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lunes, 27 de enero de 2014

Ucrania, La tensión se extiende por todo el país con la toma de edificios públicos

Manifestantes contra el Gobierno asaltan la Casa Ucrania, en el centro de Kiev, donde se habían refugiado los antidisturbios. Foto: Vasily Maximov.
Las protestas contra el gobierno en Ucrania se extendían ayer por todo el país, con la toma de edificios gubernamentales, además de nuevos enfrentamientos, en Kiev y otras ciudades, tras la negativa de la oposición a la propuesta del presidente, Viktor Yanukovich, de participar en el gobierno. El país parecía anoche al borde de la guerra civil.
Yanukovich se mostraba acorralado mientras grupos opositores que desde hace semanas se manifestaban en la capital ahora comenzaron a ocupar distintas sedes del poder.
Ayer, poco después de la negativa de la oposición a las concesiones del presidente, algunos miles de militantes irrumpieron en la "Casa Ucrania", el ex museo de Lenin en el centro de Kiev, a unos 500 metros de la plaza Maidan, corazón de la protesta "europeísta", ahora básicamente en contra del gobierno, donde la policía y opositores se enfrentan violentamente desde hace más de una semana.
Dentro del edificio estaban atrincherados cerca de 200 agentes de las fuerzas especiales y la lucha fue, una vez más, violenta.
Cientos de insurgentes bloquearon el acceso al edificio y rompieron los vidrios de las ventanas de la planta baja lanzando bombas molotov contra los agentes.
Los policías se refugiaron detrás de sus escudos y respondieron al asalto con granadas de aturdimiento, sin lograr tener una buena respuesta contra una multitud enfurecida pero bien organizada.
Por la noche, decenas de manifestantes tomaron el control del Ministerio de Justicia, en el centro de Kiev, sin encontrar resistencia, según testigos. Ningún representante de las fuerzas del orden estaba en el edificio, situado a pocos metros de la zona de la capital ocupada por los manifestantes.
Sólo tres vigilantes estaban en el lugar en el momento del asalto y no opusieron resistencia, dijo un manifestante encapuchado que no quiso identificarse.
En tanto, continuaban los ataques contra los palacios de poder en el resto del país: hasta anoche, 14 de las 25 sedes de los consejos regionales estaban ocupadas o bloqueadas por los manifestantes.
Se trata, sobre todo, de las regiones del oeste, más pro occidentales, aunque la protesta también se extiende al este, tradicionalmente más cercano a Rusia.
La cadena de ocupaciones de edificios oficiales en Kiev está empezando a condicionar la agenda política. La ministra de Justicia de Ucrania, Elena Lukash, ha amenazado esta mañana con imponer el estado de emergencia en caso de que los manifestantes que ocuparon anoche su Ministerio no lo abandonen en las próximas horas.
En declaraciones ofrecidas a los medios locales, Lukash ha indicado que pedirá al Consejo de Seguridad Nacional y Defensa que introduzca la medida en caso de que no se satisfaga su petición. Algunos asaltantes han dicho desde el interior del edificio que en la práctica el país ya está en estado de emergencia y que no piensan irse.
En todo caso, tras casi 24 horas de ocupación, el grupo de encapuchados, pertenecientes al grupo nacionalista Spitna Sprava, han dejado por fin el edificio, pero seguirán delante de la puerta bloqueando su acceso y su líder ha dicho que están dispuestos a tomarlo de nuevo si no hay avances. 
"Solo aceptaremos una solución sin el presidente", afirmó Alexander Danilyuk. Un asesor económico de 32 años que lidera el comando rebelde en el ocupado Ministerio de Agricultura, junto al bulevar. Su organización, Spilna Sprava (Causa Común), es una de las muchas nuevas agrupaciones que han surgido en torno al Maidan.
La toma del Ministerio de Justicia, abandonado hace escasas horas, ha sido criticada incluso por Svoboda, un partido nacionalista que es el más radical de las fuerzas opositoras.
