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lunes, 10 de junio de 2013

Filipinas, un centro de explotación infantil

Cada año varios millones de niños son obligados a ingresar en las redes mundiales de prostitución y pornografía infantil, de acuerdo con un informe dado a conocer a principios de junio de 2009 en Berlín, Alemania, por el Fondo Internacional para la Infancia de la Organización de Naciones Unidas (UNICEF).
Sólo en Filipinas, más de 100 mil niños son víctimas de la explotación sexual cada año, y en Kenia las dos terceras partes de los clientes de prostitución y pornografía infantil son personas de clase alta procedentes del mundo desarrollado.
"Cada día se cuelgan en Internet 200 nuevas fotografías con pornografía infantil por todo el mundo", comentó la ministra alemana de Familia, Ursula von der Leyen en una reunión internacional para tratar sobre la explotación sexual infantil.
Según la Organización Mundial del Turismo cada año se producen más de 600 millones de viajes turísticos internacionales. Un 20% de los viajeros consultados reconoce buscar sexo en sus desplazamientos, de los cuales un 3% confiesa tendencias pedófilas; esto supone más de 3 millones de personas. Según las cifras de Unicef, el turismo sexual infantil genera ingresos anuales de cinco mil millones de dólares para los intermediarios.
Preocupa seriamente ante esta realidad el que el Asia es el continente más afectado por la prostitución infantil. Unas 600 mil criaturas son explotadas en Filipinas, 300 mil en la India, 250 mil en China y 30 mil en Sri Lanka y Nepal. El Comité de Derechos del Niño denunció que entre 100.000 y 150.000 niñas y mujeres de Nepal fueron enviadas en 1995 a India para ser explotadas sexualmente. Cada año 3.000 niñas hindúes son obligadas a prostituirse por primera vez. En Tailandia la situación afecta a 80.000 menores, de las cuales 60.000 no alcanzan los 13 años. En Indonesia el 20% de las mujeres explotadas sexualmente son menores de edad.
Sudamérica es otra zona donde la explotación sexual infantil sacude a decenas de miles de niñas y niños.
Pero Europa tampoco es ajena a esta epidemia, así, por ejemplo, entre 11.000 y 15.000 adolescentes ejercen la prostitución en Ucrania, según denuncia la UNICEF.
A continuación voy a transmitirles una parte de un artículo, basado en el documental The Fighters (Los Luchadores), realizado por la CNN Internacional dentro del marco del Proyecto Libertad, destinado a denunciar el tráfico de niñas filipinas destinadas a la prostitución, pero también a destacar a quienes luchan en contra de este  inhumano tráfico de personas. Entre estos luchadores se ha destacado la figura de la trabajadora social Cecilia Flores-Oebanda, quien dirige la ONG llamada "Visayan Forum Foundation", fundada en 1991.
Uno de los momentos más entristecedores es la entrevista a una joven mujer, a la que llaman María. Esta se limpia las lágrimas con un pañuelo de papel mientras se prepara para contar cómo los traficantes sexuales destrozaron su vida. "Tenía 15 años cuando me reclutaron" explica. "Necesitaba trabajar porque mi padre tenía un problema pulmonar y teníamos que conseguir dinero para que le trataran en un hospital", recuerda. Una persona en su provincia le aseguró que le encontraría un trabajo en Manila. "Pensé que iba a trabajar como lavaplatos en un restaurante, pero cuando llegué allí me di cuenta de que era una 'casa'." 'Casa' es la palabra que se usa para definir los burdeles en las Filipinas.
María continúa su relato, "Viajé a través de las islas. Tardé 24 horas en llegar a Manila. Cuando llegué, me encontré con 16 niñas encerradas en el mismo lugar, un cuarto muy pequeño. Algunos apenas llegaban a los 13 años". María estaba atrapada y le obligaron a tener relaciones sexuales con varios hombres extranjeros y filipinos.
Maria veía cada día a 13 clientes. Sus captores la obligaron a engañarles diciéndoles que ella era virgen, para exigir precios más altos. "Nos obligaban a impregnar una bola de algodón con sangre de paloma y a metérnosla en nuestra vagina", explica. Esta extravagante práctica no es inusual. En algunas partes de Asia, los grupos de lucha contra la trata de personas han encontrado que muchos hombres creen que tener sexo con una virgen puede curar el VIH / SIDA.
A pesar de que apenas llevaba allí unas semanas cuando la policía filipina allanó el apartamento y la liberó junto con el resto de mujeres y niñas, que se encontraban en el local, el daño ya estaba hecho.
Los trabajadores sociales dicen que ha llevado a una tendencia preocupante, con consecuencias trágicas para las víctimas de la trata de personas. UNICEF estima que hasta 100.000 niños trabajan en el comercio ilegal del sexo en Filipinas.
Además, muchas mujeres se ven obligadas a prostituirse, más allá de las circunstancias económicas, por temor a la violencia contra ellos o sus familias, si intentan huir.
Durante el rodaje del documental Proyecto Libertad CNN, explica Cecilia, "entrevistamos a tres niñas, cuya historia fue tan profunda y angustiante, que me hizo llorar, la única vez en mis 15 años de carrera". Para añadir, "Las entrevistas comenzaban con normalidad, con las chicas cantando en el micrófono y hablándonos sobre los dibujos animados de Tom y Jerry. Parecían las típicas chicas de 12 años de edad, pero lo que nos contaron sobre lo que habían pasado, me dejaron parada en seco".
Una de las chicas explica: "En el café internet me dicen que me quite la ropa y luego me hacen bailar delante de la cámara lo que me avergüenza porque yo no estoy acostumbrado a estar desnuda así.. ".
A menudo, eso no era suficiente para que los clientes pagasen al otro lado de la sala de chat de sexo. Por 27 dólares a la hora, cualquiera podía decirle a las chicas lo que debían hacer, y un hombre detrás de la cámara se aseguraba de que lo hicieron.
Las chicas cuentan también lo que los hombres que venían de la calle les obligaban a hacer durante las relaciones sexuales. Todavía asustada comentan que, "En algunos casos involucraban hasta animales y en otros, pervertidos a los que les excitaba ver a las chicas sufriendo estos terribles abusos".
María no llegó a ver el reportaje de su historia, aunque pudo explicarla para la CNN.
Primero le arrebataron la vida envolviéndola en el mundo de la explotación sexual. Y, poco después de ser rescatada, murió, en marzo de este año, durante las complicaciones sufridas al dar a luz a su segundo hijo, según contaron a CNN los trabajadores sociales que colaboraron en el documental.
"Por favor, que no crean todas las promesas que les hacen, sobre todo de la gente que no conocen, porque pueden ocurrirte un montón de cosas terribles si te vas con ellos", fueron sus últimas palabras para esa cadena. Una clara advertencia hacia otras personas, para que eviten caer en estas redes.
La Fundación Foro Visayan, que trabaja en Filipinas desde 1991, dice que ha llegado a más de 70.000 víctimas o posibles víctimas de la trata de personas, y ha proporcionado servicios o ha ayudado a rescatar a más de 15.000 víctimas.

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