluntad de votar” y una llamada a la “victoria” del independentismo. El gobierno catalán casi al completo, así como representantes de CiU, ERC, ICV, la CUP y los principales sindicatos han llamado a la participación en un acto al que también han asistido algunos relevantes militantes del PSC.
Similar, aunque diferente, pues los niveles de autonomía de los que disfruta Cataluña en la actualidad son mucho mayores que los escoceses.
Y, sobre todo, la actitud de Londres y Madrid ha sido diametralmente opuestas: las autoridades españolas consideran ilegal la consulta catalana y rechazan su celebración.
Cientos de miles de catalanes formaron una senyera (bandera catalana) gigante por las calles de la avenida Diagonal y la Gran Via, en una tercera Diada reivindicativa.
La Delegación del Gobierno en Cataluña ha cifrado entre 470.00 y 520.000 personas el número de participantes de la manifestación soberanista de la Vía Catalana de Barcelona. La Guardia Urbana de Barcelona iba mucho más lejos: ha cifrado en 1,8 millones los participantes, doscientos mil más que el acto celebrado el pasado año.
El gobierno español insiste en la ilegalidad de la consulta según las leyes y la Constitución, pero el presidente de Cataluña, el nacionalista Artur Mas, no da un paso atrás.
Su empeño es que los catalanes respondan en las urnas la pregunta: "¿Quiere que Cataluña sea un estado? Y en caso afirmativo, ¿quiere que ese estado sea independiente?".
El presidente recalcó que este año, el 11 de septiembre es "especial y diferente" por conmemorarse el tricentenario de la caída de Barcelona.
Ese día, dijo, el "absolutismo homogeneizador" que ganó la Guerra de Sucesión intentó "aniquilar" la identidad catalana.
"Conmemorar es, pues, recordar que somos un país que quiere hacer bien las cosas, que quiere hacerlas debatiendo, contrastando ideas y opiniones, y finalmente decidir de manera democrática, votando", dijo. Y añadió, "Este es el aprendizaje de lo que representaba la sociedad catalana de hace tres siglos y es lo que algunos ahora no quieren que recordemos".
En los sondeos, una clara mayoría de los catalanes, unos tres cuartos, se muestra a favor de celebrar la consulta.
Además, el apoyo a la independencia se ha disparado desde que empezó la actual crisis económica en España. Las encuestas dicen que ronda el 50%.
Así, pese a que el resultado no sería vinculante, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, insiste en rechazar incluso su celebración.
"No habrá independencia de ningún territorio español y no habrá consulta en Cataluña mientras yo sea presidente", prometió Rajoy en una entrevista en televisión en enero.
Según dijo el miércoles el presidente, que haya gobernantes "que amenacen con incumplir la ley o con hacer una declaración unilateral de independencia", es lo que genera problemas políticos y dificultades en los mercados.
Una amplia mayoría de los catalanes está a favor de la consulta en los sondeos. |
La actitud de Rajoy –y su interpretación del ordenamiento jurídico español– contrasta ciertamente con la que los escoceses se encontraron en Londres.
Y eso, como le dijo Mas a la BBC en una reciente entrevista, genera incluso "un poco de envidia".
"Lo que nos gustaría es tener un acuerdo con las instituciones centrales de España y organizar una consulta de acuerdo con el gobierno", declaró para la cadena británica.
Posteriormente elogió la actitud del gobierno de Londres diciendo, "Me gustaría estar lidiando con la mentalidad británica. Si tienes una nación, Escocia o Cataluña, con una mayoría de la población pidiendo un referéndum, una verdadera democracia. Qué tienes que hacer, sentarte en la mesa, hablarlo, llegar a acuerdos y dejar que la gente vote".
Aunque Mas ha dicho que una victoria del "Sí" en Escocia favorecería las opciones de la consulta catalana, también ha reconocido que no serviría de nada sin un reconocimiento internacional.
Los catalanes celebraron su fiesta muy pendientes de lo que ocurrirá en Escocia. |
"Hay similitudes entre Escocia y Cataluña, pero también diferencias. Ambos países tienen suficiente personalidad incluso desde el punto de vista político como para seguir su propio camino".
Según escribe el periódico catalán La Vanguardia, "El objetivo de internacionalización del conflicto queda bien reflejada en las pancartas gigantes que se han ido desplegando a lo largo del recorrido y que apelan directamente a líderes del mundo como Barack Obama, Angela Merkel o David Cameron. Algo ya habrán logrado los organizadores cuando ya muchos medios extranjeros se han hecho eco de la reivindicación. A falta de saber las dimensiones reales de la manifestación, la nueva demostración de fuerza del bloque soberanista vuelve a poner la pelota sobre el tejado de los políticos que, a partir del día 12, deberán canalizar este clamor hasta la fecha señalada del 9-N".
En el caso de The New York Times, el influyente diario estadounidense recoge una crónica de Reuters titulada Catalans to Form V for Vote to Demand Choice on Split From Spain (Los catalanes forman un V de votar y piden tener una opción para poder decidir separarse de España), en la que se vinculan las reivindicaciones catalanas con el resultado del referéndum del próximo 18 de septiembre en Escocia. Señalado el rotativo neoyorquino que el triunfo del 'sí' a la independencia, podría dar unas ciertas esperanzas a los independentistas catalanes.
La nota describe a Catalunya como "una región rica en el noreste de España, con su propia lengua y cultura".
Los Mossos d'Esquadra (Policía de Cataluña) no han tenido que intervenir a lo largo de la Diada en ningún incidente destacable, incluyendo los actos de conmemoración adelantados a la tarde-noche del pasado miércoles. La policía catalana no ha tenido ninguna actuación de importancia ni en la movilización de la 'V' en Barcelona.
La de hoy es la tercera Diada consecutiva en la que que el independentismo sale con fuerza a las calles, después de que en 2012 organizara una multitudinaria manifestación por Barcelona y en 2013 lograra completar una cadena humana que recorrió Cataluña desde su frontera con Francia hasta la Comunidad Valenciana.
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