La ocupación de edificios públicos, las barricadas a base de bolsas de plástico rellenas y las tiendas de campaña en medio de esta metrópolis ponen de manifiesto que Yanukovich está perdiendo el control de la capital.
De esta forma, en las casas sindicales y otros edificios públicos la gente descansa en colchonetas y sacos de dormir. Así, médicos, cosacos y eclesiásticos ayudan a poner orden en medio del caos.
Los periodistas son los únicos que reciben autorización para adentrarse en sus dependencias, que se encuentran en buen estado, ya que los manifestantes se han comprometido a garantizar la seguridad de sus archivos.
Mientras algunos manifestantes respondían a quienes les tachaban de radicales. "¿Extremistas? Soy licenciado universitario. Tengo más preparación intelectual que muchos ministros. Los bandidos son ellos", aseguró un ciudadano de unos cuarenta años a la puerta del Ministerio recien tomado.
Funeral por uno de los muertos en las protestas de Kiev. EFE.
La resistencia popular a Yanukóvich es una máquina engrasada de desobediencia civil que tanto es capaz de organizar la construcción de una barricada en apenas unos minutos como la captura de unos provocadores o la toma de un edificio. Como ejemplo, decenas de personas se dedicaron durante horas hasta la caída de la noche a romper la gruesa costra de hielo que cubría al adoquinado de la plaza de Europa con el fin de llenar los sacos de nieve para las barricadas. 
Mientras la oposición ucrania seguía ampliando el espacio bajo su control en provincias y en Kiev, el presidente Víctor Yanukóvich realizó una jugada por sorpresa y ofreció los puestos de primer ministro y viceprimer ministro responsable de cuestiones humanitarias a Arseni Yatseniuk y Vitali Klichkó, respectivamente. Ambos rechazaron la propuesta al dirigirse por la noche a los manifestantes en la plaza de la Independencia de Kiev. "A nuestra propuesta de derogar las leyes dictatoriales, Yanukóvich respondió con la propuesta de introducir modificaciones. Mantendremos nuestras posiciones en el Maidán y en las regiones", proclamó Klichkó, el líder del partido UDAR (Golpe). "Estamos dispuestos a asumir esta responsabilidad [de gobierno] y llevar al país a la Unión Europea", dijo a su vez Yatseniuk. Los opositores reclaman, sobre todo, la convocatoria de elecciones presidenciales este año y no el próximo, como está previsto.
En Kiev la revuelta mantiene bajo su control el Ministerio de Agricultura, el Ayuntamiento, la "Casa de los Sindicatos", la sala exposiciones llamada "Casa Ucrania" y un pequeño palacete para actos sociales dependiente de la Presidencia.
Una joven ucraniana de 22 años que estudia en España, identificada solo como A.T, explicaba para un medio español que efectivamente el pueblo ucraniano está dividido pero que no existe una clara mayoría europeista como pensamos. "Un 60-40 aproximadamente" asegura A.T que nos muestra otra visión de la vida política en su país: "Si preguntas a quienes se inclinan por Rusia te dirán que Yulia Timonshenko estafó millones al país y que por eso está en la cárcel, no por ser política, sino por robar". "También te dirán que Yanukovich está haciendo una labor importante, grandes reformas y sobre todo es apreciado por luchar duramente contra la corrupción", concluía esta joven.
Desde noviembre, la oposición está movilizada contra el presidente, al que reprocha haber renunciado a un acuerdo de cooperación con la Unión Europea a favor de un acercamiento con Moscú.
"Si no se cumplen nuestras exigencias de restablecer el orden constitucional (volver a la Constitución de 2004), organizar elecciones presidenciales y parlamentarias, y se detiene el terror contra el pueblo ucraniano, tomaremos todos los edificios administrativos y sólo permitiremos que entren aquellas personas que sean directamente responsables de la vida y la salud de las personas", ha escrito en su página de Facebook el coordinador de Spilna Sprava, Alexánder Danilyuk.


