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viernes, 27 de diciembre de 2013

Turquía, Crisis política, corrupción y ajuste de cuentas entre islamistas

En Turquía, varios sospechosos de alto perfil están siendo formalmente investigados como parte de una amplia pesquisa de corrupción
Según los informe, los detenidos por corrupción y fraude incluyen a los hijos de dos ministros de gabinete y del gerente ejecutivo de un banco estatal.
Más de 20 personas han sido detenidas hasta el momento en una redada que el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, denuncia como una operación sucia en su contra.
Turquía
Diputados de la oposición muestran fotos de los corruptos.
En días recientes, el jefe de la policía en Estambul y otras directivas policiales fueron destituidos por el gobierno, que los ha acusado de abuso de poder.
En relación a estas investigaciones, un fiscal público en Turquía dice que se le ha impedido realizar una investigación completa sobre las acusaciones de corrupción en el gobierno.
En una declaración, Muammar Akkas indica que la Policía ha obstruido el proceso al no efectuar algunos arrestos ordenados por él. El mismo indicó que fue retirado del caso para que no pudiese continuar con las investigaciones de corrupción que afectaban a altos cargos y sus hijos.
El fiscal principal de Estambul, Turhan Colakkadi, declaró a la agencia Reuters que fue retirado del caso por filtrar información a los medios de comunicación.
El miércoles, tres ministros renunciaron a raíz de que sus hijos fueron detenidos como parte de la investigación.
Sus renuncias provocaron una reorganización del gabinete del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
Manifestantes y policías en una protesta contra el Gobierno, el miércoles en Estambul. / SEDAT SUNA (EFE)
El arrogante primer ministro de Turquía ha tenido que dar su brazo a torcer por primera vez en más de una década. Los escándalos de corrupción que han afectado a familiares de ministros y forzaron el miércoles el cambio de cerca de la mitad del Gobierno amenazaban este jueves con salpicar al propio Recep Tayyip Erdogan a través de una investigación a uno sus hijos.
"El objetivo principal de esta operación soy yo", ha dicho el jefe de Gobierno a sus colaboradores más cercanos, según una información citada por el diario Millliyet. Cerca de un centenar de personas, incluidos los hijos de tres ministros, el alcalde del distrito de Fatih de Estambul y varios empresarios y banqueros vinculados al gubernamental Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP, en sus siglas en turco),  fueron detenidas el día 17 en una redada anticorrupción sin precedentes.
La respuesta de la formación política de Erdogan, que en sus campañas electorales se hace llamar Partido AK (limpio, en turco), no tardó en llegar. Más de 500 agentes y mandos policiales, incluido el jefe provincial de Estambul, que intervinieron en la operación han sido destituidos o enviados a otros destinos desde entonces.
Un juez decretó el pasado 17 de diciembre prisión preventiva para Kaan Çaglayan y Baris Güler, hijos de los responsables de Economía, Zafer Çaglayan, e Interior, Muammer Güler, respectivamente.
El hijo, Abdullah Oguz, del titular de Medio Ambiente Erdogan Bayraktar, fue también detenido la semana pasada, aunque puesto en libertad con cargos el sábado.
Tanto el ministro de Economía como el de Interior ha defendido su inocencia y han hablado de "maquinación". Bayraktar ha defendido también su inocencia pero ha acusado a Erdogan de compartir responsabilidades y ha sugerido que debe dimitir.
Erdogan, por su parte, ha asegurado que el escándalo de una "complot internacional", cuyo objetivo es hundir la economía turca.
"Estamos ante un ataque, no ya a nuestro partido, el AKP, sino a toda la nación, un complot obvio, una maquinación", ha asegurado el primer ministro islamista en Ankara, ante los presidentes de los consejos provinciales en un discurso transmitido por la cadena NTV.
"Es una conspiración internacional motivada por el deseo del "lobby financiero" de subir los intereses, y la envidia provocada por la prevista construcción del tercer aeropuerto más grande del mundo en Estambul" añadió el mismo, según recoge la agencia EFE.
Erdogan denunció que "los 9 días de investigación judicial han causado daños por 20.000 millones de dólares a las empresas turcas", al caer la Bolsa, y 1.625 millones al banco público Halkbank, cuyo director está entre las 24 personas en prisión preventiva.
Los acusados son sospechosos de haber intervenido en la adjudicación de contratas urbanísticas ilegales. También están acusados de negocios ilícitos relacionados con el envío de importantes cantidades de oro a Irán, un esquema que evitaba las sanciones internacionales contra la República Islámica por su controvertido programa nuclear.
Aunque no se cita la identidad de los sospechosos, algunos medios apuntaban anoche que entre ellos figuraba Bilal Erdogan, un hijo del primer ministro relacionado con los negocios inmobiliarios y financieros, así como el director general de los Ferrocarriles del Estado de Turquía, Suleyman Karaman.
La corrupción se lleva por delante medio Gobierno turco y acorrala a Erdogán
Manifestación contra la corrupción en Estambul. AFP.
La oposición reclama ahora elecciones anticipadas. El portavoz del Partido Republicano Popular (CHP), Haluk Koç, afirmó ayer que Erdogán "ha estado haciendo la vista gorda a la corrupción durante once años, desde que llegó al cargo, y no sólo en los últimos incidentes", en declaraciones al diario Today’s Zaman.
Este es un capítulo más de los desencuentros que desde hace meses viven los diferentes grupos islamistas en Turquía enfrentandos en una lucha de poder.
La decisión del Gobierno de Erdogan de cerrar las "dershane" o escuelas preparatorias para el acceso a la universidad, que representan una de las principales fuentes de financiación de la congregación Hizmet (Servicio, en turco), un influyente movimiento equiparable a un Opus Dei musulmán que controla centros universitarios privados y medios de comunicación, desató el pasado noviembre una guerra sin cuartel en el seno del islamismo turco.
Los analistas turcos describen ahora una lucha a muerte entre el AKP de Erdogan y el movimiento Hizmet. "No parece que vaya a haber una tregua, se trata de una guerra en la que cada una de las partes en conflicto se juega su supervivencia", explica Rusen Cakir, uno de los principales expertos en el islamismo político turco.
Al igual que ocurrió durante las protestas del verano, para evitar la tala del parque de Gezi, que derivaron en manifestaciones masivas y disturbios por toda Turquía, el premier turco culpó ayer de los escándalos investigados a una conspiración internacional apoyada por "bandas dentro del Estado" operando "bajo el manto de la religión", "espías extranjeros y medios de comunicación" sirviendo a intereses foráneos.
La policía en los últimos días ha dispersado varias manifestaciones, que han congregado a más de 25.000 ciudadanos para pedir la dimisión de Erdogan, según informa la agencia France Presse.
En una noticia de última hora, se ha confirmado que el fiscal que estaba investigando por corrupción a varios altos cargos del Gobierno turco ha sido apartado del caso al tiempo que el primer ministro ha llevado a cabo una profunda reestructuración de su gabinete.
En la nota en la que ha anunciado que ayer jueves había sido apartado del caso, el fiscal Muammer Akkas ha denunciado además maniobras de obstrucción a la justicia por parte de las autoridades, mientras que el fiscal jefe ha justificado su relevo por negliglencias en el proceso, informa Reuters.


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