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domingo, 21 de abril de 2013

Irak, elecciones y violencia

Ayer se celebraron en el país elecciones provinciales, las primeras desde la salida de las tropas estadounidenses, en el año 2011, que controlaban Irak. Estos comicios servirán para medir la popularidad del primer ministro Nuri Al Maliki, chiita, acusado por sus socios en la coalición y la minoría suní de acaparar el poder, así como de corrupción sistemática.
Unos 14 millones de iraquíes estaban llamados a las urnas en 12 de las 18 provincias que conforman el país, dado que en otras la elecciones fueron pospuestas hasta septiembre por causa de la situación conflictiva que vive esta nación de Asia, y en otras dos, dominadas por la oposición a Al Maliki, fueron anuladas.
378 escaños de las asambleas provinciales, órganos de gobierno claves en el sistema federal iraquí, es lo que los votos de los ciudadanos deben cubrir, en unas elecciones marcadas por las dudas sobre la limpieza de las mismas.
Las medidas de seguridad se extremaron durante toda la jornada después de una campaña electoral que tuvo en la violencia uno de los ejes de la misma, dado que en lo que va de año catorce candidatos fueron asesinados, todos ellos de la minoría suní, y una serie de atentados, entre ellos un coche bomba en una cafetería (dejó 27 muertos) o el ataque a una mezquita (7 muertos), con un alto número de víctimas mortales, durante toda la semana
Pero las mismas no han impedido que se hallan vivido momentos de tensión, y actos violentos en diversos colegios electorales. Así, la violencia sectaria y fanática hizo acto de presencia durante la jornada, muestra de ello son la docena de bombas de escasa potencia y los morteros que cayeron en los alrededores de diversos colegios electorales iraquíes hiriendo al menos cuatro personas.
Las primeras valoraciones apuntan a que cerca de la mitad de los iraquíes con derecho a voto acudieron a las urnas. El canal de televisión Al Yazira apunta que en la ciudad de Basora la participación fue de tan sólo el 35 por ciento.
Las elecciones son vistas como una prueba de la estabilidad política en Irak, diez años después del derrocamiento de Saddam Hussein.
El Gobierno, compartido entre chiíes, suníes y la minoría étnica kurda, ha estado paralizado desde que la tropa estadounidense abandonó Irak hace más de un año.
Sin embargo muchos iraquíes suníes sienten que su minoría está siendo marginada, y apartada, por el gobierno de Maliki. Por ese motivo cada viernes, a la salida de las plegarias musulmanas, miles de descontentos en Faluya, Ramadi, Mosul y otras ciudades salen a la calle al grito de ¡Erhal! (vete ya) dirigido a Al Maliki.
En las últimas semanas han estallado más de 20 carros bomba en Bagdad, la capital, pero también en las ciudades de Kirkuk y Tuz Jurmatu, Tikrit y Samarra e Hilla y Nasiriya.
Aunque los atentados no han sido todavía reivindicados, militantes suníes vinculados con la red terrorista Al Qaeda atacan regularmente objetivos gubernamentales y civiles con la finalidad de desestabilizar ese país. Esta violencia sectaria y los juicios sumarísimos que se están produciendo, las autoridades de Irak ejecutaron, por ahorcamiento, en un acto único, el pasado martes, a 21 personas acusadas de terrorismo, según ha informó el Ministerio de Justicia del país árabe, a la cadena de televisión estadounidense CNN, está distanciado las diferentes credos que conviven en el país.
Las provincias kurdas aplazaron la votación para septiembre, mientras en las provincias de Kirkuk, Anbar y Nínive no se realizan los comicios por los conflictos locales y la precaria situación de la seguridad en cada una de ellas.
Pese a que las autoridades subrayaron que la jornada se desarrolló sin apenas incidentes, el líder de la opositora coalición Al Iraqiya, Ayad al Alaui, se mostró preocupado ante una posible falsificación de los resultados mediante la manipulación de los votos. Alaui también acusó a las autoridades de detener, durante la mañana del sábado, a electores en varias zonas del norte de la provincia de Babel, al sur de Bagdad, y de impedir a los habitantes de las localidades de Al Yusifiya y de Al Latifiya de ejercer su derecho a voto.
Irak convive diariamente con problemas que afectan a todos sus ciudadanos, como la precariedad de servicios básicos, la electricidad y el agua potable básicamente, la falta de tranporte, la escasez de combustibles, el desempleo, la falta de seguridad, y la corrupción, un mal endémico en el país.
Además de los registros a los participantes en las elecciones, antes de ejercer su derecho al voto, durante todo el día de ayer estuvo prohibida la circulación de vehículos en prevención de atentados, aunque esta misma prohibición impidió a muchas personas ejercer su derecho al voto.
"Las elecciones no pueden resolver todos los problemas de Irak, pero los problemas no pueden resolverse sin elecciones", ha declarado Martin Kobler, el jefe de la misión de la ONU en Irak (UNAMI), durante una visita a un colegio electoral en Bagdad, para la agencia France Presse.
http://graphics.thomsonreuters.com/RNGS/2013/APR/IQ_ELECTION.jpg
Gráfico de algunos atentados producidos durante la semana anterior a las elecciones



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