Brasil, Manifestantes, contra la organización de la Copa 2014, toman las calles durante el final de semana

Manifestantes ocupam a pista da Avenida Atlântica (Foto: Alba Valéria Mendonça/G1)
Manifestantes ocupan la Avenida Atlântica en Copacabana, Rio de Janeiro. Foto: Alba Valéria Mendonça/G1.
Las protestas del sábado pasado en São Paulo, así como las de otras docenas de ciudades por todo Brasil, durante todo el final de semana, son solo una muestra de lo que algunos periódicos locales vienen avisando, en sus editoriales, desde hace varias semanas: Las calles, en el año de la Copa del Mundo y de las elecciones, serán tomandas nuevamente, como ya ocurrió en 2013, por miles y miles de personas inflamadas contra la situación de un país que es la eterna promesa del desarrollo pero que nunca acaba de despegar.
Políticos corruptos, altos gastos con la competición mientras la población del país sufre diariamente con la sanidad, la falta de saneamiento público, la educación, la pobreza, la deficiencia del transporte público, la falta de ética de la clase política, y un largo etcétera, son algunas de las cuestiones que han movilizado a la población e incendiado las calles del país.
Auto en llamasLa manifestación que se celebró el sábado en Sao Paulo para protestar contra los excesivos costes de la organización de la Copa del Mundo de fútbol de Brasil acabó con brotes de violencia aislados y más de ciento veinte detenidos.
Los incidentes se registraron al final de la marcha cuando un grupo de manifestantes lanzaron objetos contra los cristales de varios bancos, destrozaron mobiliario urbano e incluso prendieron fuego a un auto que, según informa la prensa local, otros manifestantes trataron de apagar.
Las manifestaciones en Brasil contra el Mundial-2014 se iniciaron este sábado, convocadas por el grupo Anonymous, en una primera jornada de protestas que servirá de termómetro social a cinco meses de que se celebre el campeonato de futbol.
Bajo el lema "No habrá Copa", las manifestaciones son emplazadas por el grupo de hackers en su página de Facebook.
En las afueras del Museo de Arte de Sao Paulo (Masp), algunos manifestantes, en su mayoría jóvenes, instalaron letreros en los que se podía leer, por ejemplo, "Si no hay derechos, no hay Copa", "Si no hay transporte, la Copa se va a detener" o "Fifa go home".
A menos de cinco meses para que comience el Mundial de fútbol, miles de brasileños han salido a la calle para expresar su rechazo a la organización del torneo, aunque las manifestaciones han tenido un peso mucho menor del esperado por los convocantes. Los manifestantes han denunciado que se ha sobrepasado el presupuesto previsto para organizar el evento y achaca este incremento del gasto a la corrupción en las instituciones responsables de la construcción de los nuevos estadios que están siendo edificados para el Mundial.
"Es absurdo que Brasil organice una Copa del Mundo porque hay problemas como la salud, la educación y la vivienda que están en condiciones pésimas. En Sao Paulo todavía, pero en el nordeste hay situaciones dramáticas", denunciaba Daivis Souza, quien participaba en la protesta de la capital paulista.
Las marchas se repitieron más de una decena de ciudades de Brasil, entre ellas Brasilia, Porto Alegre, Rio de Janeiro, Recife o Belo Horizonte, también sedes del Mundial.

Manifestantes mostram cartazes (Foto: Alba Valéria Mendonça/G1)
Manifestantes muestran una parcanta durante la protesta en Copacabana (Foto: Alba Valéria Mendonça/G1)
Estas manifestaciones, "que serán seguidas por otras" según Anonymous, están programadas en 36 ciudades de este gigantesco país sudamericano con una población superior a los 200 millones de habitantes.
En São Paulo, ciudad donde se registraron los incidentes más violentos, un joven de 22 años está internando en estado grave por causo de varios impactos de bala que recibió por parte de la policía.
En Natal, capital del estado de Rio Grande del Norte, situado en el nordeste del país, 15 personas fueron arrestadas por las protestas registradas frente al estadio mundialista Arena das Dunas, inaugurado el pasado miércoles por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff. Un grupo de manifestantes intentó invadir el estadio, dañó una grada de acceso e incendió un local utilizado por los trabajadores de la recién inaugurada obra, informó el diario Folha de São Paulo.


Egipto, La península del Sinaí sinónimo de torturas y muertes

Unas 30.000 personas han sido objeto de tráfico ilegal en Sinaí, dice un estudio
Unas 30.000 personas han sido objeto de tráfico ilegal en Sinaí, dice un estudio.
Impulsados por el deseo de huir del hambre, la pobreza, la guerra, los desastres naturales, la violencia o la persecución, con una carga de sueños a ser cumplidos, y siempre con la mente puesta en una vida mejor, miles de personas inician cada día una travesía hacia un futuro, hacia un sueño, esa vida mejor, pero la mayoría de esos sueños terminan sin llegar a esa meta casi inalcanzable, e incluso, antes de emprender la travesía.  Muchos se quedan, literalmente, en el camino. La debilidad, la falta de recursos y la sed, como hemos visto recientemente, se encargan de poner fin a sus sueños de libertad. Otras veces, estos deseos se ahogan en las aguas de unos mares que engullen unas destartaladas embarcaciones sobrecargadas de mercancía humana. Y otros, los que consiguen llegar a su destino, se dan de bruces con barreras infranqueables y muros donde lamentar su mala suerte. La mayoría, tarde o temprano, vuelve a intentarlo, porque el deseo de vivir mejor es más fuerte que la propia vida.
En septiembre de 2010, comenzaron a conocerse las atrocidades cometidas en el Sinaí por las mafias beduinas.  

Inmigrantes africanos se manifiestan en Tel Aviv por los derechos humanos.| Jim Hollander
Inmigrantes africanos se manifiestan en Tel Aviv por los derechos humanos.| Jim Hollander
La península del Sinaí es un territorio de resonancias bíblicas. Considerado santo para las tres grandes religiones monoteístas, allí fue donde Moisés recibió de Dios la tabla de los Diez Mandamientos. Sin embargo, para miles de refugiados e inmigrantes del Cuerno de África, el Sinaí es sinónimo de un infierno de torturas, mutilaciones y, en muchos casos, muerte. Según un reciente estudio de la Universidad holandesa de Tilburgo, en los últimos cuatro años, entre 25.000 y 30.000 personas han sido víctimas de las mafias que trafican con personas en el Sinaí. De ellas, entre 5.000 y 10.000 han muerto. Una de las crisis humanas "más ignoradas" del mundo, dice la ONU.
Los refugiados africanos que se dirigen a buscar asilo en Israel a través del desierto de Sinaí sufren torturas, abusos y violaciones a manos de grupos de beduinos egipcios que trafican con inmigrantes, según lleva años denunciando la organización "Físicos por los Derechos Humanos" de Israel.
Tras realizar cuestionarios en las clínicas de Tel Aviv que tratan a refugiados que consiguen llegar vía Egipto, la organización concluye que grupos de beduinos encargados de su transporte ilegal a lo largo de la península del Sinaí los someten a varios tipos de abusos como malos tratos o falta de comida y agua.
Al llegar a la frontera algunos son amenazados de muerte por agentes de policía egipcios y los que consiguen pasar son en ocasiones detenidos durante días, semanas, meses e incluso años en centros israelíes. Otros son objeto de la política de "difícil retorno" por la que se les devuelve a Egipto en pocas horas o cinco días después de cruzar la frontera.
Territorio desértico y remoto, el Estado egipcio posee un tenue control sobre el Sinaí, que se ha convertido estos últimos años en una base de operaciones para grupos yihadistas, y también para mafias diversas que trafican con órganos, personas, drogas y armas. Estos grupos descubrieron una cruel forma para multiplicar sus ganancias: comprar refugiados etíopes o eritreos "cazados" por la mafia sudanesa de los rashaida y torturarlos brutalmente para forzar a sus familiares a pagar un rescate.
La red de traficantes del Sinaí comenzó a operar en el año 2009. La tribu de los Rashaida, que habita la región sur de Sudán y Eritrea, son el primer eslabón de un complejo entramado que actúa a nivel internacional. Normalmente secuestran a grupos de Eritrea, Sudán o Etiopía mientras buscan refugio en los países vecinos o cuando intentan cruzar hacia Israel.
Desierto del Sinaí. Ruta de los sueños rotos
El diario El País, cuenta la historia de una de las personas que sufrió la pesadilla de ser capturado. Benyamín (nombre ficticio), un adolescente etíope que pudo escapar milagrosamente de su mazmorra, es uno de ellos. La historia de este chico enjuto y de mirada huidiza es especialmente dramática por ser menor de edad, y porque su pesadilla empezó ya en su propio país. A los 15 años fue arrestado y torturado para que delatara a los camaradas de su padre, asesinado por su condición de opositor al régimen. En una sesión de palizas perdió el conocimiento y se despertó en un hospital. Huyó por la ventana del baño y se encaminó hacia Sudán.
Después de cruzar la frontera con el país árabe, un hombre se ofreció a llevarlo al campamento de refugiados de Shagarab. Era un policía que, sin embargo, lo entregó a un grupo de hombres armados, que lo encadenaron de pies y manos y lo encerraron en un recinto con tres docenas de captivos originarios de Eritrea y Etiopía. "En muchas ocasiones son los propios policías y militares sudaneses quienes secuestran y venden a los refugiados. En el tráfico también están implicados eritreos y etíopes. De hecho, algunas abducciones se han producido ya en Etiopía", explica Stefanie Ruehl, una investigadora alemana residente en Egipto que colaboró con el estudio de la Universidad de Tilburgo, publicado en diciembre.
Tras algunos días de cautiverio, los llevaron en camionetas por el desierto hasta llegar a un barco. Surcaban el Nilo. "El viaje duró varios días. No nos dieron agua y solo algún mendrugo de pan. Teníamos tanta sed que bebíamos la orina que goteaba del piso de arriba, donde habían puesto a las mujeres del grupo, a las que violaban", evoca el chico.
Según el estudio, los encargados de transportar los secuestrados al Sinaí pertenecen a la temida tribu de los Rashaida, un clan mafioso que controla el tráfico de armas, drogas y personas en Sudán.
Una vez en el Sinaí, los separaron por nacionalidades y los metieron en dos grandes habitaciones cubiertas por un techo uralita. Entonces empezó la peor etapa del calvario. "Nos dijeron que nuestras familias les debían abonar 24.000 euros a cambio de la liberación. Si no pagaban, nos sacarían los órganos y los venderían. Estaba aterrorizado", explica Benyamín con una voz temblorosa, apenas audible. En los casos de personas con familiares emigrados a Occidente, el rescate puede ascender hasta los 40.000 euros.
Los traficantes les dejaban teléfonos móviles para que contactaran con sus respectivas familias y amigos. A menudo las llamadas se producen en plena sesión de tortura, y así aumentan la presión a las familias. Con su madre en la cárcel, o quizá también muerta, Benyamín llamó a su tía, pero no contestó. No tenía a nadie que le pudiera ayudar. "En la mayoría de casos se trata de familias muy pobres. No les queda más remedio que vender sus tierras, hacer recolectas en sus aldeas o recurrir a las iglesias. Pocas veces pueden reunir el dinero. Y cuando lo hacen, es habitual que los secuestradores les pidan una suma adicional", asevera Ruehl.
"Lo peor eran las palizas. Prefería las descargas eléctricas. Las toleraba mejor", apunta. Las sesiones de tortura eran diarias, y los perpetradores, cinco o seis. Al menos uno era etíope o eritreo y hacía de traductor. El resto, probablemente, beduinos de la zona. El catálogo de torturas de los traficantes da fe del inaudito grado de sadismo al que puede llegar el ser humano. Según el informe citado anteriormente, las torturas incluyen mutilaciones, quemaduras provocadas por plástico fundido sobre la piel, palizas mientras las víctimas están colgadas del techo y humillaciones sexuales como forzarlas a violarse entre ellas.
Otra de maltrato era la privación de comida, agua o cualquier tratamiento médico. "En la habitación había un bidón donde nos hacían orinar. Luego nos forzaban a beber el orín. Era tan asqueroso que el estómago no podría retenerlo y vomitaba. Entonces me obligaban a comer el vómito. Una vez también me obligaron a lamer la sangre de un cadáver", rememora el traumatizado adolescente.
Las torturas psicológicas también son extremadamente crueles. Por ejemplo, tirar los cuerpos de los confinados que han muerto a los perros, que los descuartizan frente a sus compañeros de penurias. En el caso de Benyamín utilizaron su profunda devoción religiosa: "Al ver que llevaba un collar con la cruz, me ordenaron que quemara una Biblia. Al principio me negué, pero las palizas eran tan duras que lo acabé haciendo". Cree que sus periódicas plegarias le dieron la fuerza suficiente para poder sobrevivir a un calvario que terminó de forma milagrosa.
"Al despertarnos el día 46 de cautiverio, vimos que no había ningún traficante vigilándonos. Nos vieron tan débiles que se confiaron. La puerta estaba abierta, y el manojo de llaves, en el suelo. Uno pudo cogerlo, y cada uno fue abriendo el candado de sus cadenas", narra el chico. Salieron del recinto y caminaron media hora, hasta encontrar una camioneta conducida por un barbudo. El jeque Mohamed les llevó a su mezquita, les proporcionó comida y primeros auxilios médicos. Unos días después, gracias a ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, ya tenían la tarjeta amarilla que les acreditaba oficialmente como refugiados.
Antes de que Israel edificara un muro en su frontera con Egipto, muchas víctimas conseguían cruzar al Estado hebreo. Ahora son arrestadas por las autoridades egipcias y deportadas a sus países de origen, o bien se quedan en El Cairo viviendo como refugiados. Actualmente, Benyamín comparte piso con otras víctimas. Vive gracias a las 400 libras mensuales (unos 50 euros) que le concede Cáritas. Sin embargo, su pesadilla aún no ha terminado. "Los traficantes nos llaman al móvil y nos acosan. Alguien de la comunidad eritrea se ha chivado sobre nuestro paradero. Nos vinieron a buscar al apartamento, por lo que tenemos que ir cambiando de vivienda", cuenta apesadumbrado.
"La policía egipcia no ha hecho nada para acabar con este problema a pesar de que tenemos identificados a los culpables. No sabemos si no es una prioridad o están untados por la mafia", denuncia Ruehl. Se estima que el lucrativo negocio del tráfico de personas en la región ascendió a unos 450 millones de euros entre 2009 y 2013.
"En la actual campaña antiterrorista en el Sinaí, el Ejército ha destruido algunas de las casas de torturas, pero no ha detenido a ninguno de los responsables", asegura Ahmed Abu Draa, un conocido periodista egipcio con base en la península que ha escrito varios reportajes sobre el tema.
Sin familia ni un país al que poder regresar, Benyamín no es capaz de imaginar un futuro mejor. Su única demanda es simple: "Solo quiero poder vivir sin miedo".
Abo Bakr Moh Ali (3)Una investigación reveló que al menos 30.000 eritreos han sido secuestrados y torturados en el desierto del Sinaí en los últimos cuatro años, según publica la BBC.
La investigación fue realizada por académicos y activistas de los derechos humanos de Suecia y Holanda.
El estudio también reveló que al menos seis millones de dólares han sido pagados por los familiares en concepto de rescate y que muchos eran obligados a telefonear a sus familiares mientras eran torturados.
Naciones Unidas estima que miles de eritreos huyen de su país cada mes e intentan cruzar el desierto del Sinaí para entrar a Israel, pero caen víctimas de traficantes de personas.
La investigación encontró que entre los secuestrados hay niños con edades entre uno y tres años.
Las víctimas soportan abominables torturas, que incluyen cada vez más a mujeres y niños torturados y violados. Repetidamente electrocutan a los rehenes, los cuelgan cabeza abajo, los golpean con barras de hierro y los queman con goteo de plástico. Torturan a las mujeres embarazadas y en las entrevistas incluso se han podido comprobar golpes infligidos a un bebé de un año. A los miembros de las familias de los rehenes les hacen elegir a quién sobrevivirá si no se recauda el rescate necesario para liberarlos a todos. Muchos prisioneros mueren en cautiverio debido a la crueldad.
Algunos aseguran que los secuestrados podían llamar a quien quisieran para que suplicaran a sus familiares que recabaran la cantidad de dinero que exigían los secuestradores.
El Parlamento Europeo dictó una resolución, el pasado año, desde la que se alentaba "A Egipto, Israel y la comunidad internacional a continuar y a intensificar su lucha contra el contrabando y el tráfico de seres humanos en el Sinaí".
"Hemos oído que hay fosas comunes de cientos de personas", aseguraba Shahar Shoham, quien encabezaba la investigación de los campos de tortura para Physicians for Human Rights (PHR), al diario británico The Guardian. Algunos supervivientes relataron a la organización humanitaria, que a veces les torturaban delante de niños pequeños a quienes se alentaba a mofarse de la situación en la que se encontraban los torturados.




domingo, 26 de enero de 2014

Tailandia, A una semana de las elecciones es asesinado Suthin Tharathin, uno de los líderes de la oposición

Manifestantes tailandeses rodean un colegio electoral para impedir las elecciones anticipadas.
Manifestantes tailandeses rodean un colegio electoral para impedir las elecciones anticipadas.AFP PHOTO / PORNCHAI KITTIWONGSAKUL.
Un líder contrario al Gobierno ha muerto tiroteado y varias personas han resultado heridas en una nueva jornada de protetas en Tailandia, según fuentes policiales.
Suthin Taratin, uno de los líderes del movimiento de protestas contra el gobierno de Tailandia, y uno de los cabecillas del movimiento antigubernamental estudiantil NPSRT, grupo que ha protagonizado varios incidentes violentos contra las fuerzas del Estado, fue abatido en medio de enfrentamientos con seguidores del Ejecutivo.
Taratin estaba dando un discurso durante una movilización antigubernamental cuando fue alcanzado por un disparo. Murió en el hospital.
La violencia se desencadenó cuando un grupo de manifestantes intentó bloquear el acceso a colegios de votación en la capital, Bangkok, y en el sur del país como una estrategia para impedir que los votantes adelantaran la emisión de sus votos de cara a las elecciones generales que se celebrarán la próxima semana.
En Bangkok la votación fue interrumpida totalmente o retrasada en 48 de los 50 centros de votación.
El movimiento de protestas se opone a cualquier proceso comicial hasta que el sistema político sea reformado y la familia de la primera ministra Yingluck Shinawatra sea removida.
Los manifestantes antigubernamentales han logrado bloquear la entrada a los colegios electorales que este domingo debían abrir sus puertas para dar inicio a las votaciones anticipadas de las elecciones generales, previstas para el próximo 2 de febrero, a las que se oponen, según informa la BBC.
Grupos de manifestantes se han movilizado durante la madrugada del sábado para postrarse frente a los colegios electorales antes de la apertura y colocando cadenas con candados en las puertas de entrada.
A pesar de que algunos recintos electorales lograron iniciar la votación, muy pronto tuvieron que cerrar y cancelar la votación por la asistencia de grupos de protesta.
Más de dos millones de personas, la mayoría estudiantes y trabajadores que no podrán ejercer su derecho a voto el día de los sufragios, están llamados a las urnas este domingo, según los datos de la Comisión Electoral.
Aquellas personas que se registraron para votar de manera anticipada y no hayan podido ejercer su derecho a voto tendrán una nueva oportunidad el día de las elecciones, según declaró la directora de la Comisión Electoral de Bangkok, Veera Yeephare.
El órgano electoral ha destacado que las votaciones anticipadas transcurren con normalidad en las provincias del centro, norte y noroeste de Tailandia, donde los antigubernamentales carecen de apoyo mayoritario.
En las provincias del sur las elecciones fueron bloqueadas, ya que los manifestantes lograron impedir la inscripción de candidatos. La Comisión Electoral ha urgido en varias ocasiones a postergar las elecciones debido a posibles transtornos en el proceso electoral o conatos de violencia.
No obstante, el Gobierno ha apostado por la celebración de elecciones como salida al atolladero político en el que se encuentra el país.
ManifestantesMiles de personas iniciaron ayer sábado una marcha por varias avenidas de Bangkok con el objetivo de que el Gobierno interino cancele las elecciones. El viernes el Tribunal Constitucional de Tailandia abrió la posibilidad de que se retrasasen unos comicios a los que se oponen la Comisión Electoral y los manifestantes antigubernamentales.
Sin embargo, el Constitucional también indicó que, en caso de que se decidiera retrasarlas, la Comisión Electoral y el Ejecutivo, partidario de que se celebren las elecciones, deben acordar una fecha alternativa mediante un nuevo decreto real.
La primera ministra interina, Yingluck Shinawatra, y el presidente de la Comisión Electoral, Supachai Somcharoen, se reunirán el próximo martes, aunque no han sido especificados los temas que se abordarán en dicha reunión.
El pasado martes el Ejecutivo tailandés declaró el estado de excepción en Bangkok ante el aumento de la violencia relacionada con las manifestaciones antigubernamentales y para tratar de asegurar la celebración pacífica de las elecciones
Desde 2006, Tailandia vive una profunda crisis política que cada uno o dos años desemboca en manifestaciones de partidarios o detractores de Thaksin, ex Primer Ministro derrocado el 19 de septiembre de 2006 y líder del partido Thai Rak Thai, que han causado decenas de muertos e importantes pérdidas económicas.
La primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, aseguró el pasado jueves que la imposición del estado de emergencia "no supondrá la repetición de los eventos de 2010", cuando las fuerzas de seguridad reprimieron violentamente las manifestaciones protagonizadas por los "camisas rojas", matando a cerca de 100 personas e hiriendo a más de 2.000.
"No queremos que se repitan los eventos de 2010. Por esa razón, las autoridades han recibido órdenes para mostrar paciencia y cautela y no hacer nada que pudiera ser considerado innecesario. Se evitarán los medios violentos y se ofrecerá conversar con los manifestantes", ha dicho, según ha informado la agencia china de noticias Xinhua.
Más de dos millones de personas, la mayoría estudiantes y trabajadores que no podrán ejercer su derecho al voto el día de los sufragios, estaban llamados a las urnas este domingo, según los datos de la Comisión Electoral.
El movimiento antigubernamental, liderado por el exparlamentario del Partido Demócrata Suthep Thaugsuban, exige la dimisión del Gobierno interino y aplazar las elecciones legislativas hasta que se haya reformado el sistema político y acabado con la corrupción.
Los Shinawatra, Yingluck y Thaksin cuentan con amplios apoyos entre las clases bajas y en las zonas rurales, especialmente en el norte y el noreste del país.
Son sectores que se beneficiaron de algunas políticas (como la atención sanitaria universal y la entrega de microcréditos) que implementó el ex primer ministro durante sus cinco años de gobierno.
Su hermana, Yingluck, también continuó algunas políticas populistas que, en algunos casos, han tenido un gran costo para las finanzas públicas.
Sus seguidores son conocidos como los "camisas rojas".
A Thaksin y su hermana, considerada por sus críticos como la marioneta de su hermano mayor, se oponen sobre todo las clases medias y altas de Bangkok y sectores cercanos a la monarquía y el Ejército.
Aseguran que Thaksin acumuló demasiado poder en el país y están molestos porque parece estar gobernando desde el exterior.
Los manifestantes en las calles son una mezcla de antiguos "camisas amarillas" (color asociado a la monarquía), prodemócratas, estudiantes, clase media urbana y otros opositores de Thaksin.

Jornada de protesta en Bangkok.

sábado, 25 de enero de 2014

Egipto, Un país cada día más dividido entre los detractores y los partidarios del último Golpe de Estado

El Ministerio de Sanidad de Egipto ha informado de la muerte de al menos 29 personas en los enfrentamientos registrados este sábado en todo el país entre Policía y manifestantes coincidiendo con el tercer aniversario de la revolución que en 2011 puso fin al régimen del ex presidente Hosni Mubarak, según recoge el diario estatal 'Al Ahram' en su edición digital y recoge la agencia Europa Press.
También se han producido enfrentamientos entre grupos rivales.
Dos de los fallecidos han muerto en la provincia de Minya, en sur del país, durante los disturbios entre policías y seguidores de Mursi, derrocado en el golpe de Estado de julio del año pasado, según informaron fuentes ministeriales al diario egipcio 'Al Ahram'.
En Giza ha muerto otra persona cuando las fuerzas de seguridad han intervenido para disolver dos manifestaciones, una de los simpatizantes de Mursi y otra del grupo Frente Vía de la Revolución, coalición de grupos de izquierda, liberales e islamistas moderados que reivindica los fines de la revolución de 2011.
Al menos cuatro personas más han muerto en El Cairo y otra, una mujer, en Alejandría.
Los disturbios se han registrado incluso en las inmediaciones de la emblemática plaza Tahrir de El Cairo, epicentro de la revolución, cuando una columna de manifestantes ha coreado consignas tanto contra el Ejército como contra Hermanos Musulmanes, la organización islamista a la que pertenecía Mursi.
El Movimiento Juvenil 6 de Abril, uno de los impulsores de la revolución, ha informado de que uno de sus miembros, Sayed Wizza, falleció por una herida de bala durante el ataque de la Policía contra una manifestación del Sindicato de Periodistas que recorría el centro de El Cairo. 'Al Ahram' informa de que los policías han empleado vehículos blindados para embestir a los manifestantes y dispersar la protesta. Cuando los manifestantes de esta columna han llegado a la plaza Tahrir se han producido enfrentamientos con partidarios de un gobierno militar. La Policía ha intervenido y disuelto ambas concentraciones empleando escopetas de perdigones y gases lacrimógenos.
Además hay que sumar los 15 muertos de la jornada de manifestaciones de ayer, durante las diversas marchas convocadas desde la Alianza Nacional en Apoyo a la Legitimidad, que pide la restitución de Mursi como presidente del país, en el denominado "Viernes del Desafío Revolucionario".
Según diversas fuentes otras 167 resultaron heridas en los enfrentamientos con la Policía, a los que se unieron simpatizantes del general al Sisi, durante las manifestaciones convocadas por los Hermanos Musulmanes en diferentes ciudades de Egipto. La cofradía responde así al llamamiento de la Alianza en Defensa de la Legitimidad, que engloba a los Hermanos Musulmanes y a otros grupos afines, que pidió esta semana manifestarse en todo el país y hasta el próximo 11 de febrero, fecha en la que se cumplirán tres años del abandono del poder por el presidente egipcio Hosni Mubarak (1981-2011). La Cofradía informó además de que el fallecido en Alejandría perdió la vida durante el funeral por el estudiante que murió ayer en los enfrentamientos entre seguidores y detractores del derrocado presidente islamista Mohamed Mursi, depuesto por los militares mediante un golpe de Estado el 3 de julio de 2013. Las diferentes protestas de hoy se saldaron con un total de 111 detenidos, todos simpatizantes de los Hermanos Musulmanes, informó en un comunicado el Ministerio del Interior. Entre los detenidos, 16 fueron arrestados en Alejandría, 25 en Suez (noreste), 27 en Guiza, 15 en Beni Suef y 16 en Minia, la mayoría de ellos en posesión de cócteles molotov y material pirotécnico, informó el ministerio. Los enfrentamientos entre los manifestantes islamistas y la Policía egipcia vuelven a surgir en un día en el que se produjeron cuatro explosiones en El Cairo, que causaron al menos seis muertos y casi un centenar de heridos.
Cuatro atentados estremecieron ayer a El Cairo cobrándose la vida de seis personas enturbiando aún más el tercer aniversario de las revueltas contra Hosni Mubarak que se conmemoraban hoy sábado. El primer zumbido sonó alrededor de las 6 de la mañana. Fue la explosión más mortífera. Un coche bomba estalló frente a la sede de la Dirección General de Seguridad, en la céntrica plaza de Bab el Jelk y a las puertas del turístico barrio islámico de la capital. El estallido se saldó con cuatro fallecidos y 76 heridos. Su onda expansiva abrió un profundo cráter en el asfalto, partió una tubería de agua y causó cuantiosos desperfectos en el cuartel general de la policía y en edificios adyacentes como el tribunal del sur de la capital y el Museo de Arte Islámico.
Tras los atentados el primer ministro, Hazem Beblaui, por su parte, apostilló que las tentativas de hacer descarrillar la hoja de ruta trazada por los militares no tendrán éxito. A través de su cuenta de Twitter en inglés, los Hermanos Musulmanes condenaron "los cobardes atentados", y mostraba sus condolencias a las familias de los fallecidos. También pedían una investigación rápida de los incidentes. Un alto cargo de los Hermanos Musulmanes, Amr Darrag, declaraba tras los mismos, "La bomba supuestamente dirigida contra el ministro de Interior es lamentable y la Alianza la condena con fuerza". Y añadió, "Reafirmamos nuestra postura pacífica, que es claramente visible en todas nuestras manifestaciones". En la calle, la cadena de ataques, que además de los 6 muertos dejó más de un centenar de heridos, fue seguida de una demostración de furor hacia el comandante en jefe de las fuerzas Abdelfatah al Sisi.

Lugar de la explosión de la bomba contra el ministro de Interior egipcio, Mohamed Ibrahim
Lugar de la explosión de la bomba contra el ministro de Interior egipcio, Mohamed Ibrahim. AFP/GIANLUIGI GUERCIA
Los ataques han sido reivindicados por el movimiento yihadista Ansar Beit al Maqdis (Seguidores de la Casa de Jerusalén, en árabe), inspirado en Al Qaeda y radicado en la península del Sinaí. "Les decimos a nuestra querida nación que los ataques fueron solo las primeras gotas de lluvia. Esperen lo que está por venir", advirtió el grupo en un comunicado publicado en foros yihadistas. Desde la destitución del presidente islamista Mohamed Mursi por el ejército en julio, el grupo multiplicó sus atentados contra la policía hasta el centro del El Cairo en represalia, según él, por la "masacre" de los partidarios del jefe de Estado derrocado. Más de un millar de manifestantes pro Mursi han muerto a manos de policías o militares en los últimos siete meses.